BEIJING, 22 jul (Xinhua) -- El plan de EEUU de que México sea un tercer país seguro, una de las principales disputas entre ambos países en materia migratoria, quedó por el momento aparcado tras la reunión que mantuvieron el domingo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Un día antes de que se cumpliese el plazo de 45 días fijado en el acuerdo migratorio que ambos países firmaron el pasado 7 de junio, Ebrard señaló, tras la reunión con Pompeo, que su país "no considera necesario iniciar ningún tipo de negociación con respecto a un eventual acuerdo de tercer país seguro entre México y Estados Unidos".
¿QUÉ ES UN TERCER PAÍS SEGURO?
Se trata de una modalidad del derecho de asilo estipulada en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados firmado en la ciudad suiza de Ginebra en 1951 para atender a los refugiados europeos de la posguerra.
Implica que cuando una persona abandona su país, huyendo por ejemplo de la violencia o de crisis económicas, para pedir asilo en otro, este puede negarse y remitirla a otro país que considere "seguro" y por el que el refugiado haya pasado con anterioridad en su periplo, siempre que haya un acuerdo entre ambos países al respecto.
Para ser país seguro, explica la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), es necesario cumplir ciertas condiciones. Entre ellas, que el Gobierno del país "seguro" garantice que los solicitantes de asilo no van a ser devueltos a su lugar de origen, además de asegurarles derechos como vivienda, seguridad social, servicios médicos, empleo y educación.
Estos convenios tienen como propósito aliviar la carga de los países que reciben más peticiones de asilo y redistribuir así a los solicitantes de forma más equitativa.
La Unión Europea firmó en 2016 un acuerdo de este tipo con Turquía para contener a la avalancha de refugiados de Medio Oriente que estaban entrando al continente europeo desde las costas turcas y a través de las islas griegas en el mar Egeo.
En la actualidad, Washington solo cuenta con un acuerdo específico al respecto con Canadá, pero desde hace tiempo pretende hacer lo mismo no solo con México, sino también con Guatemala.
MÉXICO Y GUATEMALA, ¿PAÍSES SEGUROS?
México se ha resistido con uñas y dientes a entablar un acuerdo de país seguro con Estados Unidos y, tras la reunión entre Ebrard y Pompeo, ha conseguido dejarlo fuera de la mesa, al menos por el momento.
EEUU pretende además sellar un acuerdo de tercer país seguro con Guatemala y ha mantenido ya negociaciones al respecto con el Gobierno del país, encabezado por el presidente Jimmy Morales.
No obstante, la Corte de Constitucionalidad guatemalteca ha advertido a Morales que no puede asumir la decisión en nombre del Estado de constituir el territorio nacional en tercer país seguro, sino que es el Congreso el que debe aprobarla y ratificarla.
Además de la necesidad de convenios bilaterales aprobados por los Parlamentos respectivos, el quid de la cuestión está en si México y Guatemala pueden ser considerados países seguros, algo que expertos, organizaciones internacionales y responsables políticos ponen en entredicho.
Ninguno de los dos países, consideran, tienen la infraestructura suficiente para atender a los solicitantes de asilo ni tampoco pueden garantizar la seguridad, debido a sus altas tasas de homicidios, por ejemplo, en las ciudades fronterizas mexicanas.
"Sería un desastre para México porque no tiene la capacidad de recibir y procesar los casos de estos miles de centroamericanos que buscan asilo en Estados Unidos, porque es allí donde tienen a sus familias y se sienten más a salvo", explicó en su cuenta de Twitter Laura Carlsen, directora del Programa de las Américas del Centro para la Política Internacional, un laboratorio de ideas de EEUU.
En una entrevista publicada en junio en el diario Prensa Libre, Giovanni Filippo Bassu, representante regional para Centroamérica y Cuba de ACNUR, explicó que la capacidad de Guatemala para procesar solicitudes de asilo es bastante limitada y consideró que hace falta "capacitación, preparación, planes de contingencia y cierto tiempo para prepararse".
"El Estado necesita estar en la condición de dar protección a una persona solicitante de refugio. La protección de sus derechos humanos y su seguridad son requisitos básicos, entonces, todos los Estados que ofrecen ser países de asilo tienen que ofrecer eso", afirmó.
¿TRATA EEUU DE IMPONER EL ESTATUS DE TERCER PAÍS SEGURO?
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, se reunió este domingo en la ciudad de México con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien valoró los progresos mexicanos en el control de la migración irregular desde Centroamérica, pero no dio palabra definitiva sobre la disputa alrededor del estatus de "tercer país seguro".
"En materia migratoria, el secretario Pompeo reconoció los significativos avances de los operativos mexicanos, en cumplimiento con el acuerdo entre ambos países alcanzado el 7 de junio en Washington", expuso la Cancillería mexicana en un comunicado.
Según la misma fuente, Ebrard puntualizó que por ello "no considera necesario iniciar ningún tipo de negociación con respecto a un eventual acuerdo de 'tercer país seguro' entre México y Estados Unidos".
Sin embargo, Pompeo dijo en la conferencia de prensa celebrada en San Salvador el mismo día que "aún hay mucho más trabajo que hacer", explicando que él mismo va a hablar con el presidente estadounidense, Donald Trump, y su equipo en Washington y el Gobierno decidirá los siguientes pasos.
La semana pasada, Trump atizó el fuego sobre el asunto con una nueva medida que impide otorgar asilo a los inmigrantes que no lo soliciten antes en un tercer país seguro, lo que es considerado por muchos como una imposición unilateral de ese estatus.
"Un extranjero que entre o intente entrar a EEUU a través de la frontera sur después de no haber solicitado protección en un tercer país fuera de sus países de ciudadanía, nacionalidad o de última residencia legal habitual que hubiese transitado en camino a EEUU no es apto para asilo", señaló la orden.
Las reacciones no se hicieron esperar y varias organizaciones civiles, entre ellas la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), interpusieron una demanda ante un tribunal de California.
La demanda argumenta que, según la legislación estadounidense, no se puede exigir a los solicitantes de asilo que busquen protección en otro país, salvo que se den dos condiciones: que Estados Unidos tenga un acuerdo de "tercer país seguro" con ese Estado o cuando el solicitante se haya reasentado en otro país.
También ACNUR ha expresado su "profunda preocupación" ante la nueva normativa porque "pondrá en riesgo a personas vulnerables que necesitan protección internacional y que huyen de sus países por la violencia o la persecución", declaró en un comunicado de prensa el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
"Estamos profundamente preocupados por esta medida, que pondrá a familias vulnerables en situación de riesgo y minará los esfuerzos que están realizando los países en toda la región para la puesta en marcha de respuestas colectivas y coherentes que tanto se necesitan. Se trata de una medida muy dura y no es el mejor camino a seguir", dijo.
El presidente de la Cámara de Diputados de México, Porfirio Muñoz Ledo, legislador del partido oficial Morena, advirtió de que la nueva medida "configura a México como tercer país seguro" de forma unilateral.
La intención de Trump en su ley "prohíbe el asilo en Estados Unidos a personas que hayan ingresado (por México). Eso significa tercer país seguro", enfatizó. Ante ello, comentó, debe realizarse una negociación bilateral, "en la cual México debe hacer valer los acuerdos internacionales y los bilaterales".