Imagen del 18 de octubre de 2019 de un obrero trabajando a bordo de un tractor en una plantación de tabaco, en Pinar del Río, Cuba. El campo perfectamente rotulado, donde los campesinos utilizan maquinaria moderna, ilustra el Proyecto Virginia, un plan de recuperación de la variedad tabacalera del mismo nombre que se realiza en Pinar del Río, unos 150 kilómetros al oeste de La Habana. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Por Raúl Menchaca
PINAR DEL RIO, Cuba, 21 oct (Xinhua) -- El campo perfectamente rotulado, donde los campesinos utilizan maquinaria moderna, ilustra el Proyecto Virginia, un plan de recuperación de la variedad tabacalera del mismo nombre que se realiza en Pinar del Río, unos 150 kilómetros al oeste de La Habana.
Cuba trata de recuperar la producción del conocido tabaco rubio que se emplea en la elaboración de picadura para los cigarrillos, con un proyecto que pretende alcanzar en 2025 más de 900 hectáreas en tres municipios de Pinar del Río, provincia del extremo occidental del país.
Los campesinos del municipio de Consolación del Sur tienen sembradas 200 hectáreas, tierras recuperadas en una zona sureña donde tradicionalmente se cosechó esa variedad de la solanácea, pero que se abandonó casi por completo en la década de los 90 del siglo anterior tras la crisis económica que en Cuba llaman "Periodo Especial".
"Este año tenemos sembradas 200 hectáreas en las que esperamos un rendimiento de 1,5 tonelada por hectárea", explicó a Xinhua el director general de la Empresa Integral de Tabaco de Consolación del Sur, Joel Hernández.
El directivo, un hombre que domina todos los secretos del cultivo y procesamiento de la hoja, dijo que el objetivo es satisfacer la demanda de la nueva fábrica de cigarrillos que se construye en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, a unos 45 kilómetros al oeste de La Habana.
Perteneciente a la empresa mixta Brascuba S.A., conformada por la estatal Tabacuba y la brasileña Souza Cruz, la nueva planta aumentará la actual producción anual en casi cuatro veces, hasta llegar a 15.000 millones de cigarrillos, de los cuales el 20 por ciento se destinará a la exportación.
Antes el tabaco rubio era cosechado en la zona sur de Pinar del Río por las granjas estatales, pero el nuevo programa involucra a los campesinos de la "Cooperativa Juan Alemán", quienes recibieron la tecnología necesaria para echar a andar el proyecto.
Además de la veintena de productores de Consolación del Sur, otros 15 están implicados en el proyecto, pero en el municipio de San Luis, donde están sembradas unas 100 caballerías (unas 1.340 hectáreas).
De acuerdo con la calidad de la cosecha, los productores reciben entre 350 y 1.700 pesos cubanos (igual en dólares al cambio oficial) por quintal, unidad de medida equivalente a 100 kilogramos.
El tabaco Virginia es una variedad que se cultiva casi toda de manera automatizada, pues primero las semillas se siembran en los centros de producción de plantas, donde se colocan en casi un millar de bandejas cuadriculadas en los llamados túneles, una estructura de tela traslúcida de unos 50 metros de largo y seis de ancho.
Cada bandeja contiene 950 posturas, sembradas en un sustrato que mezcla zeolita con cáscara de arroz y cachaza, un subproducto del procesamiento de la caña de azúcar.
A diferencia del tabaco negro, tanto el surcado como la siembra y la fertilización se realizan con máquinas y al final de la cosecha, entre los meses de enero y febrero, se recoge la hoja que se coloca durante seis días en las "Kalfrisas", las cámaras de secado con aire caliente.
"Es la única variedad que se procesa con equipamiento, pues en las 'Kalfrisas' recibe temperatura y humedad para secar la hoja y darle un nuevo color", indicó Hernández.
Pinar del Río, que produce casi el 70 por ciento del tabaco Premium cubano, es la única región del país donde se cultiva el Virginia.
En Cuba, la siembra del tabaco rubio data de la década de 1930 en la llanura más occidental de Pinar del Río y desde entonces se utiliza, mezclado con la variedad Burley, en la elaboración de cigarrillos suaves, dotados de un aroma y sabor peculiares.
Esta variedad debe su nombre al inglés Sir Walter Raleigh (1552-1618), quien a mediados del siglo XVI denominó Virginia al vasto territorio que había descubierto en el actual Estados Unidos.