ESPECIAL: Dan último adiós a la cubana Alicia Alonso, una de las más grandes bailarinas del mundo

Actualizado 2019-10-18 06:44:23 | Spanish. xinhuanet. com

CUBA-HABANA-ALICIA ALONSO-FALLECIMIENTO

Imagen del 2 de diciembre de 2010 de la directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, hablando después de recibir la Medalla Haydeé Santamaría por el Consejo de Estado de Cuba, en La Habana, Cuba. Alonso falleció el jueves a la edad de 98 años debido a una enfermedad cardiovascular. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 17 oct (Xinhua) -- Los cubanos y todos los amantes de la danza clásica en el mundo recibieron hoy con pesar la noticia del deceso de la bailarina, coreógrafa y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso.

"AliciaAlonso se ha ido y nos deja un enorme vacío, pero también un insuperable legado. Ella situó a Cuba en el altar de lo mejor de la danza mundial. Gracias Alicia por tu obra inmortal", escribió el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twiter.

Próxima a cumplir 99 años, el 21 de diciembre, Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo, su verdadero nombre, falleció este jueves por problemas cardiovasculares en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas de La Habana.

Su andar en zapatillas comenzó en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana en 1931. Luego Alicia debió marchar al extranjero debido a los prejuicios y el carácter elitista del ballet en la Cuba de entonces.

Sin embargo, la "Prima Ballerina Assoluta" salió adelante y representó a Cuba en 65 países con un repertorio de 134 obras, desde romántico-clásicas hasta contemporáneas.

Una de las naciones que la acogió y aclamó fue China, donde Alicia era muy querida y a donde llevó el ballet de Cuba en cuatro ocasiones: 1961, 1964, 2002 y 2004.

Como tantos artistas, Alicia pudo hacer carrera en el "primer mundo", pero prefirió vivir y trabajar en Cuba, donde dejó una obra que trasciende el tiempo y la geografía.

En cierta ocasión declaró: "Toda mi esperanza y mis sueños consisten en no volver a salir al mundo en representación de otro país, sino llevando nuestra propia bandera y nuestro arte".

"Mi afán es que no quede nadie que no grite: ¡Bravo por Cuba!, cuando yo bailo. De no ser así, de no poder cumplir ese sueño, la tristeza sería la recompensa de mis esfuerzos", agregó.

Habanera y universal, batalló contra prejuicios burgueses del pasado siglo para acercar el ballet a todos, sin distinción social, y ello la llevó a fundar el 28 de octubre de 1948, junto a Fernando y Alberto Alonso, la compañía que es hoy el Ballet Nacional de Cuba.

En 1950 también creó, junto a los hermanos Alonso, la Academia Nacional de Ballet que llevó su nombre y formó a la primera generación de bailarines dentro de los principios técnicos, estéticos y éticos de la mundialmente reconocida escuela cubana de ballet.

Las bases teóricas de esa escuela, que se considera la más joven del mundo, han persistido desde entonces en los métodos de enseñanza y entrenamiento de maestros, bailarines y profesores de ballet, y sus frutos se aprecian en el Festival Internacional de Ballet de La Habana, organizado por Alicia, y que se ha celebrado en más de 20 ocasiones.

Esa institución es única en su tipo en el continente americano y una de las seis reconocidas en el mundo.

Pero no sólo para Cuba trabajó Alicia, sino que estimuló la colaboración internacionalista en la enseñanza del ballet, tarea que se ha extendido a unos 50 países de América, Europa, Asia y Africa.

A los pies de la Patria, ella puso todos los aplausos y honores recibidos: 266 premios y distinciones internacionales, 225 nacionales y las 69 creaciones coreográficas románticas, clásicas y contemporáneas que realizó y que han contribuido a poner en alto el nombre de Cuba en el ballet mundial.

Sus versiones coreográficas de los grandes clásicos son mundialmente conocidas, y le valieron reconocimientos como el grado de Doctora Honoris Causa conferido por la Universidad de La Habana, el Instituto Superior de Arte de Cuba, la Universidad Politécnica de Valencia, de España, y la Universidad de Guadalajara, en México.

También ostentaba la Orden "El Aguila Azteca", de México; la Encomienda de la Orden Isabel la Católica, que adjudica el rey de España, país donde una cátedra de danza lleva su nombre; la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid; la Orden de las Artes y las Letras, en el Grado de Comendador, de la República Francesa.

Otros honores merecidos fueron el título de Heroína Nacional del Trabajo y la Orden José Martí, máxima condecoración que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba y su nombramiento como embajadora de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

A pesar de su progresiva pérdida de visión, Alicia siguió bailando y se mantuvo activa en escena y en la formación de varias generaciones de bailarines, hasta muy avanzada edad.

La valentía de esta mujer ante el infortunio fue definida por el intelectual cubano Juan Marinello como "un ímpetu tenaz, frenético, heroico disparado contra la enfermedad y contra el tiempo- hacia la perfección incansable".

El 10 de septiembre de 2015 el Consejo de Estado de Cuba acordó nombrar al Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso", en reconocimiento "al aporte de la bailarina a la cultura cubana y universal, su amor a la patria y fidelidad a la Revolución Cubana".

Alicia ya no estará, pero su impronta queda bajo las plumas de Odette, la princesa cisne; en los pasos seductores de la gitana Carmen, entre los extraordinarios giros de Giselle y en cada personaje de la danza mundial a los que esta cubanísima de talla universal dio vida en el escenario.

