ESPECIAL: Cumbre del G7 concluye con divergencia transatlántica inevitable

Spanish.xinhuanet.com   2019-08-27 14:45:03

BIARRITZ, Francia, 27 ago (Xinhua) -- Cuando los líderes de la cumbre del Grupo de los Siete (G7) regresaron a casa el lunes después de tres días de reunión en el balneario francés de Biarritz, las preocupaciones de los productores locales de vino no desaparecieron.

Están "realmente preocupados" por los posibles aranceles de Estados Unidos sobre los vinos franceses, diciendo que son demasiado pequeños para pagar esa carga.

Tales temores reflejan las preocupaciones colectivas sobre la política de "América Primero" dentro del G7. Durante la cumbre los líderes trataron de reducir sus divergencias sobre temas como el comercio y el tratado nuclear de Irán, pero al final la ausencia de un comunicado conjunto hizo que sea difícil ocultar una brecha transatlántica.

SIN COMUNICADO CONJUNTO

Sin un comunicado conjunto, la cumbre del G7 concluyó con una declaración de una página para subrayar su "gran unidad" y el "espíritu positivo de los debates".

"Un texto tan corto implica que los miembros del G7 permanecen profundamente divididos", opinó el director ejecutivo del Centro para Estudios Europeos en la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai, Hua Xin. "Podemos imaginar las calurosas discusiones que los líderes tuvieron para formular estos párrafos".

Antes de la cumbre, el presidente francés, Emmanuel Macron, temía que no se pudiera lograr un comunicado final conjunto con todos los miembros del G7.

"Llegando a la cumbre, Macron estaba atento a muchas variables impredecibles... por lo que es posible que simplemente en términos de declaraciones ante la prensa hayan dicho que fue exitosa, aunque en general no fue tan exitosa como la quisieron hacer ver", dijo a Xinhua el director de cooperación del Grupo de Investigación del G7, Ian Stanbury.

"Debido a las fracturas entre los miembros, han hecho cualquier cosa para evitar mostrar las divisiones durante conversaciones y especialmente durante conferencias de prensa, con el fin de dar la apariencia de mayor unidad dentro del G7", comentó Stanbury.

"Por ejemplo, (el presidente estadounidense Donald) Trump no asistió a la reunión sobre el clima, y no hizo comentarios sustanciales cuando se le preguntó sobre la invitación del canciller iraní, así como los líderes dejaron a parte sus opiniones del uno al otro en aras de llegar a acuerdos", agregó.

TEMOR A UNA GUERRA COMERCIAL

Antes de la cumbre, se esperaba una distensión entre EEUU y Francia sobre los impuestos a las compañías digitales y un acuerdo comercial entre Japón y EEUU. Sin embargo, para Trump y otros líderes del G7, las divisiones sobre el comercio son difíciles de ocultar.

El impuesto digital se ha convertido recientemente en un tema espinoso entre Washington y París. En mayo, la cámara alta del parlamento de Francia dio luz verde para imponer impuestos a los gigantes de internet. Trump amenazó con agregar aranceles a los vinos franceses como represalia.

En la conferencia de prensa final el lunes, Macron dijo a los periodistas que él y Trump llegaron a "un acuerdo para superar problemas entre nosotros".

"Hemos encontrado un acuerdo que es bueno para ambas partes, puede resolver situaciones muy negativas y modernizar el sistema internacional", dijo Macron.

Pero minutos después, cuando se le preguntó si podía renunciar a la amenaza de imponer sanciones contra el vino francés, Trump tomó distancia diciendo "puedo confirmar que la Primera Dama (de EEUU) Melania ama tu vino".

Un escenario similar apareció nuevamente en breve. Cuando un periodista japonés le preguntó a Trump si podía descartar la posibilidad de aranceles estadounidenses sobre la industria automotriz de Japón, él tampoco lo confirmó.

A su llegada a Biarritz, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo a los periodistas que estaba "muy preocupado" por el conflicto comercial entre Estados Unidos y China.

"Esta no es la forma de proceder. Aparte de cualquier otra cosa, quienes apoyan los aranceles corren el riesgo de recibir la culpa de la desaceleración de la economía global", dijo.

Un día después, le dijo públicamente a Trump que Gran Bretaña está "a favor de la paz comercial en general" en lugar de una guerra comercial.

"Ciertamente (la guerra comercial) no es algo bueno para la economía mundial, ya que de repente Estados Unidos se está involucrando en un proteccionismo bastante agresivo", dijo a Xinhua Tristen Naylor, analista de relaciones internacionales en la London School of Economics y Political Science.

