PORTO ALEGRE, Brasil, 27 jun (Xinhua) -- Convertido en una estrella, el joven Arthur Melo regresará hoy a la casa en la que se dio a conocer futbolísticamente y que le permitió, hace un año, dejar su natal Brasil para liderar el juego de uno de los clubes más poderosos del fútbol mundial, el Barcelona.
A sus 22 años, Arthur será este jueves nuevamente el cerebro del juego de la selección brasileña ante Paraguay, en el primer partido de los cuartos de final de la Copa América que se jugará en la Arena do Gremio de Porto Alegre, club al que llegó con apenas 14 años y del que salió como una de las mayores promesas del fútbol en junio de 2018.
"Creo que hoy realmente soy un jugador más maduro. Estoy más curtido, como se dice, 'el jugador siempre tiene que buscar una evolución' y es lo que vengo haciendo, trabajando bastante", expresó Arthur el miércoles en rueda de prensa.
"Jugar campeonatos como la Champions League, además de acudir con frecuencia a la selección, me da más madurez", agregó.
La progresión del jugador en los últimos tres años ha sido completamente vertical sin que se vislumbre un techo ahora mismo.
Suplente habitual en el Gremio de Porto Alegre, la vida de Arthur cambió en un partido de la Copa Libertadores de 2017 en Asunción, contra el Guaraní, en el que el Gremio, ya clasificado, jugó con los suplentes.
El centrocampista cuajó un partido casi perfecto, sin fallar ningún pase y dando la asistencia del gol de su equipo, que empató a uno.
La actuación magistral del centrocampista provocó que tanto la prensa como la afición gremista pidieran su titularidad, algo a lo que el técnico Renato Gaúcho accedió y tuvo su recompensa meses más tarde, cuando el equipo se proclamó campeón de la Copa Libertadores de América.
Su juego llamó la atención del Barcelona, que pagó 33 millones de euros para fichar a Arthur, considerado el sucesor natural del mítico Xavi Hernández.
Titular indiscutible con la selección brasileña, Arthur no esconde su deseo de poder lograr su primer gol con la "canarinha" precisamente en la Arena do Gremio.
"Sería perfecto lograr un gol en la Arena do Gremio. No es mi principal función (marcar goles), pero estoy pensando en esto, me exijo también por ello. Pisar más el área contraria, chutar desde fuera del área (...) Si esto sucede contra Paraguay aquí en la Arena, será inolvidable para mi", comentó.
Admitió que el seleccionador brasileño, Adenor Leonardo Bachi "Tite", es una de las personas que más le exigen, al grito de "¡acierta a casita!". "'Tite' me exige mucho. No aguanto más escuchar como me pide para 'acertar a casita'", en alusión a la portería, bromeó el dorsal 8 de Brasil.
La importancia que tiene Arthur en el juego de Brasil queda reflejada en un dato: es el jugador de la Copa América que sufre más faltas.
"Es algo peculiar. Me lo dijeron medio en broma. Creo que es el estilo de la competición, de más contacto. (Si son) faltas leales, no hay problema. Pero recibí estos datos con algo de sorpresa", dijo.
El estado del césped de la Arena do Gremio ha recibido varias críticas en las últimas semanas, algo que puede afectar el juego de Arthur, quien no obstante aseguró que "no sirve de nada pensar en el campo y olvidarnos de jugar a fútbol. Si está malo, que no sé si lo estará, será malo para ellos también. Creo que nos tenemos que concentrar en buscar el mejor resultado y olvidarnos del resto".
Con Arthur en el once, Brasil buscará una plaza en las semifinales de la Copa América este jueves contra Paraguay, precisamente, el equipo que eliminó a la "canarinha" en penales en las ediciones de 2011 y 2015, en los cuartos de final.
En caso de victoria, Brasil se medirá el próximo martes en Belo Horizonte al ganador del Argentina-Venezuela. Fin
