Por Raúl Menchaca
Imagen del 31 de diciembre de 2019 de Una pareja bailando en un restaurante de La Habana Vieja festejando el fin de año y la llegada del Año Nuevo, en La Habana, capital de Cuba. Como es habitual, las tradiciones marcan el fin del 2019 en Cuba, donde perviven viejas y disparatadas costumbres que se reeditan cada 31 de diciembre. (Xinhua/Joaquín Hernández)
LA HABANA, 31 dic (Xinhua) -- Como es habitual, las tradiciones marcan hoy el fin del 2019 en Cuba, donde perviven viejas y disparatadas costumbres que se reeditan cada 31 de diciembre.
Pero más allá de esas prácticas, algunas delirantes, este martes es una jornada de festividad familiar, en el que todos se reúnen en casa para esperar la llegada del Año Nuevo en un ambiente de armonía y felicidad.
Pero aunque están acostumbrados al jolgorio y la alegría, muchos cubanos se toman muy en serio las costumbres de fin de año que tienen un lugar especial en el imaginario colectivo, sobre todo como parte de las tradiciones populares que cada diciembre reaparecen entre las familias.
"En 2020 me gustaría viajar al extranjero de vacaciones", afirma Madelaine Rivero, una cincuentona habanera que tiene lista una maleta vacía para darle la vuelta a la manzana en la última medianoche de año.
Rivero, que trabaja en una empresa estatal, confiesa que ella y algunos de sus familiares siguen al pie de la letra los viejos rituales de fin de año, cuyas raíces se pierden en la bruma del tiempo.
Quienes desean viajar en el año que comienza hacen la vuelta a la manzana, exactamente a las 12 de la noche del 31 de diciembre, con el supuesto equipaje a cuestas, pero esa es solo una de las acciones, a veces descabelladas, que hacen algunos de cara al nuevo año.
Otra costumbre que ha resistido el paso del tiempo es lanzar hacia la calle un cubo de agua, también a la medianoche, "para que se lleve todo lo malo".
La versión más ortodoxa de esa tradición indica que este día hay que limpiar primero la casa, siempre desde adentro hacia afuera, y guardar el agua sucia de la limpieza para hacer en la noche el singular despojo.
Llevar dinero dentro de un zapato o pisotear un billete de alta denominación a la medianoche, dicen que garantiza prosperidad económica en el año siguiente.
Una práctica también delirante, y que emplean sobre todo las mujeres, es utilizar al revés una prenda interior de color rojo, que debe colocarse al derecho a las 12 de la noche, algo que supuestamente garantiza suerte en el amor para los venideros 365 días.
Las más puristas además de una prenda interior roja, utilizan otra verde, que ayuda a mejorar la salud.
Entre las parejas es usual quitarse los anillos de compromiso, echarlos en una copa y brindar para traer felicidad a ambos y, si además los aros son de oro, de seguro llegará también la bonanza económica.
Los aspirantes a matrimonio, incluso los hombres, aprovechan la creencia de que resulta efectivo sentarse y pararse 12 veces, cuando llega la medianoche, mientras comen seis uvas verdes y otras tantas moradas, lo que además ayudará a hacer realidad los sueños y las ambiciones.
En muchas familias está arraigada la costumbre de confeccionar con los vecinos un muñeco con ropas usadas, al que se le introducen tiras de papel donde apuntan aquello que desean olvidar o eliminar de sus vidas, antes de prenderle fuego para arrasar con todo lo malo.
El último día del año resulta común ver a la familia y a los amigos reunidos deseándose "Salud, dinero y amor", o siendo aún más audaces con la frase "Año nuevo, vida nueva", que de cualquier manera expresa el mismo deseo de lograr metas mayores en la vida.
Pero quizás la más extendida de las tradiciones cubanas es la cena familiar, que incluye el cerdo asado, acompañado del congrí, un plato confeccionado con arroz y frijoles negros.
Además de las ensaladas de vegetales, en la mesa de fin de año no pueden faltar la yuca, o mandioca, regada con mojo, y los tostones, que no son más que plátanos verdes fritos y aplastados.
Los postres típicos son los buñuelos, aunque también aparecen el dulce de coco, las mermeladas y las frutas en almíbar con queso.
Para las bebidas, cerveza, rones y vinos es lo más socorrido, aunque no faltan los refrescos para los niños y quienes no gustan de la ingesta alcohólica.
En general, cada 31 de diciembre, los cubanos, por encima de estrecheces o dolores personales, tratan de ratificar los lazos de unidad de la familia, la principal tradición que pervive en una isla cuya nacionalidad nació de una amalgama de culturas, expresada cada noche de Año Viejo.
Imagen del 31 de diciembre de 2019 de un niño vertiendo agua en la calle, una tradición que cada año realizan los cubanos "para que se lleve todo lo malo" como parte de las festividades del fin de año y la llegada del Año Nuevo, en La Habana, capital de Cuba. Como es habitual, las tradiciones marcan el fin del 2019 en Cuba, donde perviven viejas y disparatadas costumbres que se reeditan cada 31 de diciembre. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Imagen del 31 de diciembre de 2019 de un padre y su hijo asando un cerdo como parte de las tradiciones del fin de año y la llegada del Año Nuevo, en La Habana, capital de Cuba. Como es habitual, las tradiciones marcan el fin del 2019 en Cuba, donde perviven viejas y disparatadas costumbres que se reeditan cada 31 de diciembre. (Xinhua/Joaquín Hernández)
