ATENAS, 2 sep (Xinhua) -- Las autoridades de Grecia iniciaron hoy una nueva ronda de esfuerzos encaminados a evacuar el campamento para refugiados y migrantes de Moria en Lesbos y han trasladado a cientos de solicitantes de asilo al continente.
Al menos 1.400 personas abordaron dos barcos para ser reubicados en instalaciones del norte de Grecia, se indicó en un boletín de prensa del Ministerio de Protección Ciudadana de Grecia enviado por correo electrónico.
La medida forma parte de un plan de gobierno más amplio encaminado a reducir la presión sobre las islas del norte del mar Egeo que recientemente han registrado una mayor afluencia de personas procedentes de las costas de Turquía.
En un solo día de agosto, cerca de 500 personas llegaron en barco a las costas griegas desde Turquía, de acuerdo con datos de la Guardia Costera griega.
El número de personas que llegan al país ha alcanzado un nivel récord desde a primavera de 2016 cuando el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía fue firmado para frenar la afluencia de refugiados y migrantes.
Antes del acuerdo, desde principios de 2015 Grecia registró miles de llegadas al día. Más de un millón de personas cruzaron el Egeo y cientos perecieron ahogadas tratando de llegar a Europa.
La mayoría continuó su viaje a Europa hasta que se cerraron las fronteras de la ruta de los Balcanes en el invierno de 2016.
Cerca de 70.000 quedaron varados en Grecia y la afluencia ha aumentado en los últimos meses, se indicó en estadísticas de las autoridades griegas.
Debido a las demoras en los procedimientos de asilo y en la reubicación a otros países de la UE, los centros de recepción de Grecia han superado sus límites a pesar de los esfuerzos de los últimos dos años para descongestionarlos.
El campamento de Moria en Lesbos tiene una capacidad total de menos de 4.000 personas y actualmente alberga tres veces más individuos.
La situación es mejor en el continente. Sin embargo, las autoridades locales, las ONG y los habitantes que viven cerca de los campamentos establecidos sobre todo en antiguas bases militares, en donde miles de personas son alojadas en contenedores o en tiendas de campaña sin aire acondicionado, siguen quejándose de problemas como falta de agua y de recolección de basura.
