Visitantes prueban embutidos rusos durante la sexta Exposición China-Rusia, en Harbin, capital la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China, el 18 de junio de 2019. La exposición, como una importante plataforma para la cooperación económica y comercial bilateral, atrajo a más de 1.300 empresas de 21 regiones de nivel provincial de China y 18 óblasts de Rusia. (Xinhua/Wang Jianwei)
HARBIN, 19 jun (Xinhua) -- Vodka, helados, harina, aceite de soya. Estos y muchos otros productos provenientes de Rusia están causando furor entre las multitudes que visitan la Exposición China-Rusia que por estos días se celebra en Harbin, capital de la provincia nororiental china de Heilongjiang.
Una de las especialidades rusas más buscadas en el evento es un tipo de dulce de chocolate hecho por el conglomerado KDV. En China, esta confitería es mejor conocida como "caramelos morados", debido al color distintivo de su envoltura.
Los caramelos púrpuras están ganando popularidad en China, y en las plataformas de redes sociales y videos cortos cada vez es más común ver fotos y videos de los consumidores disfrutándolos.
"Mis amigos me dijeron que los caramelos son muy populares en internet, y que saben bien", dice Wang Xin, residente de Harbin, quien aprovechó su visita a la exposición para comprar varios paquetes. "La gente dice que los productos rusos son baratos y de buena calidad", abunda.
Para Lyu Wei, presidente de una empresa comercial con sede en Heilongjiang, la enorme popularidad de los caramelos morados era inimaginable cuando su empresa comenzó a importar el producto en 2014.
"Nuestro volumen de importación era muy pequeño al principio. Nunca esperamos que llegaran a convertirse en un éxito tan grande en China", relata Lyu.
En 2015, su empresa vendió aproximadamente 2.000 toneladas del producto en todo el país. El número se disparó a casi 20.000 toneladas el año pasado, lo que le generó ingresos por más de 400 millones de yuanes (58 millones de dólares).
"Muchos clientes compran los caramelos para atender a sus invitados durante los festivales tradicionales chinos, que suelen ser las temporadas más ocupadas para nuestra compañía", explica Lyu, y añade que su compañía puede llegar a recibir más de 40 contenedores de caramelos por día durante la temporada alta.
Song Kui, presidente del Instituto de Investigación de Economía Regional Contemporánea China-Rusia, basado en Heilongjiang, sostiene que la popularidad de estos dulces en China es un indicador de la última tendencia del comercio sino-ruso.
"Los productos agrícolas y otros alimentos ahora constituyen una proporción mayor del comercio bilateral, lo que refleja cambios significativos en la estructura comercial", considera Song, y agrega
que "en este contexto, el comercio entre China y Rusia está brindando beneficios a más personas en los dos países".
Estadísticas oficiales muestran que el volumen del comercio entre China y Rusia el año pasado superó los 100.000 millones de dólares, lo que constituye un nuevo récord. En particular, el comercio de productos agrícolas aumentó un 31 por ciento interanual en los primeros 11 meses de 2018.
La opinión de Song es compartida por Lyu. "Los dulces morados son un ejemplo de la evolución del comercio entre China y Rusia", asegura.
En la década de los 90, la empresa de Lyu se especializaba en importar desde Rusia maquinaria de ingeniería, madera y acero, pero ahora su enfoque ha cambiado para dedicarse a llevar una variedad de alimentos rusos a las mesas chinas.
Lyu asegura que la construcción de infraestructura en los últimos años ha facilitado el comercio transfronterizo, y está convencido de que el primer puente vial que conectará a los dos países, ahora en proceso de construcción, impulsará aún más el comercio y los intercambios entre los dos pueblos.