Lian Andrade (i) y su mamá Vera Furtado (d) visitan Beijing en 1986.
A principios de la década de los 80 del siglo XX China introdujo reformas a la administración de la tierra rural.
Por Fernando Muñoz y Chen Yao
BEIJING, 15 nov (Xinhua) -- Hace 33 años la brasileña Lian Andrade, que entonces tenía 36, viajó a China con su madre, Vera Furtado, para filmar un documental sobre la vida rural del país asiático. En 2019 regresó a Oriente para preparar la producción de otra película del mismo tema, en la cual participaría su hija Petra Costa, que hoy tiene también 36.
Descifrar los cambios en la zona rural en China es lo que busca Lian, quien está escogiendo entre varias aldeas chinas las más adecuadas para su nuevo proyecto.
EL PRIMER CONTACTO CON LA CHINA RURAL
La visita de 1986 a Oriente junto a su madre tenía el objetivo primordial de hacer un documental sobre China y conocer de cerca las transformaciones que se estaban produciendo en sus zonas rurales.
El uso de la tierra agrícola es un gran desafío en la nación más poblada del mundo, donde la seguridad alimentaria y bienestar de los residentes rurales en activo y retirados son asuntos de alta prioridad.
A principios de la década de los 80 del siglo XX, China introdujo reformas a la administración de la tierra rural, conocidas como sistema de responsabilidad por contrato familiar, el cual permitió que las familias campesinas arrendaran tierras para operarlas de manera independiente.
Después de pagar una cantidad al Estado y a las autoridades locales, los agricultores podían disponer libremente de la producción excedente para ofertar en el mercado. Esto estimuló el entusiasmo de los agricultores e hizo crecer la producción de granos del país.
Durante esa visita Vera pasaba el tiempo tomando fotografías de los bellos paisajes rurales de China y las comunidades agrícolas, mientras Lian filmaba. A la noche ella prefería dormir mientras su madre llevaba un diario en el que narraba todas sus experiencias y ofrecía su visión de lo que veía.
Lian cuenta con orgullo que ella era la invitada a visitar las comunidades rurales pero siempre viajaba con su madre, algo que llamaba la atención y admiración de los chinos que consideraban que a los occidentales no comparten tiempo con sus padres o las personas de edad. Le decían: "Usted es muy buena porque ha traído a su mamá".
Imagen tomada en 1986 por Lian Andrade en Dazhai, una aldea de la provincia norteña china de Shanxi.
Otra bella experiencia que vivió en ese entonces fue durante la visita a una mansión, que había pertenecido a burgueses franceses en la ciudad de Shanghai (este) y después de pasar a manos del Gobierno fue convertida en una escuela de música para niños de todas las categorías sociales.
"Al salir del evento mi mamá me miró, casi llorando, y me dijo: ahora comprendo por qué eres socialista (...) ella está contenta de ver la buena utilización de esa casa", aseguró a Xinhua.
El tema central del documental eran las comunidades agrícolas en la época y la transformación que se había empezado a dar tras el inicio de la reforma y la apertura en 1978, y en especial quedó fascinada con lo que había en cercanías a Shanghai y en las provincias de Shanxi (norte), Sichuan (suroeste) y Guangdong (sur).
INTERÉS POR CHINA
El interés de Lian por viajar a China nació cuando trabajaba en el entonces Ministerio de la Reforma Agraria de Brasil, ahora Ministerio de Desarrollo Rural, y todo el tema agrario se discutía álgidamente después del régimen militar. "Mi interés era verificar los cambios en las formas de la agricultura", explica.
Para su proyecto se focalizó en Dazhai, una aldea de la provincia de Shanxi, de la cual tuvo conocimiento gracias a un libro de un compatriota suyo.
"Me interesé mucho en visitarla porque un brasileño escribió un libro sobre China y hablaba muy positivamente de Dazhai", recordó.
En esa localidad, los campesinos lograron cosechar granos en abundancia gracias al esquema de trabajo propuesto por el Gobierno chino.
El resultado final fue el documental "Un ojo en China", el cual fue transmitido en su momento por la televisión brasileña y ahora puede verse en internet.
Lian Andrade visita en 2019 una exposición en Beijing.
Lian espera volver a China a mediados de marzo de 2020 para emprender una nueva aventura fílmica, esta vez en compañía de Petra. El argumento principal será una comparación de ambos viajes, el que hizo con su madre y el que hará con su hija.
El nuevo documental busca mostrar las diferencias que se han dado en las zonas rurales en las últimas tres décadas y combatir cierta desinformación que circula sobre China.
"Es ver las reacciones de ella (su hija) frente a los cambios, principalmente en la agricultura que fue nuestro interés entonces. Pero tengo otros intereses ahora que son ver las relaciones de China con Brasil y con el resto del mundo, desde el punto de vista económico y político", indicó.
DE NUEVO EN SUELO CHINO
Con el fin de preparar la producción, Lian estuvo en China el pasado mes de septiembre, visita que coincidió con la celebración de los 70 años de la República Popular China.
A su llegada, lo que más les impresionó fue la cantidad de coches que había en las principales ciudades, comparado con el gran número de bicicletas que había en 1986.
"Por otro lado, veo la gente feliz por las calles, esto es muy positivo, mucha calma (...) Lo principal es que la gente se muestra muy feliz", señaló.
A ojos de la documentalista, Brasil y China tienen una relación que se ha elevado constantemente. En la actualidad, China es el mayor socio comercial de Brasil.
Lian considera que la gente aún debe conocer más al país asiático y por eso es importante que se hagan esfuerzos de lado y lado para fortalecer ese conocimiento mutuo.
"Mostrar la evolución y combatir lo que yo llamo la 'chinofobia', la fobia que algunos extranjeros tienen hacia China. Es un problema debido a los medios de información (occidentales) que solo hablan mal de China y entonces una de mis intenciones es ayudar a combatir la ignorancia sobre China en Brasil y en donde podamos", argumentó.