"Esto es antiético no solo para lo que la política económica estadounidense ha sido históricamente, sino que también es antiético para uno de los propósitos centrales del G7, un bloque que se creó en parte para combatir el proteccionismo comercial", dijo Naylor.

DIVERGENCIA SOBRE IRÁN

Los desacuerdos entre los líderes del G7 sobre el tema nuclear de Irán han sido evidentes.

Después de reunirse el lunes con la canciller alemana, Angela Merkel, Trump ofreció una rueda de prensa en la que señaló que los líderes del G7 habían discutido bastante sobre Irán y habían acordado que la república islámica no debería tener armas nucleares.

Añadió que los líderes del G7 mostraron una gran unidad, y sobre Irán habían más o menos llegado a una conclusión. Sin embargo, Merkel informó a los periodistas que "todavía se está moviendo ... hay un largo camino por recorrer".

Durante la última conferencia de prensa conjunta con Macron, Trump dijo que estaba abierto a reunirse con el presidente iraní, Hassan Rouhani, si las circunstancias fueran las correctas. Sin embargo, etiquetó a Irán como "la nación número uno del terror", denunciando el tratado JCPOA de 2015, o conocido como acuerdo nuclear iraní firmado en 2015, como un "mal acuerdo".

Por su parte, Macron dijo a los periodistas que Francia sigue siendo uno de los signatarios del JCPOA, el cual quiere ver vivo y que como una parte firmante está organizando una reunión Trump-Rouhani.

"El enfoque de la administración estadounidense sobre Irán no ha producido los resultados esperados, ya que no tuvieron en cuenta la estructura del poder político de Irán y la poca voluntad del país para renunciar a su influencia regional", dijo Bourgeot.

Mientras tanto, la declaración de la cumbre dice que "compartimos completamente dos objetivos: garantizar que Irán nunca pueda tener armas nucleares y promover la paz y la estabilidad en la región".

Hua dijo que el texto de la declaración no significa necesariamente que Estados Unidos y Europa hayan alcanzado un consenso. "El tema de Irán probablemente se desarrollará y aún puede desencadenar nuevos conflictos en el Atlántico".

"No veo ninguna concesión hecha por la administración Trump sobre el tema de Irán, o su aprobación de la postura de Europa. La brecha entre ellos sigue siendo amplia", agregó Hua.

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ESPECIAL: Cumbre del G7 concluye con divergencia transatlántica inevitable

Spanish.xinhuanet.com 2019-08-27 14:45:03

BIARRITZ, Francia, 27 ago (Xinhua) -- Cuando los líderes de la cumbre del Grupo de los Siete (G7) regresaron a casa el lunes después de tres días de reunión en el balneario francés de Biarritz, las preocupaciones de los productores locales de vino no desaparecieron.

Están "realmente preocupados" por los posibles aranceles de Estados Unidos sobre los vinos franceses, diciendo que son demasiado pequeños para pagar esa carga.

Tales temores reflejan las preocupaciones colectivas sobre la política de "América Primero" dentro del G7. Durante la cumbre los líderes trataron de reducir sus divergencias sobre temas como el comercio y el tratado nuclear de Irán, pero al final la ausencia de un comunicado conjunto hizo que sea difícil ocultar una brecha transatlántica.

SIN COMUNICADO CONJUNTO

Sin un comunicado conjunto, la cumbre del G7 concluyó con una declaración de una página para subrayar su "gran unidad" y el "espíritu positivo de los debates".

"Un texto tan corto implica que los miembros del G7 permanecen profundamente divididos", opinó el director ejecutivo del Centro para Estudios Europeos en la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai, Hua Xin. "Podemos imaginar las calurosas discusiones que los líderes tuvieron para formular estos párrafos".

Antes de la cumbre, el presidente francés, Emmanuel Macron, temía que no se pudiera lograr un comunicado final conjunto con todos los miembros del G7.

"Llegando a la cumbre, Macron estaba atento a muchas variables impredecibles... por lo que es posible que simplemente en términos de declaraciones ante la prensa hayan dicho que fue exitosa, aunque en general no fue tan exitosa como la quisieron hacer ver", dijo a Xinhua el director de cooperación del Grupo de Investigación del G7, Ian Stanbury.

"Debido a las fracturas entre los miembros, han hecho cualquier cosa para evitar mostrar las divisiones durante conversaciones y especialmente durante conferencias de prensa, con el fin de dar la apariencia de mayor unidad dentro del G7", comentó Stanbury.

