BEIJING, 25 oct (Xinhua) -- Bruce Lee fue la causa de que el carioca Ruy Menezes, el primer cinturón negro de jiu-jitsu brasileño que entrena en China, decidiese adentrarse en el mundo de las artes marciales cuando tenía 12 años.
"Yo no soy una excepción. En realidad, Bruce Lee ha inspirado a una generación a entrenar el kung fu en mi país", explica a Xinhua en Beijing, donde ha enseñado jiu-jitsu desde 2008 y sirve de testigo del desarrollo vigoroso de este arte marcial en China durante los últimos diez años.
BRUCE LEE, EL ORIGEN DE UNA PASIÓN
Menezes, que considera la experiencia de enseñar en China "única e increíble", explica que cuando empezó a practicar jiu-jitsu, nunca pensó que lo enseñaría en el país de donde era originario Bruce Lee.
"Cuando yo era niño, no hablábamos mucho sobre China. La única información que discutíamos sobre China era Bruce Lee y sus películas", comenta Menezes, que fue alumno de Carlson Gracie Junior, nieto del fundador del jiu-jitsu brasileño, Carlos Gracie.
A su juicio, Bruce Lee tenía "una actitud muy abierta" a distintas artes marciales y sus armas, tales como el kung fu de la mantis religiosa del norte, el shaolinquan o los nunchacos. Incluso en su película "Enter the Dragon", de 1973, se ve una técnica de ataque contra las articulaciones, lo que según Menezes, es "muy sorprendente".
"Después de ver sus películas, pensé: ¡guau, él es una leyenda!", comenta el maestro, que es miembro de Brazilian Top Team, un equipo y una academia especializada en jiu-jitsu brasileño fundada con el objetivo de desarrollar nuevas técnicas.
Con la inspiración de Bruce Lee, cuando tenía 12 años Menezes empezó a entrenar kung fu, experiencia que le abrió la mente para combatir, porque fue el primer arte marcial que aprendió.
A causa de la gran influencia de la familia Gracie en Río de Janeiro, a los 20 años empezó a practicar el jiu-jitsu brasileño. Dos años después comenzó a estudiar con el padre de su futuro profesor, Carlson Gracie Senior, en cuyo equipo participó en distintos combates por 11 años. En 2000, cuando tenía 33 años ganó el cinturón negro e ingresó en el Brazilian Top Team.
En 2008, Menezes empezó a entrenar a los luchadores de China en Beijing. Desde entonces ha capacitado a 80 profesionales chinos, entre ellos a Zhang Tiequan, al que el maestro brasileño entregó el cinturón negro en 2016.
UN "FLAQUITO" CON LA TÉCNICA GANADORA
Menezes recuerda emocionado la primera victoria, en 2011, de Zhang en la Ultimate Fighting Championship (UFC), un torneo de artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés).
"Su oponente en la primera pelea era un luchador legendario, pero muy arrogante. Consideraba que los chinos eran flaquitos y no tenían talento para ganarle. Tiequan lo sometió con la guillotina (una técnica del jiu-jitsu). Fue un gran día para nosotros", relata.
Tiequan comenta que la guillotina, que consiste en asfixiar por el cuello al oponente sobre todo durante la lucha en el piso, es una técnica muy práctica en los combates. El peleador chino reconoce que ha desarrollado métodos para someter a sus oponentes con esa forma de luchar.
En 2016, Carlson Gracie Junior viajó a Beijing para un seminario y Menezes consideró que "era un buen momento para concederle el cinturón negro a Tiequan. Incluso (Zhang) nunca creyó que sería el primer cinturón negro (de jiu-jitsu brasileño) en la parte continental de China".
La relación entre maestro y alumno había comenzado en 2005, cuando Menezes fue a impartir un seminario sobre jiu-jitsu brasileño en la Universidad de Deporte de Xi`an, donde Zhang entrenaba sanda, un arte marcial chino.
"Volví a encontrar a Tiequan en Beijing tres años después, cuando empecé a dar clases de jiu-jitsu y MMA para los profesionales", recuerda Menezes. "Comenzamos así una amistad entre entrenador y alumno".
Al principio, el idioma era "la mayor dificultad", pero "transmití toda mi metodología con mímica", explica el maestro brasileño.
Con el transcurso del tiempo, la amistad entre ambos se hizo profunda y Tiequan se dio cuenta de que su profesor le trataba como si fueran de la misma familia.
"CHINA ME LO HA DADO TODO EN LA VIDA"
Además de Zhang, alumnos de Menezes como Li Jingliang, Yan Xiaonan, Yao Zhikui, Wang Sai y Yang Jianping han peleado también en la UFC, lo que demuestra el gran desarrollo de las artes marciales mixtas en China.
"Soy entrenador de jiu-jitsu brasileño, por eso tengo que pensar como profesor. En mi clase hay distintos tipos de luchadores: altos, bajos, flacos, gordos... Yo sólo enseño las técnicas. Ellos tienen la libertad de decidir cómo entrenar", indica el maestro.
Todos los chinos que han sobresalido en la arena internacional de las MMA han sido entrenados por Menezes. Cada cual tiene su estilo de combate, algo que él siempre enfatiza cuando enseña.
"Ruy nunca nos exige practicar todas las técnicas. A lo mejor una técnica conveniente para mí no lo es para tí. Con solo manejar bien las sencillas, prácticas y convenientes, ya puedes combatir bien", dice Zhang.
Menezes ha sido testigo del desarrollo del jiu-jitsu brasileño en China. De acuerdo con él, este deporte ha crecido mucho en los últimos cinco años. Hoy en día hay aproximadamente cien entrenadores brasileños que son cinturón negro en el país asiático y en los próximos cinco años sobrepasarán los doscientos.
"China me lo ha dado todo en mi vida: los alumnos, los campeones, las amistades", apunta el entrenador brasileño, que confía en que "haya más cinturones negros chinos en el futuro y que la cooperación deportiva y las relaciones entre China y Brasil se estrechen".