Por Lin Zhaohui y Yan Liang
BRASILIA, 13 nov (Xinhua) -- La XI Cumbre del BRICS, que tendrá lugar del 13 al 14 de noviembre en Brasilia, está preparada para marcar el comienzo de una segunda "década dorada" para una cooperación más fructífera del grupo de mercados emergentes.
Los últimos 10 años, desde su primera cumbre en Rusia, se han denominado adecuadamente una "década dorada" para el BRICS, que al principio estaba compuesto por Brasil, Rusia, la India y China, y que se expandió en 2011 para incluir a Sudáfrica.
Con la cooperación entre sus miembros en auge continuo en varios campos, los países BRICS en 2018 representaron aproximadamente el 23,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y el 16,3 por ciento del comercio internacional.
La cumbre de este año, con el tema "BRICS: crecimiento económico para un futuro innovador", ofrece la oportunidad de potenciar su cooperación en innovación científica y tecnológica, así como en finanzas y economía digital, e impulsar sus esfuerzos concertados para combatir el crimen organizado, narcotráfico y lavado de dinero.
El año pasado, durante su cumbre en Sudáfrica, el BRICS acordó construir una asociación para una nueva revolución industrial, lo que mostró el reconocimiento de los miembros del grupo sobre la necesidad de aprovechar el potencial de cooperación en áreas innovadoras como la economía digital y la fabricación inteligente, a fin de forjar un motor más sostenible y dinámico para el desarrollo a largo plazo del BRICS.
Los países BRICS deben avanzar en este sentido.
Actualmente, ante un aumento del unilateralismo y el proteccionismo, el mundo está experimentando cambios profundos nunca vistos en un siglo. Tal como señaló el presidente chino, Xi Jinping, la comunidad internacional enfrenta "cuatro déficits" en los asuntos mundiales, a saber, déficit de gobernanza, déficit de confianza, déficit de paz y déficit de desarrollo.
Como resultado, el libre comercio mundial está perdiendo fuerza, las perspectivas de crecimiento económico se han visto atenuadas y la comunidad internacional está lidiando con una gran cantidad de incertidumbre.
A lo largo de los años, los miembros del BRICS, con la bandera del multilateralismo en alto, han desempeñado un papel importante a la hora de promover la apertura, la igualdad, la transparencia y la inclusividad en la gobernanza global, transformándose en una fuerza principal para la estabilidad y el progreso en cuanto a los asuntos internacionales.
Durante su cumbre 2018, el BRICS emitió la Declaración de Johannesburgo, en la cual los líderes se comprometieron a fortalecer juntos el multilateralismo y defender un orden mundial más justo, igualitario, democrático y representativo.
En las circunstancias actuales, los miembros del grupo deben unirse aún más para salvaguardar el sistema de comercio multilateral basado en normas, el sistema internacional con las Naciones Unidas en su centro y el orden internacional sobre la base del derecho internacional.
Una cooperación más dinámica en el seno del BRICS también ha ayudado a las economías emergentes y los países en vías de desarrollo a disfrutar una mayor participación en la gobernanza global.
Los países BRICS han logrado avances sustanciales en las reformas de cuotas y gobernanza dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). En 2017, la participación en la votación del bloque en el BM aumentó al 13,24 por ciento, y en el FMI al 14,91 por ciento.
Ante la crisis financiera mundial hace 10 años, los miembros del BRICS tomaron una decisión estratégica de unirse para enfrentar juntos los desafíos de nuestro tiempo.
En la actualidad, de cara a retos nuevos e inéditos, el grupo BRICS debe responder, una vez más, al llamado de la historia y seguir potenciando su cooperación integral, a fin de hacer contribuciones mayores al mundo en su segunda "década dorada" de existencia.