RESUMEN: Comunidad internacional exige acciones frente a incendios en Amazonía brasileña

Spanish.xinhuanet.com   2019-08-23 14:45:03

BEIJING, 23 ago (Xinhua) -- Las impresionantes imágenes de los incendios forestales que azotaron la selva amazónica durante casi 17 días han despertado una gran conmoción en la comunidad internacional.

Personalidades de la política, organizaciones ambientalistas, ecologistas y miles de personas en las redes sociales claman por acciones para proteger el llamado pulmón del mundo.

Los efectos de estos incendios no conocen fronteras. Al daño ambiental, los pueblos originarios afectados y los animales y plantas muertos, se suma una estela de contaminación que ha sobrepasado Brasil y llegado a otros países de la región, a saber, Ecuador, Bolivia, Perú y Paraguay.

La emergencia por las conflagraciones despertó la solidaridad mundial, comenzando por la de los países vecinos como es el caso de Bolivia, donde unas 470.000 hectáreas de siete municipios de la provincia de Santa Cruz se vieron afectadas.

El presidente boliviano, Evo Morales, ha puesto en marcha un "gabinete de emergencia nacional", sumado al alquiler de un Boeing 747 para reforzar tareas de mitigación y apagado de incendios en la Chiquitanía y en toda la región oriental del país.

Autoridades peruanas informaron que una "capa fina de humo" cubrió parte del cielo de la provincia de Tambopata como consecuencia del fuego, pero como la humareda no es tan potente, las autoridades regionales no han tomado medidas de emergencia sino vigilar la calidad del aire por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología y recomendar a los niños el uso de barbijos.

Desde Quito el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, manifestó su preocupación ofreciendo apoyo y solidaridad para atender la emergencia. También en Twitter escribió: "Los incendios que destruyen la selva amazónica de Brasil, Perú, Bolivia y el Pantanal de Paraguay, alertan al mundo entero. Ecuador ofrece a los gobiernos hermanos toda su solidaridad y ayuda para lo que requieran".

En tanto, el presidente colombiano, Iván Duque, expresó su preocupación por la situación del Amazonas el jueves a través de su cuenta de Twitter, evidenciando sus intenciones de apoyar los países latinoamericanos en el manejo y control de los incendios.

"La tragedia ambiental en el Amazonas no tiene fronteras y debe llamar la atención de todos. Desde el Gobierno Nacional ofrecemos a los países hermanos nuestro apoyo para trabajar conjuntamente en un propósito que nos urge: proteger el pulmón del mundo", publicó el mandatario.

Incluso su ministro de Medio Ambiente, Ricardo José Lozano, propuso a sus homólogos de Brasil, Bolivia, Ecuador y Perú realizar un "proyecto conjunto" de prevención frente a la catástrofe ambiental "y para avanzar en la prevención de los incendios forestales en el Amazonas y construir una agenda conjunta frente a los efectos del cambio climático, la deforestación y la degradación de esa zona".

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, se comunicó el jueves personalmente con Jair Bolsonaro y Evo Morales para ofrecerles su disposición de brindar ayuda para enfrentar la catástrofe, poniendo a disposición de sus homólogos sudamericanos los recursos aéreos y de todo tipo chilenos.

Varios actores internacionales también se manifestaron sobre la grave situación del Amazonas.

El presidente francés, Emannuel Macron, catalogó el jueves a la escena de "crisis internacional" e invitó a los miembros del G7 a incluir el tema en su agenda, con el argumento de que "nuestra casa se está quemando, literalmente. La Amazonía, pulmón de nuestro planeta que produce 20 por ciento de nuestro oxígeno, está en llamas".

Tras estas declaraciones, su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, acusó a Macron de colonialista. "La sugerencia del presidente francés de que los temas amazónicos se discutan en el G7 sin la participación de los países de la región evoca una mentalidad colonialista equivocada en el siglo XXI", escribió el gobernante en su cuenta de Twitter.

La situación también preocupó al secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha tuiteado el jueves que "en medio de la crisis climática mundial, no podemos permitirnos más daño a una gran fuente de oxígeno y biodiversidad. La Amazonía debe ser protegida".

A su vez, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), vinculada a la ONU, emitió una declaración advirtiendo sobre el impacto de los incendios forestales en el cambio climático y defendiendo el uso de sistemas de monitoreo satelital para guiar las acciones contra la quema indiscriminada.

Las críticas contra el gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a quien se acusa de minimizar el problema, no se han hecho esperar.

Su posición de responsabilizar a las altas temperaturas y el tiempo seco por los incendios ha sido puesta en tela de juicio por varios sectores, entre ellos el Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas, cuyos análisis demostrarían que los fuegos de este año no tienen relación con la temporada de sequía como ocurrió en 2016 sino con la tala de bosques.

Bolsonaro negó que sus políticas fueran las culpables de los incendios e insinuó, por el contrario, que son las organizaciones no gubernamentales quienes podrían estar causándolos.

