Por Jiang Li
BEIJING, 13 jun (Xinhua) -- Situada a lo largo de ríos y montañas, Bishkek, la capital de Kirguistán y sede de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) de este año, solía ser un punto clave a lo largo de la antigua Ruta de la Seda.
Las rutas comerciales históricas serpentearon durante siglos a través de ese país de Asia Central, presenciando y facilitando los intercambios comerciales y culturales entre el Este y el Oeste.
Hoy, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China e inspirada en los vínculos históricos, le ha ofrecido a Bishkek una nueva oportunidad para rejuvenecer su antigua gloria en el comercio mundial. La ciudad ahora se ha convertido en un socio económico del puerto de Qingdao, en el este de China, anfitrión de la cumbre de la OCS del año pasado.
A lo largo de los años, la organización ha avanzado en el fortalecimiento de la cooperación de seguridad entre sus miembros, incluida la lucha contra las "tres fuerzas" del terrorismo, el separatismo y el extremismo, así como en la lucha contra la delincuencia organizada transnacional en toda la región.
Después de 18 años de crecimiento, la OCS ha madurado bajo la guía del Espíritu de Shanghai, que se caracteriza por la confianza y el beneficio mutuo, la igualdad, la consulta, el respeto por la diversidad cultural y la búsqueda del desarrollo común.
La OCS se ha expandido de un grupo de seis miembros, cuando se fundó en 2001, a una de las plataformas multilaterales más importantes del mundo que, además de abordar los problemas de seguridad compartida en la región, también busca promover el desarrollo económico y los intercambios de personas entre sus miembros.
El desarrollo económico y social sólido y sostenible es clave para abordar los desafíos de seguridad. La Franja y la Ruta, ahora en su sexto año, puede llevar a los miembros de la OCS tanto una "Franja" de seguridad como una "Ruta" al desarrollo ante el aumento del proteccionismo comercial y el nacionalismo económico para lograr una estabilidad duradera y una prosperidad común.
Según las estadísticas oficiales, la ahora OCS de ocho miembros repartidos por todo el continente euroasiático representa casi la mitad de la población mundial y más del 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Estas cifras permiten vislumbrar la inmensa demanda y el potencial de cooperación de desarrollo entre sus miembros.
En reuniones anteriores, los líderes de los miembros de la OCS expresaron su apoyo a la Franja y la Ruta y se comprometieron a acoplar sus estrategias de desarrollo respectivas. Algunos miembros de la organización, como Rusia y Pakistán, se han convertido en socios clave con China a lo largo de la Franja y la Ruta, y su cooperación relacionada con esta iniciativa ha logrado avances notables.
Tomemos a Rusia como ejemplo. Con el impulso de la creciente sinergia entre la Franja y la Ruta y la Unión Económica de Eurasia, el comercio bilateral entre China y Rusia alcanzó un récord de más de 100.000 millones de dólares estadounidenses el año pasado.
Las dos partes también han trabajado estrechamente en los principales proyectos de cooperación en interconectividad, como la construcción de gasoductos, carreteras y puentes transfronterizos.
Durante la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Rusia, la semana pasada, las dos naciones se comprometieron a trabajar hombro a hombro para aumentar el comercio bilateral a 200.000 millones de dólares y promover la integración regional y el desarrollo económico.
En la cumbre de Qingdao del año pasado, los ocho Estados miembros hicieron de "la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad" una noción compartida en la Declaración de Qingdao para la comunidad de la OCS.
La Franja y la Ruta, con el objetivo de promover el desarrollo común en Asia, Europa, África y más allá, puede ofrecer nuevas oportunidades para los miembros de la OCS y, en última instancia, construir esa comunidad compartida.
Al dirigirse a la sesión plenaria del 23º Foro Económico Internacional de San Petersburgo la semana pasada, Xi dijo que mientras el mundo se encuentra nuevamente en una encrucijada de la historia, aunar sabiduría y esfuerzos para ampliar la cooperación y lograr resultados beneficiosos para todos es la forma de seguir adelante. Llamó al desarrollo sostenible la "llave de oro" para resolver los problemas globales.
Todos los miembros de la OCS pueden encontrar esta "llave de oro" a lo largo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y trabajar juntos para construir un mundo más pacífico y próspero.