COPENHAGUE, 4 oct (Xinhua) -- Se inauguró este viernes en la capital de Dinamarca una nueva pista de esquí artificial Copenhill, que es construida sobre un enorme incinerador de desechos.
Mientras el público recorre la pista de esquí de 450 metros, 450.000 toneladas de desperdicios se convierten anualmente en forma de calor y electricidad en la Planta de Incineración Amager Bakke, bajo los pies de los esquiadores.
Los arquitectos del Grupo Bjarke Ingels (BIG), quienes diseñaron Copenhill, dijeron que no habrá olores nauseabundos ni dentro de la fábrica ni sobre el techo.
"Es un gran ejemplo de lo que llamamos sustentabilidad hedonista. Subes a un elevador de vidrio donde puedes ver la fábrica al mismo tiempo", dijo David Zahle, socio de BIG, a la revista de construcción Dagens Byggeri.
Proporciona un "encuentro" no convencional entre la experiencia y el hecho de que es una fábrica en funcionamiento, agregó Zahle.
"Trabajamos con los más altos estándares ambientales y niveles de eficencia energética, además de que tenemos la planta más segura del mundo", afirmó Jacob Simonsen, director del Centro de Recursos Amager que gestiona el área de esquí, en un comunicado de prensa.