"Puede haber una acción criminal por parte de esas ONG para llamar la atención precisamente contra mí, contra el Gobierno de Brasil. Esta es la guerra a la que nos enfrentamos", señaló el gobernante.

Tras los dichos del presidente brasileño, Amazon Watch vinculó la devastación de los bosques al discurso "antiambiental" de Bolsonaro, a quien acusan de ser partidario de explotar la zona en favor del agronegocio.

"Los agricultores y los ganaderos entienden el mensaje del presidente como una licencia para provocar incendios intencionados con total impunidad, con el fin de expandir fuertemente sus operaciones en la selva", publicaron.

Raúl do Valle, director de Justicia Socio-ambiental de WWF Brasil, también salió a la defensa de las ONG ante las insinuaciones de Bolsonaro.

"Es una declaración absolutamente frívola e irresponsable que tiene un objetivo muy claro: desviar la atención de lo que realmente importa" a la hora de tomar medidas que reduzcan la deforestación.

Al día de hoy, más de medio centenar de organizaciones no gubernamentales han llamado a realizar protestas callejeras y a poner en juego el discurso del presidente brasileño.

En Brasil, se organizaron marchas para este fin semana en al menos ocho ciudades. La principal, con el lema "Todos por la Amazonía", está prevista en la playa de Ipanema, en Río de Janeiro.

Sumada a esta propuesta, la red global de Juventudes por el Clima llamó a manifestarse frente a las sedes diplomáticas de Brasil en todo el mundo para rechazar "las políticas del gobierno brasileño que aceleran enormemente la crisis climática".

Y algunos grupos ambientalistas ecuatorianos también convocaron para este viernes un "plantón" en los exteriores de la Embajada de Brasil en Quito, para exigir al Gobierno de Brasilia, y a otros de la región, la aplicación de "medidas urgentes" para controlar y evitar los incendios.

Según el estatal Instituto Nacional de Investigaciones Especiales de Brasil, la Amazonía ha perdido 5.879 kilómetros cuadrados en los últimos 12 meses, el equivalente a un 40 por ciento más que hace un año. Además, comunicó la misma entidad, el número de incendios ha crecido en un 83 por ciento con respecto a los primeros ocho meses del año pasado.

La grave situación en la Amazonía, que según algunos representa el 20 por ciento del oxígeno para los seres humanos y alberga tres mil especies diferentes de árboles, ha despertado la solidaridad mundial en redes sociales con la etiqueta PrayForAmazonas (RezaPorAmazonas).

La selva tropical amazónica, la más grande del mundo y santuario de biodiversidad, es una parte vital de la lucha contra el calentamiento global debido a su capacidad de absorber dióxido de carbono.

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Spanish.xinhuanet.com 2019-08-23 14:45:03

BEIJING, 23 ago (Xinhua) -- Las impresionantes imágenes de los incendios forestales que azotaron la selva amazónica durante casi 17 días han despertado una gran conmoción en la comunidad internacional.

Personalidades de la política, organizaciones ambientalistas, ecologistas y miles de personas en las redes sociales claman por acciones para proteger el llamado pulmón del mundo.

Los efectos de estos incendios no conocen fronteras. Al daño ambiental, los pueblos originarios afectados y los animales y plantas muertos, se suma una estela de contaminación que ha sobrepasado Brasil y llegado a otros países de la región, a saber, Ecuador, Bolivia, Perú y Paraguay.

La emergencia por las conflagraciones despertó la solidaridad mundial, comenzando por la de los países vecinos como es el caso de Bolivia, donde unas 470.000 hectáreas de siete municipios de la provincia de Santa Cruz se vieron afectadas.

El presidente boliviano, Evo Morales, ha puesto en marcha un "gabinete de emergencia nacional", sumado al alquiler de un Boeing 747 para reforzar tareas de mitigación y apagado de incendios en la Chiquitanía y en toda la región oriental del país.

Autoridades peruanas informaron que una "capa fina de humo" cubrió parte del cielo de la provincia de Tambopata como consecuencia del fuego, pero como la humareda no es tan potente, las autoridades regionales no han tomado medidas de emergencia sino vigilar la calidad del aire por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología y recomendar a los niños el uso de barbijos.

Desde Quito el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, manifestó su preocupación ofreciendo apoyo y solidaridad para atender la emergencia. También en Twitter escribió: "Los incendios que destruyen la selva amazónica de Brasil, Perú, Bolivia y el Pantanal de Paraguay, alertan al mundo entero. Ecuador ofrece a los gobiernos hermanos toda su solidaridad y ayuda para lo que requieran".

En tanto, el presidente colombiano, Iván Duque, expresó su preocupación por la situación del Amazonas el jueves a través de su cuenta de Twitter, evidenciando sus intenciones de apoyar los países latinoamericanos en el manejo y control de los incendios.

"La tragedia ambiental en el Amazonas no tiene fronteras y debe llamar la atención de todos. Desde el Gobierno Nacional ofrecemos a los países hermanos nuestro apoyo para trabajar conjuntamente en un propósito que nos urge: proteger el pulmón del mundo", publicó el mandatario.

