ANGRA DOS REIS, Brasil, 2 ago (Xinhua) -- China puede ser un socio en la construcción de la fase final de la central nuclear Angra 3, un complejo de tres centrales, en el que dos ya están en operación, situado en el municipio de Angra dos Reis, unos 200 kilómetros al sur de Río de Janeiro, según el presidente de Eletronuclear.
Las obras, que ya superaron el 60 por ciento de su finalización, están paralizadas desde 2015 y ya consumieron 9.000 millones de reales (unos 2.350 millones de dólares).
Para finalizar el proyecto, serán necesarios otros 15.000 millones de reales (3.900 millones de dólares) y por lo tanto, Eletronuclear, la empresa estatal brasileña responsable de las obras, espera atraer socios extranjeros.
Este año, Eletronuclear realizó un estudio de mercado con 11 empresas sobre una evaluación en relación al proyecto de Angra 3, y según el presidente de la estatal, Leonam Guimarães, tres mostraron un especial interés: la China National Nuclear Corporation (CNNC), la rusa Rosatom y la francesa EDF.
Guimarães cree que las obras pueden empezar en 2020 y la intención es concluir los trabajos en 2025, con lo que la comercialización de energía empezaría en 2026.
Hoy en día, Angra 1 y Angra 2 abastecen el 40 por ciento de la energía del estado de Río de Janeiro, lo que corresponde al 3 por ciento de la generación de energía que entra en el sistema brasileño.
China, además de ser un potencial socio para el negocio, ya mantiene conversas de rutina con Eletronuclear, a cambio de experiencias y discusiones sobre el mercado. Según Guimarães, el país asiático es fundamental en el entendimiento público sobre los potenciales de la energía nuclear y su potencial.
"En China, la energía nuclear es fundamental para garantizar una matriz energética más limpia, que pretende ser cada vez menos dependiente del carbón, uno de los motivos de la polución del aire que el país asiático quiere eliminar", comentó Guimarães.
Según el presidente de Eletronuclear, hoy en día hay 57 centrales nucleares en construcción en todo el mundo, principalmente en China. En Brasil, los chinos estarían interesados en conocer nuevos proyectos potenciales, además del de Angra 3, afirmó el ejecutivo.
"La energía nuclear no tiene emisión de carbono, tiene un bajo impacto ambiental, utiliza poco espacio físico y tiene una generación firme, sin estar sujeta a oscilaciones en el abastecimiento provocadas por factores externos, como las condiciones climáticas", explicó Guimarães.
La asociación público-privada no debe significar la privatización o el control de otro grupo que no sea el gobierno brasileño. Según la Constitución brasileña, el gobierno tiene que ser mayoritario en relación a la energía nuclear producida en el país.
