BEIJING, 17 jun (Xinhua) -- Al abrir una investigación sobre la empresa estadounidense de envíos FedEx de conformidad con los procedimientos legales, China está demostrando su adhesión al principio del imperio de la ley.
China envió el viernes pasado un aviso de consulta a la filial de FedEx que opera en el país, dando inicio al procedimiento de investigación sobre la entrega fallida de paquetes urgentes a las direcciones en China solicitadas por la persona que hizo el envío.
Según versiones de prensa, FedEx desvió a Estados Unidos dos paquetes enviados desde Japón y dirigidos a Huawei China sin autorización o notificación a su cliente.
Como un país con leyes y regulaciones sólidas en relación con el sector de la entrega expresa, China valora los derechos e intereses legítimos de los consumidores, y otorga gran importancia a sus reclamos de compensación por entregas fallidas y por la seguridad de su información.
En China, las empresas de mensajería tienen la obligación de entregar el correo a las direcciones o los destinatarios según lo registrado en el contrato de envío. Al no hacerlo, la compañía estadounidense está bajo sospecha de perjudicar los derechos e intereses legítimos de los clientes chinos, lo que la obliga a aceptar la investigación.
La investigación no debe interpretarse como una represalia o considerarse una decisión agresiva.
El departamento gubernamental al cual compete el tema viene gestionando el caso en estricta conformidad con el debido proceso. La investigación, como método para recoger evidencia, tiene como fin descubrir la verdad, y sin duda se llevará a cabo sin inclinación ni prejuicio.
China nunca actuará en contra de las compañías extranjeras que operen legalmente, ya que el imperio de la ley se encuentra entre los principios fundamentales de la gobernanza nacional de China.
Además de investigar el caso, la pesquisa también tiene como objetivo enviar un mensaje de que cualquier entidad económica en el mercado chino debe cumplir con las leyes y regulaciones del país.
China está dispuesta a compartir las oportunidades de su mercado de mensajería con inversionistas extranjeros. Sin embargo, socavar los derechos e intereses legítimos de los clientes chinos no es aceptable.
