BEIIJING, 15 jun (Xinhua) -- "El ataque de hoy a China es la guerra equivocada", dijo el principal comentarista económico del Financial Times (FT), Martin Wolf, en una advertencia contra el establecimiento de una relación con China como un conflicto de suma cero.
Muchos están sugiriendo un "conflicto insoluble" o un "conflicto perpetuo" entre Estados Unidos y China, dijo, citando como ejemplo la analogía del director de planificación de políticas del Departamento de Estado, Kiron Skinner, en la que compara la competencia entre China y EEUU con "una lucha contra una civilización realmente diferente".
Skinner ha afirmado que esta sería "la primera vez que tenemos como competidor una gran potencia que no es caucásica".
Esto es peligroso, dijo Wolf, un periodista económico británico, en un artículo firmado publicado por el FT.
"Se corre el riesgo de convertir una relación manejable, aunque molesta, en un conflicto general, sin ninguna buena razón", dijo.
"La rivalidad general con China se está convirtiendo en un principio organizador de las políticas económicas, exteriores y de seguridad de Estados Unidos", dijo Wolf. "El objetivo es la dominación estadounidense. El medio es el control sobre China o la separación de China".
Mencionó el libro blanco publicado por China a principios de este mes sobre las consultas comerciales con Estados Unidos, y dijo que las posturas chinas son correctas en muchos puntos.
"El enfoque de EEUU sobre los desequilibrios bilaterales es económicamente analfabeto. La opinión de que el robo de propiedad intelectual ha causado un gran daño a EEUU es cuestionable", dijo.
"La afirmación de que China ha violado gravemente sus compromisos en virtud de su acuerdo de adhesión de 2001 a la Organización Mundial del Comercio es enormemente exagerada", escribió, señalando que acusar a China de hacer trampa es hipócrita cuando casi todas las medidas políticas comerciales emprendidas por la Administración Trump de EEUU incumplen de las normas de la OMC.
Cualquier esfuerzo por detener el auge económico y tecnológico de China tiene casi asegurado el fracaso, advirtió. "A largo plazo, las exigencias de un pueblo cada vez más próspero y bien educado por el control de sus vidas todavía podrían ganar".