Por Juan Limachi
LIMA, 20 sep (xinhua) -- Emilio Siccha, un artista peruano que plasma los rostros de las calles, trabaja en el centro histórico de Lima, en el Pasaje Chabuca Granda, donde atiende a sus ocasionales clientes para retratarlos con carboncillo o témperas.
Siccha tiene como herramientas de trabajo pinceles de colores, carboncillos y témperas que le permite plasmar los semblantes de las personas que transitan por las calles estrechas detrás del Palacio de Gobierno, donde los centinelas observan con rostro adusto a los parroquianos.
Ni el estruendo de los autos y autobuses que transitan raudamente por las calles aledañas distraen a este artista peruano que trabaja sin tregua todos los días en una esquina de este emblemático pasaje.
"Hacemos retratos, retratos rápidos así al carboncillo, al carboncillo también algunas veces se hace con témpera, acuarela, casi todo diverso tipo de materiales se utiliza, por lo general hacemos retratos al paso, retratos en vivo", expresó en declaraciones a Xinhua.
Siccha es un artista heredero de los hábiles artistas prehispánicos de este país andino que tiene la habilidad de sus ancestros para esbozar con delicadeza artística los rostros de mujeres, hombres y niños, que disfrutan de un paseo dominical.
Sin embargo, él se autodefine como un artista de la calle que se ha especializado de forma autodidacta pintando cuadros, bodegones y, especialmente, rostros, con todas las expresiones emocionales posibles.
Entre sus obras, que resaltan por la frescura de los rostros, también se encuentran semblantes de niños y mujeres que en algún momento pasaron por esta calle.
"Tengo a niños que sirven como modelo para retratar, por ahí otro pintor que estaba por el pasaje Santa Rosa retratando a Camilo Sesto", resaltó.
Recordaba así la visita del recientemente desaparecido artista español, quien décadas atrás en una de sus giras por la capital peruana hizo un alto en su recorrido por el centro histórico para hacerse un retrato.
Siccha cuenta que los domingos y feriados las calles se llenan de fiesta, porque pasan familias enteras con sus vestidos domingueros y, generalmente, quieren un retrato para perennizar el recuerdo.
"Hay de todo tipo desde niños hasta mayores", detalló al referirse a los clientes que atiende en medio del jolgorio de los visitantes, entre quienes se encuentran turistas peruanos y extranjeros.
Sin embargo, entre sus clientes no todo es alegría, porque a la esquina del artista también llegan algunas personas que han perdido a sus seres queridos y quieren que les hagan un retrato, más grande.
"A veces, viene con una foto, lo que quieren es ampliar y verlos a sus seres queridos en dibujo o en pintura, se realiza también estas obras", puntualizó.
Los pinceles de este artista de la calle no tienen tregua y trazos van trazos vienen hasta recrear los rostros de la ciudad de Lima, en todas sus facetas, no tiene fronteras, de raza, credo, ideología o si es un vivo o un finado.
Siccha, quien es nacido en la región norandina de Cajamarca, desde muy joven manifestó sus cualidades como artista y, a lo largo, de su existencia, ha ido perfeccionando este oficio, hasta ser reconocido.
Entre sus logros ha realizado varias exposiciones pictóricas, colectivas e individuales, para exhibir sus obras, alcanzando el reconocimiento.
Como parte de su desarrollo integral, también participa como miembro en la Asociación Cultural Guillermo Varona, que en el centro histórico de la capital peruana agrupa a un total de 10 artistas de la calle.
