Por Noemí Galbán
LA HABANA, 17 jul (Xinhua) -- Durante casi una década, el proyecto "Tocando la luz" ha permitido que las personas ciegas y débiles visuales de Cuba disfruten a plenitud de más de un centenar de películas, en su mayoría producidas en el país, y conozcan las novedades cinematográficas de otras latitudes.
Se trata de un cine club inclusivo, con un sistema de audio descripción, diseñado para expandir las oportunidades de quienes tienen alguna discapacidad visual y anhelan conocer el mundo a través del séptimo arte.
Tal es el caso de Luis Ceballos, un habanero de 50 años que quedó completamente ciego a los seis meses de nacido, debido a complicaciones médicas por un parto prematuro.
Como él mismo bromea al conversar con Xinhua, siempre ha estado "apurado" en la vida y a tono con lo que sucede a su alrededor, por eso fue de los primeros en acudir hace ocho años a la primera edición de "Tocando la luz".
Desde entonces, es un fiel espectador de los filmes que con el sistema de audio descripción se proyectan cada semana de este verano y con una frecuencia mensual el resto del año, en una de las salas del céntrico Multicine Infanta de la capital caribeña.
"Este proyecto me ha aportado vivir muy diversas emociones, y el hecho de entender plenamente películas que había presenciado anteriormente bajo el sistema de proyección convencional", resaltó Ceballos.
Dentro de estos filmes mencionó al clásico cubano "Memorias del subdesarrollo" del director Tomás Gutiérrez Alea, con el que, luego de disfrutar con audio descripción, se sintió más identificado, sobre todo con el protagonista del largometraje, y le ratificó por qué es su película favorita.
"La más reciente fue la multipremiada ´Roma´ del mexicano Alfonso Cuarón que me sobrecogió. Fue una experiencia que me marcó como a hierro y fuego (...) me removió en lo profundo porque analiza una serie de aristas del comportamiento humano, es algo fenomenal", opinó.
Ceballos es trabajador del centro cultural y recreativo de la Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales de Cuba (ANCI), una organización que agrupa a las personas con esta discapacidad.
Es uno de los más fervientes admiradores del cine club ideado para invidentes como él, porque les ofrece la posibilidad de comprender secuencias, acciones y emociones reflejados en los filmes que en muchas ocasiones resultan un enigma para los débiles visuales.
"La audio descripción me ha dado la posibilidad de enriquecer la visión interior y personal que tenía de muchas películas", platicó a Xinhua.
"Ha sido una experiencia maravillosa para mí poder tocar la luz, poder estar en contacto con el mundo del cine del cual he tenido referencias desde niño", abundó.
Para Emilia Muñoz, una cubana de 55 años de edad, presidenta de la ANCI en el municipio de Guanabacoa, ubicado en el sureste de la capital, el proyecto fue un reencuentro con el cine y lo que representaba para ella en su niñez y adolescencia.
A partir de los 16 años fue perdiendo gradualmente la visión central producto de una dolencia congénita, y decidió alejarse de uno de sus pasatiempos favoritos.
"Me gustaba mucho ir al cine, estar en las salas, ver las grandes pantallas, el ambiente que se respira en el cine. Era algo que anhelaba porque pasé muchos años sin visitar un cine por mi enfermedad, lo añoraba mucho y por eso no me pierdo un cine club", dijo.
Muñoz comentó a Xinhua que una de las vivencias más emocionantes fue cuando invitó a su madre e hija a una proyección de "Tocando la luz", ocasión en que compartió la experiencia con ellas y se conmovió al presenciar la reacción de ambas.
"Se sintió bien en aquella ocasión y en todas porque los más mínimos detalles, una seña, un gesto, un automóvil que va por la carretera que no podemos ver, con la audio descripción conocemos qué ocurre. Es el complemento para interiorizar toda la trama de la película", aseveró.
Igualmente satisfecho se mostró Jorge Alberto González, creador de esta iniciativa que ha brindado desde 2011 la posibilidad a más de 6.500 ciegos y débiles visuales de deleitarse con 110 filmes adaptados al sistema de audio descripción, donde pueden escuchar a través de un locutor todo cuanto sucede en la pantalla.
"Soy un admirador del cine, creo que puede ayudar a que las personas crezcan, eleven su nivel cultural, y me pareció muy bueno que las personas con discapacidad tuvieran este espacio para socializar, que ellos vengan, se encuentren y tengan temas para conversar", indicó.
González es especialista del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), y hace 15 años organizó la primera proyección de una película con audio descripción en Cuba.
Al finalizar, los comentarios de los asistentes lo impresionaron, y por ello se dio a la tarea de concebir un proyecto inclusivo y sistemático que permitiera a los discapacitados de Cuba participar, entender y enfrentar la vida de una forma diferente mediante el cine.
"Creo que es importante no mirar sólo para adelante, sino a ambos lados, y las personas ciegas y débiles visuales están hacia los lados, es cooperar (...) darles cultura, vocabulario, modos de ver la realidad que nos circunda", señaló.
Gracias a su empeño por preservar esta idea auspiciada por la ANCI, el ICAIC de manera conjunta con el departamento de doblaje y subtitulaje del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), asumieron la responsabilidad de hacer los guiones, la audio descripción, mezclas y todo el trabajo técnico que se requiere.
"Tocando la luz" se ha expandido por el país desde el año pasado, cuando en varias provincias del interior se realizó cine club, donde fueron proyectadas desde las películas clásicas cubanas de los años 60 hasta las más recientes.