Por Esteban Mikkelsen Jensen
BUENOS AIRES, 25 jun (Xinhua) -- Lyu Sunhao tiene 15 años y lleva un mes viviendo en Buenos Aires, en la pensión del Club Atlético River Plate, y su meta es clara, "mi sueño es jugar en la Argentina, ser el primer chino en debutar en la primera división de Sudamérica y después volver a mi país y jugar para la selección".
Sus compañeros de la categoría 2004 le dicen cariñosamente "Pucca", como el personaje de la serie animada coreana-canadiense. Y él lo retribuye siempre con una sonrisa. Además, hasta les enseña algunas palabras en chino.
La barrera del idioma es lo que más dificulta su adaptación, aunque ya aprendió algunos términos futboleros: "pase corto", "pase largo", "cabezazo", "punto penal" y lo que resume su vida por estos días: "partido de fútbol".
Lyu llegó de Ningbo, la segunda ciudad más importante de la provincia de Zhejiang, al este de China. La pasión por el fútbol se la inculcó su padre, Gao Xin, quien ha formado a gran cantidad de juveniles.
"Se está adaptando bastante rápido. Capta bien las indicaciones, más allá del idioma, y eso habla de un chico inteligente", lo describe el entrenador de la categoría 2004, Jorge Gordillo.
El exdefensa fue campeón de América y del mundo en 1986 con River, junto a figuras como Nery Pumpido, Oscar Ruggeri, Héctor Enrique, Norberto Alonso y Antonio Alzamendi.
El director técnico le cuenta a Xinhua que el joven puede adquirir en Sudamérica algunas características que por esta zona son naturales, como la picardía.
"Acá los chicos a esta edad tienen potrero, y eso a veces es lo que les falta a chicos de otros lugares, como Lyu, que viene de China; es decir, el roce, la competencia diaria, que da un plus a la hora de jugar los partidos en serio", dice.
Para Gordillo, no es una utopía pensar en que haya por primera vez en la historia un jugador chino en la primera división del fútbol sudamericano.
"Nunca hay que decir que no puede pasar, se puede dar, ¿por qué no?", asegura y añade que "la ventaja que tiene Lyu es que es muy inteligente a nivel futbolístico, para adaptarse rápido a distintas situaciones del juego".
El puesto del joven es mediocampista central, aunque también puede desempeñarse como defensa central. Su altura (1,80 metros) lo favorece, lo mismo que su inteligencia táctica.
"Es bueno que vengan jugadores de China", destaca Gordillo, quien explica que lo que representa en el mundo el astro Lionel Messi contribuye a que los extranjeros quieran conocer cómo es el fútbol argentino.
El deportista llegó a través de Bofeng Sports, que lo reclutó en China. Firmó contrato por un año con River Plate y espera por la resolución de unos trámites migratorios para poder debutar oficialmente en el campeonato juvenil.
Luis Xu (37), agente futbolístico nacido en Argentina e hijo de padres asiáticos, afirma a Xinhua que existe un proyecto para "formar más jugadores chinos en todas las ligas del mundo", ya que el presidente de China, Xi Jinping "está muy interesado en el fútbol".
"Lo más difícil es el idioma, eso es lo que más se les dificulta a los chicos, y después se adaptan bastante rápido, ya sea a la cultura, a la comida y en lo social con los otros jóvenes", agrega.
Xu también coincide con Gordillo en que en Sudamérica los jugadores extranjeros "aprenden la picardía, la intensidad, el ritmo, el roce, y eso es lo que salen a buscar en distintas partes del mundo hoy en día".
Lyu vive en la pensión, ubicada dentro de las instalaciones del club, en el barrio de Belgrano (Norte), a metros del imponente estadio Monumental.
Se trata del mismo lugar en el que se alojaron chicos que luego brillaron en distintas ligas de todo el mundo.
Las camisetas de Sebastián Driussi, Ramiro Funes Mori, Emanuel Mammana, Germán Pezzella y Matías Kranevitter son algunas de las que decoran la sala principal.
Las habitaciones tienen los nombres de las estrellas del River Plate como Marcelo Gallardo (su actual DT, el más exitoso de la historia) y Ariel Ortega (tres veces mundialista).
Lyu comparte la habitación con dos compañeros. Uno de ellos es Lucas Davies (15), delantero, oriundo de Puerto Madryn, en la sureña provincia de Chubut. "La pasamos muy bien, es un gran compañero", señala.
A su lado, el joven chino subraya: "Estoy muy contento de estar en la Argentina, River es uno de los clubes más grandes a nivel mundial, quiero aprovechar para mejorar mi nivel".
"Lo que más me cuesta ahora es el idioma y cómo entendernos con mis compañeros... Messi es el ídolo mío y para los chinos también", cuenta.
Lyu, que el año pasado se entrenó durante tres meses en otro club argentino, UAI Urquiza, de la tercera categoría, admite que lo que más extraña de China es a su familia.
También expone las diferencias que observa en los dos países. "En lo deportivo acá el nivel es más intensivo, más exigente, hay otro ritmo, y en la vida cotidiana la alimentación es distinta, aunque algunas cosas son parecidas".