   1 2 3   

 
Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico:spanish@xinhuanet.com
分享
Xinhuanet

ESPECIAL: Dan último adiós a la cubana Alicia Alonso, una de las más grandes bailarinas del mundo

Spanish.xinhuanet.com 2019-10-18 06:44:23

CUBA-HABANA-ALICIA ALONSO-FALLECIMIENTO

Imagen del 2 de diciembre de 2010 de la directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, hablando después de recibir la Medalla Haydeé Santamaría por el Consejo de Estado de Cuba, en La Habana, Cuba. Alonso falleció el jueves a la edad de 98 años debido a una enfermedad cardiovascular. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 17 oct (Xinhua) -- Los cubanos y todos los amantes de la danza clásica en el mundo recibieron hoy con pesar la noticia del deceso de la bailarina, coreógrafa y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso.

"AliciaAlonso se ha ido y nos deja un enorme vacío, pero también un insuperable legado. Ella situó a Cuba en el altar de lo mejor de la danza mundial. Gracias Alicia por tu obra inmortal", escribió el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twiter.

Próxima a cumplir 99 años, el 21 de diciembre, Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo, su verdadero nombre, falleció este jueves por problemas cardiovasculares en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas de La Habana.

Su andar en zapatillas comenzó en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana en 1931. Luego Alicia debió marchar al extranjero debido a los prejuicios y el carácter elitista del ballet en la Cuba de entonces.

Sin embargo, la "Prima Ballerina Assoluta" salió adelante y representó a Cuba en 65 países con un repertorio de 134 obras, desde romántico-clásicas hasta contemporáneas.

Una de las naciones que la acogió y aclamó fue China, donde Alicia era muy querida y a donde llevó el ballet de Cuba en cuatro ocasiones: 1961, 1964, 2002 y 2004.

Como tantos artistas, Alicia pudo hacer carrera en el "primer mundo", pero prefirió vivir y trabajar en Cuba, donde dejó una obra que trasciende el tiempo y la geografía.

En cierta ocasión declaró: "Toda mi esperanza y mis sueños consisten en no volver a salir al mundo en representación de otro país, sino llevando nuestra propia bandera y nuestro arte".

"Mi afán es que no quede nadie que no grite: ¡Bravo por Cuba!, cuando yo bailo. De no ser así, de no poder cumplir ese sueño, la tristeza sería la recompensa de mis esfuerzos", agregó.

Habanera y universal, batalló contra prejuicios burgueses del pasado siglo para acercar el ballet a todos, sin distinción social, y ello la llevó a fundar el 28 de octubre de 1948, junto a Fernando y Alberto Alonso, la compañía que es hoy el Ballet Nacional de Cuba.

En 1950 también creó, junto a los hermanos Alonso, la Academia Nacional de Ballet que llevó su nombre y formó a la primera generación de bailarines dentro de los principios técnicos, estéticos y éticos de la mundialmente reconocida escuela cubana de ballet.

Las bases teóricas de esa escuela, que se considera la más joven del mundo, han persistido desde entonces en los métodos de enseñanza y entrenamiento de maestros, bailarines y profesores de ballet, y sus frutos se aprecian en el Festival Internacional de Ballet de La Habana, organizado por Alicia, y que se ha celebrado en más de 20 ocasiones.

Esa institución es única en su tipo en el continente americano y una de las seis reconocidas en el mundo.

Pero no sólo para Cuba trabajó Alicia, sino que estimuló la colaboración internacionalista en la enseñanza del ballet, tarea que se ha extendido a unos 50 países de América, Europa, Asia y Africa.

A los pies de la Patria, ella puso todos los aplausos y honores recibidos: 266 premios y distinciones internacionales, 225 nacionales y las 69 creaciones coreográficas románticas, clásicas y contemporáneas que realizó y que han contribuido a poner en alto el nombre de Cuba en el ballet mundial.

Sus versiones coreográficas de los grandes clásicos son mundialmente conocidas, y le valieron reconocimientos como el grado de Doctora Honoris Causa conferido por la Universidad de La Habana, el Instituto Superior de Arte de Cuba, la Universidad Politécnica de Valencia, de España, y la Universidad de Guadalajara, en México.

También ostentaba la Orden "El Aguila Azteca", de México; la Encomienda de la Orden Isabel la Católica, que adjudica el rey de España, país donde una cátedra de danza lleva su nombre; la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid; la Orden de las Artes y las Letras, en el Grado de Comendador, de la República Francesa.

Otros honores merecidos fueron el título de Heroína Nacional del Trabajo y la Orden José Martí, máxima condecoración que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba y su nombramiento como embajadora de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

A pesar de su progresiva pérdida de visión, Alicia siguió bailando y se mantuvo activa en escena y en la formación de varias generaciones de bailarines, hasta muy avanzada edad.

La valentía de esta mujer ante el infortunio fue definida por el intelectual cubano Juan Marinello como "un ímpetu tenaz, frenético, heroico disparado contra la enfermedad y contra el tiempo- hacia la perfección incansable".

El 10 de septiembre de 2015 el Consejo de Estado de Cuba acordó nombrar al Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso", en reconocimiento "al aporte de la bailarina a la cultura cubana y universal, su amor a la patria y fidelidad a la Revolución Cubana".

Alicia ya no estará, pero su impronta queda bajo las plumas de Odette, la princesa cisne; en los pasos seductores de la gitana Carmen, entre los extraordinarios giros de Giselle y en cada personaje de la danza mundial a los que esta cubanísima de talla universal dio vida en el escenario.

   1 2 3 >>  

010020070760000000000000011100001384805581