Imagen del 28 de noviembre de 2017 de un empleado trabajando en la fábrica de Agrícola Garcés, en Mostazal, Chile. Un 82 por ciento de las cerezas que produce la empresa se exportan a China.
NANJING, 15 ago (Xinhua) -- La competencia internacional por el mercado chino de las cerezas se está notando este verano, en el que los consumidores locales disponen de más opciones y mejor relación calidad-precio.
Las cerezas norteamericanas venían teniendo buena acogida en el mercado chino en los últimos veranos. Pero este año, con la llegada a la metrópoli de Shanghai de productos de Kirguistán, Turquía o Uzbekistán, países participantes en la Franja y la Ruta, las cestas de la fruta de los chinos han adquirido un sabor cosmopolita.
Zhang Miaomiao, residente de Shanghai, siempre consume cerezas chinas durante la primavera y el inicio del verano y estadounidenses y canadienses en la temporada de más calor. "Este año he visto cerezas turcas en el mercado y voy a probarlas", anuncia.
Turquía exportó por primera vez cerezas a China en 2017, pero la cantidad no fue alta debido a los requisitos de cuarentena y las condiciones de transporte y almacenamiento. Últimamente, China ha relajado los requisitos de tratamiento frigorífico, que obliga a mantener las frutas a entre 0 y 1 grados centígrados durante 16 días, y ha permitido la entrada de las cerezas turcas después de un tratamiento de fumigación, lo que ha reducido mucho los costes económicos y de tiempo de los exportadores otomanos.
Mientras tanto, la importación de cerezas frescas uzbecas y kirguisas a través de Shanghai durante los primeros seis meses fue casi 50 veces la suma de la de ambos países en el año pasado.
Las cerezas de Turquía suelen exportarse a los mercados europeos pero en el mercado chino han crecido mucho en los últimos años y tienen mucho potencial, según el empresario turco Ihsan Beser.
La fricción comercial entre China y Estados Unidos también se ha notado. "Los aranceles sobre las cerezas estadounidenses experimentaron dos rondas de subidas hasta el 40 por ciento, así que las importaciones bajaron en la misma proporción en 2018", indica Huang Xianhua, gerente general de la Corporación de Importación y Exportación Ouheng de Zhejiang.
"Mientras tanto, las cerezas de Turquía y y otros países a lo largo de la Franja y la Ruta aumentaron rápidamente y sus precios son casi la mitad. Ahora tienen que superar la prueba de calidad del mercado, y mientras tanto su cuota sigue siendo menor", opina Huang.
Estos acontecimientos han "apretujado" el calendario de las cerezas de los consumidores chinos, que empieza en noviembre y se extiende hasta febrero y marzo con las frutas de Chile y Nueva Zelanda, sigue entre abril y junio con las locales, de Shandong y Liaoning, y culmina desde finales de primavera hasta finales de verano con las estadounidenses y canadienses y las turcas y centroasiáticas.
Imagen del 12 de junio de 2019 de personas descargando cerezas importadas de los países de Asia Central en la oficina de aduanas del Aeropuerto Internacional de Diwopu, en Urumqi, en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste de China.
De acuerdo con las aduanas chinas, el valor de importación de las cerezas fue en 2018 el mayor entre las frutas frescas, con 1.300 millones de dólares, lo que supuso un aumento interanual del 169,42 por ciento, y un peso total de 186.000 toneladas, un 182,82 por ciento más. Estas importaciones llegaron principalmente de Chile, Estados Unidos y Canadá.
Hernán Garcés, director general de la filial de Shanghai de la firma chilena Garces Fruit, indica que la apertura del mercado chino a Chile llevó a la matriz a aumentar la superficie de cultivo de cerezas desde las 80 hectáreas en la década de los año 80 hasta las más de 2.000 actuales, y que el negocio con China supone el 70 por ciento del total de la compañía.
Garcés comprobó el gran potencial del mercado chino tras pasar más de un año en el país asiático y asegura que apostarán por la calidad para satisfacer a los consumidores chinos y cooperar a largo plazo con sus socios del país asiático.
"Durante las temporadas de producción 2017-2018, los chinos consumieron en torno a 160.000 toneladas de cerezas chilenas", apunta Huang, quien informa de que en los últimos años cada vez más comerciantes chinos van a Chile a buscar socios y más y más exportadores chilenos se quedan largo tiempo en China.
El gerente adjunto del Mercado de Frutas Zhongcai de Nanjing, Wu Ping'an, considera que los consumidores chinos se han especializado progresivamente y ahora siempre preguntan sobre el origen, la variedad, la dulzura y el sabor al seleccionar las cerezas.
"El de China es el mayor mercado único del mundo y será el mayor mercado de consumo dado el rápido crecimiento de los ingresos de los chinos. Todo el mundo quiere entrar. Nosotros explicamos a los exportadores extranjeros que se enfrentan a una competencia internacional y sólo las frutas de alta calidad pueden conseguir buenos resultados", advierte Huang.
"Que haya una abundante oferta de frutas, de más orígenes y variedades, conlleva que mejore la calidad y se racionalicen los precios", resume.
