ESPECIAL: Elías Morales, el emolientero que lleva 39 años calentando a los peruanos en invierno

Spanish.xinhuanet.com   2019-06-20 05:46:42

Por Juan Limachi

LIMA, 19 jun (Xinhua) -- Elías Morales es un curtido peruano de 65 años de edad que todas las tardes vende emolientes (infusión de hierbas y granos) en las calles del centro histórico de la ciudad de Lima para dar calor a sus clientes que tiritan de frío por las bajas temperaturas.

"Son 39 años que estoy trabajando acá entre Camaná y Colmena (calles), de lo cual me enorgullece el público que viene a consumir y se va satisfecho", dijo en entrevista con Xinhua.

Las mencionadas calles se ubican a pocos pasos del histórico Hotel Crillón, que en décadas pasadas recibió a personajes de la política internacional y cantantes como el español Rafael, y ahora es alojamiento de turistas que se encuentran de paso hacia la ciudadela inca de Machu Picchu.

"Argentinos, chilenos, mexicanos que tengo en el entorno y hasta los peruanos se sienten felices de consumir mi bebida", expresó.

El emolientero es un oficio tradicional que ha ido desapareciendo poco a poco con la modernización de la capital peruana.

Morales, como la mayoría de vendedores de la calle en este país, se inició en este negocio con la ayuda de un familiar cuando era un joven. Trabaja de las seis de la tarde a la una de la madrugada.

"Yo tenía una hermana que vendía, a la cual ayudé y me gustó trabajar y me quedé desde 1980. A los 26 años empecé y me siento bastante satisfecho al exhibir mis alimentos. El público está conforme", anotó.

En las calles del centro histórico de Lima, conocido como Cercado, las carretillas de bebidas calientes se resisten a desaparecer, especialmente en invierno, cuando los peruanos acuden a comprar estas bebidas para calentarse.

La señora Melinda Trillo Cuya es una consumidora habitual y nos contó que le gusta tomar quinua caliente, elaborada con granos andinos.

"Tomamos para el frío, la quinua es mejor que todos, para los bebés, para nosotros ser fuertes (ante el frío). El emoliente es para el frío que ahorita está haciendo bastante frío y la gente toma constantemente", platicó a Xinhua.

Trillo, que camina con su pequeña hija de tres años, transita por el centro de Lima todos los días por motivos de trabajo como vendedora de chocolate.

Detalló que todos los días bebe emoliente de quinua en esta esquina porque la reconforta a ella y a su hija, que tiritan de frío por la noche invernal y los vientos fríos que se sienten en la capital peruana.

Por su parte, la joven Gabriela Azurín, abrigada hasta la cabeza por las bajas temperaturas, manifestó que para mitigar el frío prefiere un emoliente.

"De hecho, felicito al señor Morales, lo conozco años, siempre vengo a comprar. Tiene una buena atención, súper aseado, súper limpio. Es mejor, de todas maneras, que consumir a las grandes empresas", expresó.

Al preguntarle sobre cuáles son las razones de su preferencia por beber infusión de hierbas, con granos de cebada y linaza, ella fue enfática en su respuesta.

"Para tener calor, porque es rico y saludable", puntualizó, haciendo un alto en su quehacer diario en un estudio de fotografía cercano.

Como la mayoría de peruanos que comparten sus gustos entre las dos bebidas tradicionales en este país andino, la joven explicó que también le gusta la quinua, pero en las tardes prefiere una infusión bien caliente.

En estas tardes invernales de la ciudad de Lima, los peruanos constantemente buscan bebidas calientes para reconfortarse.

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ESPECIAL: Elías Morales, el emolientero que lleva 39 años calentando a los peruanos en invierno

Spanish.xinhuanet.com 2019-06-20 05:46:42

Por Juan Limachi

LIMA, 19 jun (Xinhua) -- Elías Morales es un curtido peruano de 65 años de edad que todas las tardes vende emolientes (infusión de hierbas y granos) en las calles del centro histórico de la ciudad de Lima para dar calor a sus clientes que tiritan de frío por las bajas temperaturas.

"Son 39 años que estoy trabajando acá entre Camaná y Colmena (calles), de lo cual me enorgullece el público que viene a consumir y se va satisfecho", dijo en entrevista con Xinhua.

Las mencionadas calles se ubican a pocos pasos del histórico Hotel Crillón, que en décadas pasadas recibió a personajes de la política internacional y cantantes como el español Rafael, y ahora es alojamiento de turistas que se encuentran de paso hacia la ciudadela inca de Machu Picchu.

"Argentinos, chilenos, mexicanos que tengo en el entorno y hasta los peruanos se sienten felices de consumir mi bebida", expresó.

El emolientero es un oficio tradicional que ha ido desapareciendo poco a poco con la modernización de la capital peruana.

Morales, como la mayoría de vendedores de la calle en este país, se inició en este negocio con la ayuda de un familiar cuando era un joven. Trabaja de las seis de la tarde a la una de la madrugada.

"Yo tenía una hermana que vendía, a la cual ayudé y me gustó trabajar y me quedé desde 1980. A los 26 años empecé y me siento bastante satisfecho al exhibir mis alimentos. El público está conforme", anotó.

En las calles del centro histórico de Lima, conocido como Cercado, las carretillas de bebidas calientes se resisten a desaparecer, especialmente en invierno, cuando los peruanos acuden a comprar estas bebidas para calentarse.

La señora Melinda Trillo Cuya es una consumidora habitual y nos contó que le gusta tomar quinua caliente, elaborada con granos andinos.

"Tomamos para el frío, la quinua es mejor que todos, para los bebés, para nosotros ser fuertes (ante el frío). El emoliente es para el frío que ahorita está haciendo bastante frío y la gente toma constantemente", platicó a Xinhua.

Trillo, que camina con su pequeña hija de tres años, transita por el centro de Lima todos los días por motivos de trabajo como vendedora de chocolate.

Detalló que todos los días bebe emoliente de quinua en esta esquina porque la reconforta a ella y a su hija, que tiritan de frío por la noche invernal y los vientos fríos que se sienten en la capital peruana.

Por su parte, la joven Gabriela Azurín, abrigada hasta la cabeza por las bajas temperaturas, manifestó que para mitigar el frío prefiere un emoliente.

"De hecho, felicito al señor Morales, lo conozco años, siempre vengo a comprar. Tiene una buena atención, súper aseado, súper limpio. Es mejor, de todas maneras, que consumir a las grandes empresas", expresó.

Al preguntarle sobre cuáles son las razones de su preferencia por beber infusión de hierbas, con granos de cebada y linaza, ella fue enfática en su respuesta.

"Para tener calor, porque es rico y saludable", puntualizó, haciendo un alto en su quehacer diario en un estudio de fotografía cercano.

Como la mayoría de peruanos que comparten sus gustos entre las dos bebidas tradicionales en este país andino, la joven explicó que también le gusta la quinua, pero en las tardes prefiere una infusión bien caliente.

En estas tardes invernales de la ciudad de Lima, los peruanos constantemente buscan bebidas calientes para reconfortarse.

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