Un automóvil del sector estatal espera por pasajeros, en un acto solidario ante la numerosa concentración de personas en espera de un ómnibus, en una parada ubicada en una avenida en la barriada del Vedado, en el Municipio Plaza de la Revolución, en La Habana, capital de Cuba, el 30 de septiembre de 2019. Las medidas recién adoptadas por el Gobierno cubano ante la escasez de combustible han hallado respaldo entre la población, que ha generado un movimiento de solidaridad social para enfrentar los problemas cotidianos. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 30 sep (Xinhua) -- Las medidas recién adoptadas por el Gobierno cubano ante la escasez de combustible han hallado respaldo entre la población, que ha generado un movimiento de solidaridad social para enfrentar los problemas cotidianos.
"Son medidas buenas y necesarias", afirmó a Xinhua el sexagenario Jorge Jaime, un empleado público que esperaba un vehículo que lo acercara a su trabajo.
En una de las avenidas céntricas de La Habana, Jaime consideró que las autoridades deben incluso ser más exigentes con los choferes de vehículos estatales, "para que ayuden más a la gente en las paradas de ómnibus".
Hace dos semanas, el presidente Miguel Díaz-Canel denunció que el Gobierno de Estados Unidos trata de evitar "la llegada de combustible a Cuba; amenazan a las navieras, a las empresas de seguros que son las encargadas de asegurar estas operaciones".
La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, recrudeció en los últimos meses las sanciones del bloqueo que Washington aplica contra La Habana desde hace más de medio siglo, ahora con el argumento de que Cuba respalda al Gobierno del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
"Los choferes paran a conciencia para ver hacia dónde van las personas y poder llevarlas", afirmó Verónica García, una maestra de nivel primario.
La maestra comentó que más allá de los inconvenientes, que no son pocos, la falta de combustible ha despertado un sentimiento de solidaridad social que ayuda a paliar los problemas.
Por su parte, el obrero de la construcción, Ivo Zuaznabar, apuntó en ese sentido que "los choferes han asimilado bien el pedido del Gobierno, y por eso ya se ven más descongestionadas las paradas de los ómnibus".
"Hemos enfrentado otras situaciones de este tipo y se ha salido adelante con las medidas que se han tomado", afirmó Zuaznabar, en referencia a la dura crisis de la década de 1990, que en la isla llaman Período Especial.
Esa crisis, generada por el colapso de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), obligó a las autoridades a tomar medidas que incluyeron largos cortes de energía, algo que en esta ocasión se ha logrado evitar.
El Gobierno ha desempolvado ahora algunas de aquellas decisiones, como modificar los horarios de entrada y salida de varios centros de trabajo, desplazar la labor en las entidades que consumen mucha energía y reducir el transporte entre las provincias.
Aplicó también por primera vez el teletrabajo, que permite a algunas personas laborar desde casa para disminuir así el traslado de la gente.
En tanto, Díaz-Canel anunció que "este escenario nos obligó a aplicar oportunamente medidas coyunturales para optimizar el uso de los recursos energéticos con los que contamos en estos momentos".
El Gobierno cubano adoptó de inmediato un grupo de decisiones que incluyen la obligación a los vehículos estatales de cooperar con el transporte público, uno de los sectores más golpeados por la falta de diésel.
Así, el Ministerio de Transporte de Cuba ha situado en las principales vías habaneras los llamados "inspectores", que controlan junto con la Policía el paso de los vehículos estatales para que no viajen vacíos.
Díaz-Canel adelantó que a partir de octubre próximo se normalizará la llegada de combustible a la isla de manera gradual, aunque señaló que continuarán las medidas de ahorro, en especial del diésel que es el más deficitario.
Cuba tiene una producción de petróleo que garantiza el 47 por ciento de la generación eléctrica, por lo que debe cubrir casi todo el resto con crudo extranjero, la mayoría llegado desde Venezuela a través de un convenio bilateral.
El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social para el 2030, prevé que el 24 por ciento de la generación eléctrica de Cuba deberá provenir de fuentes renovables.