Por Xi Yue y Chen Yao
BEIJING, 11 nov (Xinhua) -- Peleas de gallos, desplegar cometas y jugar con fuegos artificiales son solo algunas de las costumbres que son comunes en Brasil desde ya hace muchos años.
A pesar de las decenas de miles de kilómetros de distancia, China ha ido dejando su impronta histórica y artística en Brasil desde hace unos 300 años, asegura el sinólogo brasileño José Roberto Teixeira Leite en su libro "A China no Brasil" (China en Brasil), en el que repasa sistemáticamente la influencia de la cultura china en su país.
"Se pueden detectar las influencias o marcas relacionadas con China en la época de la colonia, incluso hasta el tiempo después de la independencia de Brasil", señala el historiador brasileño.
Para Teixeira, las muy intensas relaciones comerciales entre China y Brasil existen desde hace mucho tiempo y los barcos procedentes de la India "abarrotaban ciudades brasileñas como Salvador, Río de Janeiro y Recife con productos chinos como porcelana, seda y abanicos" que han servido también para difundir la riqueza cultural del país asiático.
En su libro, el autor destaca, entre otras cosas, el saber arquitectónico de China aplicado en Brasil, por ejemplo en una gran casa en la ciudad de Sao Roque, en el estado de Sao Paulo, que se construyó por encima de una plataforma levantada por rocas, una técnica utilizada por los chinos desde la antigüedad para consolidar las bases de un edificio.
En el curso de su investigación para escribir el libro, Teixeira percibió "la influencia china no solo en el arte y la arquitectura de Brasil", sino "en los sectores más diversos de la sociedad brasileña, como la economía, la medicina o la cultura popular".
"A fines del siglo XIX, en Pernambuco (un estado del noreste de Brasil) era costumbre que los niños durmieran con pijamas decoradas de dragones chinos", concreta Teixeira.
La investigación de Teixeira para este libro duró aproximadamente 15 años y finalmente fue publicado en 1999.
Durante la investigación el historiador acudió a bibliotecas y archivos en Río de Janeiro, Sao Paulo, Campinas, Lisboa y Macao, y entrevistó por cartas y correos electrónicos a innumerables investigadores, historiadores y expertos nacionales y extranjeros.
"Cabe señalar que hasta entonces algunos académicos habían percibido la influencia china solo en el arte y la arquitectura de Brasil, y pude extender esta percepción a los sectores más diversos de la sociedad brasileña", señaló.
El libro de inmediato cautivó una gran atención en el sector académico.
"Me sorprendió el impacto del libro, aunque fue publicado por una editorial de la universidad y tenía una tirada impresa de solo 1.000 copias. Algunos han dicho que el libro representa un punto de inflexión en los estudios chinos en Brasil", dijo.
Sin embargo, "A China no Brasil" no es el único resultado de su investigación sobre China, también tiene otros libros inéditos ya publicados.
Cuando decidió obtener un doctorado del Instituto de Artes de la Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP), eligió como tema la huella y presencia de China en la arquitectura y las artes brasileñas.
"Fue a través del arte que China me despertó primero la curiosidad, luego el interés y finalmente la pasión", subrayó en una entrevista con Xinhua. Teixeira es crítico de arte e historiador, y su primera obra sobre el país asiático fue "Las Compañías de las Indias y la Porcelana China de Encomienda", de 1986.
En esa obra, estudia en profundidad las porcelanas producidas en las fábricas de la provincia del sureste de China de Guangdong entre el siglo XVI, XVIII y principios del XIX. Por encargo y al gusto de las clientelas occidentales, algunas fueron transportadas a Brasil.
En 1992, el sinólogo brasileño visitó Macao, desarrollando una investigación para su tesis doctoral, cuyo tema es "la marca o presencia de China en la arquitectura y las artes brasileñas".
El viaje de Macao le dejó un deseo de visitar China de nuevo para conocer más.
Hasta 2013, gracias a una honorable invitación oficial, Teixeira visitó las ciudades de Beijing, Shenzhen y Shanghai, y conoció "el pasado y el presente del gran país, tanto culturalmente como el increíble desarrollo material".
Para el sinólogo brasileño en esta visita pudo cumplir "su viejo sueño" de visitar China.
Durante la reciente visita de Estado a China, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aseguró que Brasil da la bienvenida a que más turistas chinos viajen sin necesidad de visado.
Teixeira destaca que esta medida "atraerá a más empresarios y turistas a Brasil, y en este sentido contribuirá al mejor conocimiento de las dos grandes naciones".