BUENOS AIRES, 11 oct (Xinhua) -- La investigadora argentina Juliana González Jáuregui destacó este viernes la "planificación a largo plazo" de China para lograr la "tasa más rápida de reducción de la pobreza que se haya registrado en la historia mundial".
"Mediante una serie de programas pensados a tal fin, la dirigencia china ha mantenido una continuidad en su objetivo de combatir y, progresivamente, reducir los índices de pobreza", dijo la experta en entrevista con Xinhua.
González Jáuregui, magíster en Relaciones Internacionales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales - Universidad de San Andrés (Flacso-UdeSA), dijo que "es cierto que aún se mantienen grandes brechas entre ciertas regiones al interior de China, y que hay mucho que hacer en términos de acceso a la vivienda, a la educación, al agua limpia, al saneamiento y la salubridad, a la electrificación y al suministro de gas natural. Pero existe una estrategia de desarrollo nacional que, de hecho, no es nueva, sino que responde a una línea continua que se trazó cuando se dio inicio a la etapa de reformas".
"Entre los logros cumplidos en los últimos 40 años en China, desde que se inició el proceso de Reforma y Apertura, lo más impresionante, a mi modo de ver, es la velocidad en que ese cambio ocurrió. Se trata de la tasa más rápida de reducción de la pobreza que se haya registrado en la historia mundial", enfatizó la académica.
Esa velocidad, destacó, "se conjuga con un dato que, desde mi perspectiva, es clave: la planificación a largo plazo. En el marco de esa planificación nacional se incluyen programas específicos que buscan saldar las deudas de la pobreza en el país. El abordaje es integral; abarca distintas esferas que se bifurcan en un objetivo ulterior: la erradicación total para 2020, al igual que el logro de estándares de vida similares a los presentes en los países desarrollados para toda la población en 2049".
En los últimos 40 años, más de 700 millones de chinos han salido de la pobreza. Entre 2013 y 2018 el país asiático sacó de la pobreza a 82,39 millones de residentes rurales; o sea, un promedio anual de 13,73 millones de personas, cifra superior a la población entera de Grecia.
La entrevistada, doctora en Ciencias Sociales e Investigadora del Área de Relaciones Internacionales de la Flacso, comparó que "a principios de su fundación, la República Popular China era uno de los países más pobres del mundo. El cambio ha sido radical. Llama la atención la velocidad, la capacidad de reinventarse, de proyectarse a largo plazo y de proponer objetivos que, finalmente, se cumplen".
"En América Latina tenemos una larga historia de promesas incumplidas en lo que a reducción de la pobreza respecta. Los logros de parte de China en esos aspectos, por lo tanto, son admirables y pueden servir de referencia para otros países que buscan desarrollarse", sostuvo la analista, quien dirige la Cátedra de Estudios sobre China y está a cargo de un seminario sobre el país asiático en el marco de la Maestría en Relaciones Internacionales de la Flacso.
Consultada sobre el rol del gobierno chino en este proceso y sobre cómo funcionan las medidas de apoyo específico a ciertos sectores débiles, González Jáuregui dijo que "el papel del gobierno chino es crucial, es el que diseña e implementa los planes nacionales, esos que, desde hace ya décadas, han incorporado la lucha contra la pobreza como una prioridad, y han integrado su erradicación entre los objetivos que persigue el modelo de desarrollo nacional".
"Esa integración de la eliminación de la pobreza en el modelo de desarrollo dista de constituir un lema, sino una práctica real, con programas y medidas concretas, que se anuncian y se llevan a cabo. Esa es la diferencia más importante en el caso chino, respecto de otros países del mundo: el rol estatal y su 'socialismo con características chinas', es decir un modo propio, distintivo, hecho a su medida", subrayó.
La analista añadió que "en el objetivo de erradicación de la pobreza para el año próximo, el gobierno ha prestado especial atención a crear e implementar políticas para favorecer, específicamente, a las regiones postergadas del país, en aras de superar la brecha entre aquellas más ricas y las menos desarrolladas".
"A su vez, hay planes diseñados especialmente para los campesinos, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad, las minorías étnicas, los desocupados y los ancianos en situación de pobreza. Además, hay una visión integral en ese plan de erradicación, que incluye desde las áreas de salud, educación y vivienda, hasta la generación de empleo y la construcción de infraestructura", precisó.
La analista hizo hincapié en "los planes de capacitación que se han emprendido en el marco de la lucha contra la pobreza. En un principio, mediante los programas sociales, se destinaban subsidios directos a las personas en situaciones vulnerables; luego, se produjo un viraje hacia el apoyo indirecto. Aquí cabe aclarar que no se eliminaron de forma completa los subsidios y asignaciones, sino que se brindó, también, mucha atención a la capacitación de los habitantes en situación de pobreza".
"Claramente, los ancianos, que representaban un porcentaje alto de la población pobre, no podían dejar de recibir subsidios porque no pertenecen a la franja con capacidad de trabajo. Pero sí se enfatizó en capacitar a aquellos que están en edad de hacerlo, y, así, ampliar sus perspectivas de calidad de vida de cara al futuro", remarcó la investigadora.
González Jáuregui valoró que cuando el país asiático logre erradicar la pobreza el próximo año "el impacto para el resto del mundo va a ser determinante. Primero, porque dará continuidad a un fenómeno inédito: el de convertirse en el país que de forma más rápida en la historia logró eliminar un mal que aqueja a tantos millones de personas en las distintas regiones del globo. Segundo porque, de cara a sus últimos dos Planes Quinquenales, y de la mano del inicio de la 'Nueva Normalidad' en el marco del gobierno del presidente Xi Jinping, China se ha propuesto un nuevo modelo de desarrollo, ampliamente ligado a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente".
A modo de resumen, González Jáuregui afirmó que "la erradicación de la pobreza y las políticas que apuntan a generar una mejor calidad de vida, mediante medidas específicas en torno al desarrollo sostenible, de realizarse, sentarían un precedente para el resto del mundo. China sería, dado el caso, el ejemplo fehaciente de que es posible emprender una lucha de semejante connotación y envergadura, y ser exitoso en ese cometido".