ESPECIAL: Trinidad, joya turística de Cuba

Actualizado 2020-01-22 13:25:07 | Spanish. xinhuanet. com

Por Raúl Menchaca

CUBA-TRINIDAD-TURISMO-SERIE

Imagen del 17 de enero de 2020 de un carruaje estacionado en una calle empedrada de la ciudad de Trinidad, en el centro sur de Cuba. Trinidad se ha convertido en uno de los puntos de la geografía cubana más visitado y demandado por los vacacionistas que buscan acercarse a una urbe detenida en el tiempo. (Xinhua/Joaquín Hernández)

TRINIDAD, CUBA, 21 ene (Xinhua) -- La centenaria ciudad de Trinidad, en el centro sur de Cuba, se ha convertido en uno de los puntos de la geografía cubana más visitado y demandado por los vacacionistas que buscan acercarse a una urbe detenida en el tiempo.

Fundada en diciembre de 1514 por el español Diego Velázquez, la localidad ubicada a unos 370 kilómetros al sureste de La Habana, es la tercera de las siete primeras villas establecidas en la isla por los colonizadores hispanos y desde 1988 es Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

A partir de 1673, Trinidad se benefició con la riqueza generada por la producción de azúcar en el cercano valle de los Ingenios, donde funcionaron decenas de fábricas de azúcar en una gran planicie triangular de unos 250 kilómetros cuadrados, que aprisiona la ciudad por el norte y el este.

La producción del dulce, que llegó a involucrar a más de 11.000 esclavos africanos, decayó poco a poco y la población de Trinidad pasó a desarrollar la artesanía, algo que en octubre último le permitió ingresar a la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO.

"Aquel movimiento que se fue generando en la antigua Trinidad ha quedado entre nosotros y demuestra la viveza de los trinitarios en desarrollar las artesanías con yarey, cerámica, madera o cuero", explica a Xinhua el historiador Víctor Echenagusía.

Por eso, es posible encontrar en cualquier rincón de la ciudad a artesanos que elaboran y venden sus productos a los visitantes, quienes aprecian de manera especial los elaborados tejidos.

Un ambiente colonial se respira en la zona más antigua de la ciudad, marcada por viejas y empedradas calles, edificios de notable influencia neoclásica y barroca, y leyendas transmitidas por la tradición oral desde tiempos inmemoriales.

Curiosos, los turistas aparecen en cada esquina, en especial en la zona de la Plaza Mayor, en el mismo centro de la urbe, desde donde se pueden ver numerosas y bien conservadas obras de arquitectura, tanto domésticas como públicas y religiosas, así como las balaustradas de madera y los enrejados y decoraciones hechos a mano.

Otro atractivo, como señala Echenagusía, es el valle de los Ingenios, donde se ha identificado el emplazamiento de 74 centrales azucareras que trabajaron desde finales del siglo XVII hasta finales del XIX, época en que esa industria se descompone en la región.

"Aquí tenemos una de las más importantes reservas de arqueología industrial, creo que de todo el país", asegura en ese sentido el experto, quien trabaja en la Oficina del Conservador de Trinidad.

Además de los 13 barracones de esclavos conservados y restaurados, ahora en el valle los arqueólogos trabajan en las ruinas del ingenio de San Isidro de los Destiladeros, donde se instalará un Centro de interpretación de la industria azucarera en todos los períodos históricos.

Sobre un elevado mirador, los visitantes tienen una hermosa vista de la zona, declarada también en 1988 como Patrimonio Mundial por la UNESCO y donde a los valores históricos se une la exuberancia de la naturaleza con todos los tonos del color verde.

"Evidentemente este es un atractivo de primer orden, porque hay un número muy importante de turistas en el mundo que buscan estos incentivos del turismo histórico-cultural", reflexiona el historiador, mientras observa arrobado las montañas que rodean al valle.

El sitio, con su historia, sus leyendas y su gente, constituye un punto de obligada visita para conocer sobre Cuba y los cubanos, porque, como dice Echenagusía, en el país, y quizás en el área de América Latina, no exista un lugar con tantos atractivos juntos en función del turismo.