"Por ejemplo, (el presidente estadounidense Donald) Trump no asistió a la reunión sobre el clima, y no hizo comentarios sustanciales cuando se le preguntó sobre la invitación del canciller iraní, así como los líderes dejaron a parte sus opiniones del uno al otro en aras de llegar a acuerdos", agregó.

TEMOR A UNA GUERRA COMERCIAL

Antes de la cumbre, se esperaba una distensión entre EEUU y Francia sobre los impuestos a las compañías digitales y un acuerdo comercial entre Japón y EEUU. Sin embargo, para Trump y otros líderes del G7, las divisiones sobre el comercio son difíciles de ocultar.

El impuesto digital se ha convertido recientemente en un tema espinoso entre Washington y París. En mayo, la cámara alta del parlamento de Francia dio luz verde para imponer impuestos a los gigantes de internet. Trump amenazó con agregar aranceles a los vinos franceses como represalia.

En la conferencia de prensa final el lunes, Macron dijo a los periodistas que él y Trump llegaron a "un acuerdo para superar problemas entre nosotros".

"Hemos encontrado un acuerdo que es bueno para ambas partes, puede resolver situaciones muy negativas y modernizar el sistema internacional", dijo Macron.

Pero minutos después, cuando se le preguntó si podía renunciar a la amenaza de imponer sanciones contra el vino francés, Trump tomó distancia diciendo "puedo confirmar que la Primera Dama (de EEUU) Melania ama tu vino".

Un escenario similar apareció nuevamente en breve. Cuando un periodista japonés le preguntó a Trump si podía descartar la posibilidad de aranceles estadounidenses sobre la industria automotriz de Japón, él tampoco lo confirmó.

A su llegada a Biarritz, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo a los periodistas que estaba "muy preocupado" por el conflicto comercial entre Estados Unidos y China.

"Esta no es la forma de proceder. Aparte de cualquier otra cosa, quienes apoyan los aranceles corren el riesgo de recibir la culpa de la desaceleración de la economía global", dijo.

Un día después, le dijo públicamente a Trump que Gran Bretaña está "a favor de la paz comercial en general" en lugar de una guerra comercial.

"Ciertamente (la guerra comercial) no es algo bueno para la economía mundial, ya que de repente Estados Unidos se está involucrando en un proteccionismo bastante agresivo", dijo a Xinhua Tristen Naylor, analista de relaciones internacionales en la London School of Economics y Political Science.

"Esto es antiético no solo para lo que la política económica estadounidense ha sido históricamente, sino que también es antiético para uno de los propósitos centrales del G7, un bloque que se creó en parte para combatir el proteccionismo comercial", dijo Naylor.

DIVERGENCIA SOBRE IRÁN

Los desacuerdos entre los líderes del G7 sobre el tema nuclear de Irán han sido evidentes.

Después de reunirse el lunes con la canciller alemana, Angela Merkel, Trump ofreció una rueda de prensa en la que señaló que los líderes del G7 habían discutido bastante sobre Irán y habían acordado que la república islámica no debería tener armas nucleares.

Añadió que los líderes del G7 mostraron una gran unidad, y sobre Irán habían más o menos llegado a una conclusión. Sin embargo, Merkel informó a los periodistas que "todavía se está moviendo ... hay un largo camino por recorrer".

Durante la última conferencia de prensa conjunta con Macron, Trump dijo que estaba abierto a reunirse con el presidente iraní, Hassan Rouhani, si las circunstancias fueran las correctas. Sin embargo, etiquetó a Irán como "la nación número uno del terror", denunciando el tratado JCPOA de 2015, o conocido como acuerdo nuclear iraní firmado en 2015, como un "mal acuerdo".

Por su parte, Macron dijo a los periodistas que Francia sigue siendo uno de los signatarios del JCPOA, el cual quiere ver vivo y que como una parte firmante está organizando una reunión Trump-Rouhani.

"El enfoque de la administración estadounidense sobre Irán no ha producido los resultados esperados, ya que no tuvieron en cuenta la estructura del poder político de Irán y la poca voluntad del país para renunciar a su influencia regional", dijo Bourgeot.

Mientras tanto, la declaración de la cumbre dice que "compartimos completamente dos objetivos: garantizar que Irán nunca pueda tener armas nucleares y promover la paz y la estabilidad en la región".

Hua dijo que el texto de la declaración no significa necesariamente que Estados Unidos y Europa hayan alcanzado un consenso. "El tema de Irán probablemente se desarrollará y aún puede desencadenar nuevos conflictos en el Atlántico".

"No veo ninguna concesión hecha por la administración Trump sobre el tema de Irán, o su aprobación de la postura de Europa. La brecha entre ellos sigue siendo amplia", agregó Hua.

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