LA HABANA, 22 sep (Xinhua) -- El presidente cubano Miguel Díaz-Canel exigió este domingo a Estados Unidos poner fin a la hostilidad que Washington mantiene contra la isla desde hace más de 60 años.
"La política ilegal, genocida y criminal del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba debe cesar", escribió el mandatario en su cuenta en la red social Twitter.
Díaz-Canel se refirió de esa manera al bloqueo económico, comercial y financiero que Washington aplica a Cuba desde hace más de medio siglo.
El viernes último, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, presentó el informe de la isla a Naciones Unidas sobre las afectaciones que ha provocado a Cuba la hostilidad de Estados Unidos.
"Los daños acumulados por la aplicación del bloqueo en estos años, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, abarcan 92.630 millones de dólares. A precios corrientes totalizan 138.843 millones de dólares", informó Rodríguez.
Al presentar el texto en una concurrida rueda de prensa, el canciller señaló que de abril del pasado año a marzo último las pérdidas ascienden a más de 4.343 millones de dólares.
Rodríguez explicó que el informe no incluye el impacto de las últimas medidas anunciadas por la Administración Trump, que serán contabilizadas en el próximo período "por razones metodológicas y por el rigor en el registro de los datos".
El ministro indicó que con los ingresos dejados de percibir por bienes y servicios, el Producto Interno Bruto de la isla habría crecido a precios corrientes alrededor del 10 por ciento.
Esos daños justifican la presentación los próximos días 6 y 7 de noviembre, ante la Asamblea General de la ONU, de la resolución cubana "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba".
Desde hace 27 años, el texto cubano recibe el respaldo casi unánime de la comunidad internacional, que el año pasado lo aprobó con 189 votos a favor, sin abstenciones y con la oposición única de Estados Unidos e Israel.
La resolución, que no es vinculante, es ignorada por Estados Unidos.
