BEIJING, 1 jul (Xinhua) -- Bajo la influencia de la pequeña científica china Yan Ping, el alto y poderoso yak negro, con un peso de 400 kilos, es tan obediente como un cordero.
A diferencia de otros yak, este carece de cuernos. Se trata de una nueva raza desarrollada por Yan y su equipo del Instituto de Ciencias Farmacéuticas y Agropecuarias de Lanzhou, subordinado a la Academia de Ciencias Agrícolas de China.
Se espera que el desarrollo de esta variante genética de yak ayude a salir de la pobreza a los pastores de la meseta Qinghai-Tíbet, conocida como el "techo del mundo".
El equipo de Yan trabajó junto con la Granja Reproductora de Yak de Datong, en la provincia noroccidental china de Qinghai, y les tomó 20 años desarrollar la raza Ashidan, nombrada en honor a una montaña que se alza sobre la granja.
"El yak Ashidan no tiene cuernos y posee un temperamento apacible, lo que hace más sencillo mantenerlo y alimentarlo en establos", explicó Yan.
"Está mejor adaptado para la crianza a gran escala en las frías y áridas regiones alpinas de China. Así podemos hacer un uso pleno de las potencialidades de alimentación en las zonas alpinas y semi-agrícolas y semi-pastorales de la meseta Qinghai-Tíbet", añadió.
La científica señaló que la manera tradicional en la meseta Qinghai-Tíbet es criar a los yak al pastoreo durante determinadas estaciones, pero ahora se puede incluir también la alimentación suplementaria y la crianza bajo techo.
Entre el seis y el siete por ciento de los yak en Qinghai carecen de cuernos de manera natural. Estos fueron seleccionados para el programa de crianza. Los científicos identificaron los genes relacionados con los cuernos y desarrollaron la variante Ashidan utilizando tecnología de reproducción molecular.
Todos los Ashidan cuentan con un físico y apariencia similares y son genéticamente estables, precisó Yan.
De acuerdo con el equipo de investigación, bajo las mismas condiciones de alimentación, la tasa de supervivencia reproductiva del yak Ashidan es de 59,98 por ciento, un 11,72 por ciento más que los yak locales. Entretanto, su mortalidad es de 1,24 por ciento, un 4,32 por ciento menos que las razas tradicionales.
El Ashidan fue desarrollado también para aumentar la producción de carne. Cerca de 4.000 ejemplares han sido introducidos en las granjas de Qinghai para mejorar la masa ganadera.
Las estadísticas muestran que el peso promedio de los Ashidan a sus 18 meses de vida asciende a 92,77 kilos, un 24,71 % más que los yak locales.