   1 2   

 
Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico:spanish@xinhuanet.com
分享
Xinhuanet

ESPECIAL: Trinidad, joya turística de Cuba

Spanish.xinhuanet.com 2020-01-22 13:25:07

Por Raúl Menchaca

CUBA-TRINIDAD-TURISMO-SERIE

Imagen del 17 de enero de 2020 de un carruaje estacionado en una calle empedrada de la ciudad de Trinidad, en el centro sur de Cuba. Trinidad se ha convertido en uno de los puntos de la geografía cubana más visitado y demandado por los vacacionistas que buscan acercarse a una urbe detenida en el tiempo. (Xinhua/Joaquín Hernández)

TRINIDAD, CUBA, 21 ene (Xinhua) -- La centenaria ciudad de Trinidad, en el centro sur de Cuba, se ha convertido en uno de los puntos de la geografía cubana más visitado y demandado por los vacacionistas que buscan acercarse a una urbe detenida en el tiempo.

Fundada en diciembre de 1514 por el español Diego Velázquez, la localidad ubicada a unos 370 kilómetros al sureste de La Habana, es la tercera de las siete primeras villas establecidas en la isla por los colonizadores hispanos y desde 1988 es Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

A partir de 1673, Trinidad se benefició con la riqueza generada por la producción de azúcar en el cercano valle de los Ingenios, donde funcionaron decenas de fábricas de azúcar en una gran planicie triangular de unos 250 kilómetros cuadrados, que aprisiona la ciudad por el norte y el este.

La producción del dulce, que llegó a involucrar a más de 11.000 esclavos africanos, decayó poco a poco y la población de Trinidad pasó a desarrollar la artesanía, algo que en octubre último le permitió ingresar a la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO.

"Aquel movimiento que se fue generando en la antigua Trinidad ha quedado entre nosotros y demuestra la viveza de los trinitarios en desarrollar las artesanías con yarey, cerámica, madera o cuero", explica a Xinhua el historiador Víctor Echenagusía.

Por eso, es posible encontrar en cualquier rincón de la ciudad a artesanos que elaboran y venden sus productos a los visitantes, quienes aprecian de manera especial los elaborados tejidos.

Un ambiente colonial se respira en la zona más antigua de la ciudad, marcada por viejas y empedradas calles, edificios de notable influencia neoclásica y barroca, y leyendas transmitidas por la tradición oral desde tiempos inmemoriales.

Curiosos, los turistas aparecen en cada esquina, en especial en la zona de la Plaza Mayor, en el mismo centro de la urbe, desde donde se pueden ver numerosas y bien conservadas obras de arquitectura, tanto domésticas como públicas y religiosas, así como las balaustradas de madera y los enrejados y decoraciones hechos a mano.

Otro atractivo, como señala Echenagusía, es el valle de los Ingenios, donde se ha identificado el emplazamiento de 74 centrales azucareras que trabajaron desde finales del siglo XVII hasta finales del XIX, época en que esa industria se descompone en la región.

"Aquí tenemos una de las más importantes reservas de arqueología industrial, creo que de todo el país", asegura en ese sentido el experto, quien trabaja en la Oficina del Conservador de Trinidad.

Además de los 13 barracones de esclavos conservados y restaurados, ahora en el valle los arqueólogos trabajan en las ruinas del ingenio de San Isidro de los Destiladeros, donde se instalará un Centro de interpretación de la industria azucarera en todos los períodos históricos.

Sobre un elevado mirador, los visitantes tienen una hermosa vista de la zona, declarada también en 1988 como Patrimonio Mundial por la UNESCO y donde a los valores históricos se une la exuberancia de la naturaleza con todos los tonos del color verde.

"Evidentemente este es un atractivo de primer orden, porque hay un número muy importante de turistas en el mundo que buscan estos incentivos del turismo histórico-cultural", reflexiona el historiador, mientras observa arrobado las montañas que rodean al valle.

El sitio, con su historia, sus leyendas y su gente, constituye un punto de obligada visita para conocer sobre Cuba y los cubanos, porque, como dice Echenagusía, en el país, y quizás en el área de América Latina, no exista un lugar con tantos atractivos juntos en función del turismo.

   1 2 >>  

010020070760000000000000011100001387262741