Una vendedora ofrece productos de color amarillo para la celebración de Año Nuevo en un mercado, en Lima, Perú, el 31 de diciembre de 2019. Las personas usan prendas de color amarilo, como sombreros, lentes, flores y ropa con la creencia de que les ayudará a iniciar el siguiente año con buena suerte, además se elaboran piñatas de papel con la imagen de los personajes más relevantes del año que finaliza. (Xinhua/Mariana Bazo)
"El significado del amarillo, la esperanza y la virtud, siempre atrae cosas buenas a quienes se visten con ropas de este color, desde los primeros minutos del año venidero", expresó Felipe Quispe , luciendo su camisa recién comprada.
Por Juan Limachi
LIMA, 31 dic (xinhua) -- Los peruanos buscaron a última hora prendas y flores amarillas para iniciar las primeras horas del 2020 con los buenos deseos de la suerte y mucha fortuna, continuando la tradición de las fiestas de fin de año.
Felipe Quispe, un padre de familia que vive en la zona este de la capital peruana, sostuvo que todos los años cumple con el ritual de vestirse con ropa exterior e interior de este color para atraer buena vibra.
"Somos cinco, mis tres hijos y mi esposa, seguimos la tradición de la familia, vestirnos todos de color amarillo para que en el 2020 nos vaya bien en todos los aspectos", subrayó.
Quispe, quien es un experimentado obrero de la construcción, hace sus compras de fin de año el día 31 de diciembre, en el centro comercial popular Gamarra, que es considerado un emporio textil del Perú.
"El significado del amarillo, la esperanza y la virtud, siempre atrae cosas buenas a quienes se visten con ropas de este color, desde los primeros minutos del año venidero", expresó, luciendo su camisa recién comprada.
Según el trabajador, vestir este tipo de prendas, acompañado de flores en las mesas, le ha dado resultados positivos, por esta razón cumple con exactitud este ritual todos los años, porque le garantiza dinero y riqueza.
Otro de los rituales tradicionales es colocar billetes en la prenda del Ekeko, un muñeco andino, que en la época de los incas se hizo muy popular, porque representa la abundancia de alimentos.
Esta figura andina, que simboliza la fertilidad y buena suerte, es la representación de una deidad que los habitantes de Perú compran en los mercados para ubicarlo en un altar en sus casas y le rinden tributo con dinero o frutas.
Personas visitan un puesto de ropa interior de colores para recibir al Año Nuevo, en la ciudad de Lima, Perú, el 30 de diciembre de 2017. De acuerdo con información de la prensa local, personas adornan sus casas con artículos amarillos y usan ropa del mismo color para celebrar el Año Nuevo, con la creencia de que atraerá abundancia y prosperidad a sus vidas. (Xinhua/Luis Camacho)
Para Josefa Ñahuis, una madre de familia migrante de la región surandina de Ayacucho, el Ekeko, como es costumbre en las zonas andinas, representa la abundancia en todos los aspectos.
"A la media noche, antes de la llegada del año nuevo, le colocamos billetes de diversa denominación, de 100 soles (33 dólares) y 50 soles (15,1 dólares), para que la familia tenga fortuna en el 2020", explicó.
Esta migrante andina, que vive en la capital peruana desde hace más de 10 años, aunque está influenciada por la cultura occidental urbana, ha logrado preservar sus tradiciones nativas.
"La fiesta de despedida del año viejo y del que empieza está acompañada de algunos rituales que son importantes, entre estos, el respeto y el tributo al Ekeko, es uno de los más importantes", subrayó.
También, algunos peruanos compran uvas en los supermercados para comer 12 a la media noche, justo cuando el reloj da los primeros segundos indicando el inicio del nuevo año.
La joven María Pérez es una de las que come uvas junto con sus padres y por cada una pide un deseo mentalmente con la esperanza de que en el 2020 se le cumplan.
"Esta costumbre se cultiva en algunas familias, que colocan en sus mesas frutas, manzanas y uvas, pero son las uvas las que se utilizan para la buena suerte", sostuvo la joven estudiante, quien ya compró un kilo de uva para su mesa.