RÍO DE JANEIRO, 25 sep (Xinhua) -- El gobierno brasileño prepara una serie de cambios en la regulación del transporte marítimo para aumentar la competencia en el sector y consolidar el transporte naval, que responde apenas por el 5 por ciento del transporte de cargas del país.
La medida, que busca que el transporte marítimo de cargas sea una alternativa al de carreteras, podría incrementar hasta un 30 por ciento el sector, según calculan las empresas de transporte marítimo.
La medida más polémica que plantean los cambios del gobierno es autorizar que embarcaciones extranjeras puedan hacer cabotaje en el país.
El resto de cambios incluyen la desburocratización del sector, la reducción de impuestos de combustible para barcos y unos menores aranceles para la importación de barcos.
Actualmente, las empresas sólo pueden actuar con barcos propios construidos en Brasil, que suelen ser más caros comparados con los del exterior, o comprados fuera, también muy caros debido a los impuestos de importación.
El gobierno prepara una Medida Provisional (MP) para atraer nuevas empresas para el sector, reduciendo así los costes con este tipo de transporte.
Según datos de la Asociación Brasileña de los Armadores de Cabotaje (Abac), el 61 por ciento de las cargas en el país se transportan por carreteras. Otro 22 por ciento son transportadas en tren, mientras que el transporte fluvial es del 11 por ciento. El cabotaje, apenas representa el 5 por ciento.
La Abac calcula que el 98 por ciento del transporte marítimo de cargas en Brasil, sin contar con los grandes navíos de la estatal Petrobras, los realizan apenas ocho empresas brasileñas de gran tamaño.
"Queremos flexibilizar estas reglas para quien no puede comprar una embarcación en el país o en el exterior, para que pueda alquilar", explicó Dino Antunes Dias, secretario del Ministerio de Infraestructura.
"Nuestra intención es ampliar la competencia en el mercado de cabotaje, trabajando en nuevas alternativas de alquiler de embarcaciones, con un aumento de la oferta de cabotaje a corto plazo y con la reducción de costes", agregó.
Según la Abac, el transporte de cargas marítimo no sintió los efectos de la crisis económica brasileña y creció a un ritmo mediano del 12,8 por ciento anual desde 2010.
En mayo de 2018, durante la huelga que miles de camioneros hicieron y que paralizaron todo Brasil, el transporte marítimo de cargas ganó relevancia y destaque. En el primer trimestre de 2019, el transporte de cargas por contenedores creció un 16,8 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado.
Para Cleber Cordeiro, presidente de la Abac, el sector de transporte de cargas marítimo brasileño puede crecer todavía más con las medidas que está preparando el gobierno.
"El cabotaje de contenedores puede crecer hasta un 30 por ciento al año, pero no de un día para el otro. Esto depende de tener todas las medidas implementadas. Estimamos que para cada carga transportada en cabotaje hay otras cinco que podrían ser capturadas", explicó.
Según él, las empresas pueden beneficiarse si se abre la posibilidad de que se contraten tripulaciones extranjeras, siempre que tengan un comandante o el jefe de máquinas brasileño, para garantizar el liderazgo nacional en la tripulación.
"Las tripulaciones brasileñas cuestan cinco o seis veces más que las extranjeras", resaltó, defendiendo la abertura del mercado para empresas y barcos extranjeros.
"Ello aumentará la capacidad de alquiler pero es necesario tener también embarcaciones brasileñas, para dar la seguridad de que Brasil no se quedará sin navíos, que no se irán cuando haya un mayor mercado o reciban ofertas en otros países", concluyó.
