RIO DE JANEIRO, 13 jun (Xinhua) -- La defensa del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), actualmente preso, pidió hoy a la Corte Suprema la libertad de su cliente tras la divulgación de unas conversaciones entre el juez que lo condenó y los fiscales y que muestran "la imparcialidad" del juicio.
Los abogados de Lula presentaron ante el Supremo Tribunal Federal (STF) una petición de dos hojas en la que solicitan la liberación del expresidente porque las conversaciones muestran "situaciones incompatibles" con la magistratura.
El pedido se hizo en el mismo tribunal que debe analizar, el próximo 25 de junio, una solicitud de habeas corpus presentada por la defensa de Lula.
Desde domingo pasado, el portal The Intercept Brasil divulgó varias conversaciones del actual ministro de Justicia, Sérgio Moro, quien era el juez en primera instancia de la Operación Lava Jato, y varios fiscales del caso, en especial con el jefe de la fuerza tarea, Deltan Dallagnol.
Las revelaciones pusieron en tela de juicio la imparcialidad de la investigación que condujo a la prisión de decenas de empresarios y políticos, entre ellos el expresidente Luiz Inácio Lula Silva.
Para la defensa de Lula, las conversaciones muestran un "contenido que es público y notorio" y exponen "la coyuntura y minucias de las circunstancias históricas en que ocurrieron los hechos comprobados en estos autos"
El ministro Sergio Moro fue hasta noviembre de 2018 el juez federal de primera instancia responsable por juzgar a los acusados en los escándalos de corrupción y malversación de fondos públicos que afectaron a empresas como la petrolera estatal Petrobras.
Según el equipo de The Intercept, las copias de los mensajes que el juez y los fiscales intercambiaron a través de una aplicación de chat por teléfono móvil fueron entregadas por una fuente que pidió permanecer en el anonimato.
Los editores apuntaron que habría una "colaboración prohibida" entre el entonces juez federal, responsable de juzgar a Lava Jato en Curitiba, y los fiscales, responsables de acusar a los sospechosos.
Moro condenó en primera instancia y mandó a prisión al expresidente Lula da Silva el 7 de abril de 2018 por corrupción pasiva y lavado de dinero, al encontrarlo culpable de haber recibido un apartamento por parte de la empresa constructora OAS.