Incluso su ministro de Medio Ambiente, Ricardo José Lozano, propuso a sus homólogos de Brasil, Bolivia, Ecuador y Perú realizar un "proyecto conjunto" de prevención frente a la catástrofe ambiental "y para avanzar en la prevención de los incendios forestales en el Amazonas y construir una agenda conjunta frente a los efectos del cambio climático, la deforestación y la degradación de esa zona".

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, se comunicó el jueves personalmente con Jair Bolsonaro y Evo Morales para ofrecerles su disposición de brindar ayuda para enfrentar la catástrofe, poniendo a disposición de sus homólogos sudamericanos los recursos aéreos y de todo tipo chilenos.

Varios actores internacionales también se manifestaron sobre la grave situación del Amazonas.

El presidente francés, Emannuel Macron, catalogó el jueves a la escena de "crisis internacional" e invitó a los miembros del G7 a incluir el tema en su agenda, con el argumento de que "nuestra casa se está quemando, literalmente. La Amazonía, pulmón de nuestro planeta que produce 20 por ciento de nuestro oxígeno, está en llamas".

Tras estas declaraciones, su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, acusó a Macron de colonialista. "La sugerencia del presidente francés de que los temas amazónicos se discutan en el G7 sin la participación de los países de la región evoca una mentalidad colonialista equivocada en el siglo XXI", escribió el gobernante en su cuenta de Twitter.

La situación también preocupó al secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha tuiteado el jueves que "en medio de la crisis climática mundial, no podemos permitirnos más daño a una gran fuente de oxígeno y biodiversidad. La Amazonía debe ser protegida".

A su vez, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), vinculada a la ONU, emitió una declaración advirtiendo sobre el impacto de los incendios forestales en el cambio climático y defendiendo el uso de sistemas de monitoreo satelital para guiar las acciones contra la quema indiscriminada.

Las críticas contra el gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a quien se acusa de minimizar el problema, no se han hecho esperar.

Su posición de responsabilizar a las altas temperaturas y el tiempo seco por los incendios ha sido puesta en tela de juicio por varios sectores, entre ellos el Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas, cuyos análisis demostrarían que los fuegos de este año no tienen relación con la temporada de sequía como ocurrió en 2016 sino con la tala de bosques.

Bolsonaro negó que sus políticas fueran las culpables de los incendios e insinuó, por el contrario, que son las organizaciones no gubernamentales quienes podrían estar causándolos.

"Puede haber una acción criminal por parte de esas ONG para llamar la atención precisamente contra mí, contra el Gobierno de Brasil. Esta es la guerra a la que nos enfrentamos", señaló el gobernante.

Tras los dichos del presidente brasileño, Amazon Watch vinculó la devastación de los bosques al discurso "antiambiental" de Bolsonaro, a quien acusan de ser partidario de explotar la zona en favor del agronegocio.

"Los agricultores y los ganaderos entienden el mensaje del presidente como una licencia para provocar incendios intencionados con total impunidad, con el fin de expandir fuertemente sus operaciones en la selva", publicaron.

Raúl do Valle, director de Justicia Socio-ambiental de WWF Brasil, también salió a la defensa de las ONG ante las insinuaciones de Bolsonaro.

"Es una declaración absolutamente frívola e irresponsable que tiene un objetivo muy claro: desviar la atención de lo que realmente importa" a la hora de tomar medidas que reduzcan la deforestación.

Al día de hoy, más de medio centenar de organizaciones no gubernamentales han llamado a realizar protestas callejeras y a poner en juego el discurso del presidente brasileño.

En Brasil, se organizaron marchas para este fin semana en al menos ocho ciudades. La principal, con el lema "Todos por la Amazonía", está prevista en la playa de Ipanema, en Río de Janeiro.

Sumada a esta propuesta, la red global de Juventudes por el Clima llamó a manifestarse frente a las sedes diplomáticas de Brasil en todo el mundo para rechazar "las políticas del gobierno brasileño que aceleran enormemente la crisis climática".

Y algunos grupos ambientalistas ecuatorianos también convocaron para este viernes un "plantón" en los exteriores de la Embajada de Brasil en Quito, para exigir al Gobierno de Brasilia, y a otros de la región, la aplicación de "medidas urgentes" para controlar y evitar los incendios.

Según el estatal Instituto Nacional de Investigaciones Especiales de Brasil, la Amazonía ha perdido 5.879 kilómetros cuadrados en los últimos 12 meses, el equivalente a un 40 por ciento más que hace un año. Además, comunicó la misma entidad, el número de incendios ha crecido en un 83 por ciento con respecto a los primeros ocho meses del año pasado.

La grave situación en la Amazonía, que según algunos representa el 20 por ciento del oxígeno para los seres humanos y alberga tres mil especies diferentes de árboles, ha despertado la solidaridad mundial en redes sociales con la etiqueta PrayForAmazonas (RezaPorAmazonas).

La selva tropical amazónica, la más grande del mundo y santuario de biodiversidad, es una parte vital de la lucha contra el calentamiento global debido a su capacidad de absorber dióxido de carbono.

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