Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 1 nov (Xinhua) -- La ancestral festividad de Todos Santos en Bolivia recibió hoy a las almas o ajayus (en aimara) en un reencuentro familiar en los hogares donde se armaron altares con ofrendas a los difuntos.
El viceministro de Descolonización del Ministerio de Culturas, Cancio Mamani, dijo a Xinhua que "esta tradición en Bolivia no se pierde; nos hemos reencontrado con nuestros ajayus".
"Para ello preparamos altares o apxatas armados con mucho cariño y devoción para recibir a las almas, una tradición que heredamos de nuestros antepasados", destacó.
De acuerdo con el viceministro, a las almas se las espera en un altar que incluyen alimentos, bebidas y, sobre todo, las tantawawas (panes con figuras de personas con máscaras), elementos que tienen un especial significado en esta festividad en Bolivia.
El también antropólogo comentó que en la época colonial los indígenas sacaban de las chullpas (tumbas de la cultura aimara) a los difuntos momificados a pasear, y compartir comida y bebida con los vivos.
Entre la gente del pueblo era natural recibir al visitante por un momento, que llegaba trayendo lluvia, fertilidad y abundancia.
"Las cosas han cambiado después de 500 años, ahora convivimos con diferentes culturas, es decir, la originaria y las que llegaron de otras pates del mundo", apuntó.
Mamani comentó que algunos investigadores consideran que esta festividad del país andino se constituye en un complejo ceremonial de gran interés antropológico para valorar la importancia que adquiere la figura de los difuntos en la vida social de las comunidades.
De acuerdo con el funcionario, a la fecha se conserva una serie de rituales y ceremonias, que incluso fueron llevadas a los centros urbanos, donde se mantiene incólume esta tradición.
El Ministerio de Culturas instaló hoy un altar en la plaza del Tinku en la urbe de El Alto (oeste).
El enorme altar se armó en honor a los líderes indígenas, personalidades que construyeron el nuevo Estado Plurinacional, así como a los caídos de Octubre Negro, entre otros.
Los bolivianos reciben a las almas en las oficinas, cementerios, unidades educativas y domicilios particulares, ritos que se extenderán hasta el sábado al mediodía cuando despidan espiritualmente a las almas.
Por su parte, el investigador sociocultural y antropólogo, Lautaro Coaquira, consideró que la tradición de Todos Santos debe servir para empoderar la espiritualidad y la identidad de los pueblos.
Precisó que el proceso de descolonización cultural significa también un "empoderamiento ritual" de los pueblos indígenas, y que esta tradición "realza valores espirituales para un desarrollo integral de todos los bolivianos".
El investigador expuso a Xinhua el significado de los elementos que se utilizan para recibir a las almas en los altares o apxatas.
Por un lado, las tantawawas representan a los niños difuntos, las tanta achachis (pan mayor) representan a las almas adultas, y el pan con la figura del tanta kunturi (pan con figura de cóndor) simboliza el alaxpacha o mundo superior.
En tanto, la mesa debe llevar puentes colgantes formados por frutas o caña de azúcar que sirve para la conexión por donde las almas llegan al mundo de los vivos.
"Es necesario que el altar contenga la caña de azúcar que le sirve al difunto como bastón durante su caminar entre mundos", dijo el experto.
Recomendó también que las mesas lleven flores, pues representan el amor de la familia por el ser fallecido, y resaltó como otro elemento importante al tuquru o tallos de cebolla, los cuales permitirán transportar agua y calmar la sed de los espíritus.
Dijo que la comida que se coloca en las mesas es la que al difunto le gustaba, mientras que el mantel o aguayo de las mesas debe ser blanco "para el alma de un niño" y para un adulto debe ser negro.
Coaquira dijo que el honrar la memoria de los antepasados en Todos Santos permitirá a los bolivianos revalorizar sus tradiciones.
