BEIJING, 17 oct (Xinhua) -- La aprobación de un proyecto de ley relacionado con Hong Kong por el Congreso de Estados Unidos representa una pura interferencia en los asuntos internos de China y revela las intenciones políticas de aquellos en el Gobierno de EEUU de debilitar al país asiático, en opinión de la comunidad internacional.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el martes la llamada Acta de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong de 2019, un paso más cercano a convertirla en ley, la cual exigiría una revisión anual para evaluar si la ciudad china tiene suficiente autonomía.
El Gobierno estadounidense está dando "falsas señales de seguridad y apoyo" a los violentos manifestantes en Hong Kong de China, dijo a Xinhua en una entrevista escrita Sourabh Gupta, alto investigador del Instituto de Estudios China-Estados Unidos con sede en Washington.
"Con respecto al papel de Estados Unidos, ha sido profundamente inútil", aseveró Gupta.
"El problema real ha sido las veladas intenciones de Estados Unidos: primero revuelve la olla y luego aviva las llamas de la protesta al dar oxígeno a los peores elementos políticos y militantes dentro del movimiento de la protesta", dijo.
William Jones, jefe del buró de Washington de la publicación estadounidense Executive Intelligence Review, denominó a la medida del Congreso estadounidense como una "mera interferencia en los asuntos de China".
"Muchos de los activistas serán alentados por este 'apoyo', pero si continúan adelante con su destructivo vandalismo, creo que la opinión pública en Hong Kong se volverá contra ellos, si es que aún no lo ha hecho", dijo Jones.
El proyecto de ley de Estados Unidos es "muy perjudicial para China y las autoridades de Hong Kong", dijo Richard Becker, coordinador de la costa oeste del grupo estadounidense de derechos civiles Act Now to Stop War and End Racism, en una reciente conferencia titulada "El rol estadounidense en Hong Kong: detrás de los titulares" en la ciudad de San Francisco, estado de California.
"Este proyecto de ley no se basa en una situación objetiva, sino en la voluntad política de aquellos en el Congreso y en la Casa Blanca", afirmó Becker.
"El llamado 'movimiento democrático' en Hong Kong debe verse como una parte integral de la estrategia para debilitar y hasta quebrar a China", dijo.
Eduardo Regalado, un investigador del Centro de Políticas Internacionales de Cuba, dijo que el proyecto de ley es una "mera interferencia e irrespeto al derecho y relaciones internacionales".
"Estados Unidos tiene un doble estándar en lo que respecta a derechos humanos y critica solo cuando le conviene", afirmó Regalado, y agregó que el proyecto de ley refleja la intención de Estados Unidos de restringir el desarrollo chino.
Ahmed Gusau Bala, ex cónsul general de Nigeria en Hong Kong, recordó haber tenido una "experiencia memorable" en la ciudad china durante su servicio allí.
Señaló que los ciudadanos de Hong Kong usualmente van a trabajar de forma pacífica y que se sorprendió al saber que este "hermoso lugar" donde trabajó y vivió felizmente se ha visto inmerso en una "desafortunada situación" poco después de que él terminara su trabajo allí.
Cada nación, incluida China, merece proteger su propia soberanía, dijo, y enfatizó que China posee todo lo necesario para terminar con la corriente violencia en Hong Kong.
"Si medios o gobiernos extranjeros toman partido, entonces lo veo sumamente desafortunado", al tiempo que la intervención extranjera en el asunto podría desacelerar el proceso de paz, agregó.
