SANTIAGO, 5 sep (Xinhua) -- El proyecto de ley que busca acortar la jornada laboral semanal de los chilenos, de 45 a 40 horas, impulsado por el Partido Comunista (PC) de Chile, ha generado debate en todos los sectores políticos, sociales y económicos del país sudamericano, con la venia de la oposición, el rechazo del gobierno y la preocupación del mercado.
Esto en un contexto de incertidumbre mundial y de ralentización de la actividad económica local, según ha advertido el Banco Central.
"Tenemos que tener clara la magnitud de la reforma, en términos de lo que implica para los costos de contratación en Chile", dijo hoy el presidente de la entidad, Mario Marcel.
"Tenemos que darnos cuenta que estamos teniendo esta discusión al mismo tiempo que se discute sobre sala cuna universal, subsidio al cuidado de adultos mayores, y la reforma previsional". Todo ello con cargo al empleador, lo que aumenta los costos laborales entre un 15 y un 29 por ciento, que dobla el aumento de los salarios en los últimos cuatro años, enfatizó Marcel.
El gobierno anunció que martes que tratará de impedir que se materialice la iniciativa, en medio de la conversación que se ha formado en el Congreso y la aprobación ese día de la propuesta en la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, lo que da el pie para legislar al respecto.
El presidente, Sebastián Piñera, y parlamentarios del oficialismo aseguraron que acudirán al Tribunal Constitucional para frenar el documento, mientras la oposición celebró la votación de los diputados a favor de debatir sobre la propuesta y alcanzar acuerdos.
El Ejecutivo había lanzado en contraparte un proyecto de ley que reduce la jornada laboral semanal, de 45 a 41 horas "promedio", que dice entregar flexibilidad a los empleados, sin impactar en sus salarios ni comprometer los empleos. Aunque luego la propuesta fue retirada.
Se planteó en el documento una aplicación gradual entre 2020 y 2027, y se diferenció del proyecto del PC en la manera en que se ajusta la jornada laboral diaria, según el proyecto conservador, debe acordarse entre ambas partes. La iniciativa de la oposición propone distribuir las horas de trabajo por igual en cinco o seis días semanales.
La iniciativa fue presentada hace algunas semanas por las diputadas comunistas, Camila Vallejo y Karol Cariola, con el argumento del beneficio a la calidad de vida de las trabajadoras y trabajadores del país, junto a un aumento de la productividad.
Desde la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) han mostrado su preocupación y rechazo, a la vez que instaron al Parlamento a discutir y estudiar el texto en un "debate democrático", con cautela y con estudios al respecto. También pidieron participar en la discusión en el Congreso, con una propuesta propia.
La Central de Trabajadores de Chile (CTCh) dijo que el gremio está abierto a los dos proyectos. "Solo estamos pidiendo que la discusión se haga bien", afirmó el dirigente gremial, Arturo Martínez.
