ESPECIAL: Estadounidenses "decepcionados" por nuevas medidas de Trump contra Cuba

Spanish.xinhuanet.com   2019-06-06 11:26:43

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 5 jun (Xinhua) -- La tarde de este miércoles partió del puerto de La Habana el crucero Empress of the Sea de la compañía estadounidense Royal Caribbean, y tanto sus pasajeros, que agitaban nostálgicos las manos, como los cubanos que desde la bahía los despedían, eran conscientes que protagonizaban un momento penoso.

La lujosa embarcación es la última que por el momento llegará a Cuba procedente de Estados Unidos, pues a partir de este 5 de junio entraron en vigor las más recientes medidas del presidente estadounidense, Donald Trump, que impide el arribo de cruceros, veleros, aviones privados y corporativos a la isla.

"Creo que los norteamericanos debemos tener el derecho de viajar a donde queramos, es un poco irónico que Trump nos está prohibiendo venir aquí cuando nosotros somos supuestamente la nación más libre del mundo", comentó a Xinhua, Kira Clark.

La joven estadounidense fue una de las pasajeras del Empress of the Sea, quien junto a su familia disfrutó durante los últimos dos días de una estancia "extraordinaria" en La Habana, por eso reconoció sentirse contrariada cuando supo la decisión del mandatario.

"Realmente no estoy sorprendida, es decepcionante, Cuba es un país al que nos hubiese interesado regresar, pero ahora no podemos", lamentó.

Al igual que Clark, Nick Ferraro y Brian Mock, otros dos turistas estadounidenses que conocieron la capital caribeña gracias al crucero de Royal Caribbean, manifestaron su desacuerdo con la aplicación de estas regulaciones.

"Son muy decepcionantes y no hay razón alguna para aplicarlas. Nuestro viaje aquí ha sido maravilloso, el pueblo cubano es muy amistoso, hemos compartido sus valores culturales, patrimoniales y educativos", destacó Ferraro.

Mientras criticó la decisión de Trump de limitar el derecho de los ciudadanos estadounidenses de visitar libremente el país que estimen pertinente, incluida Cuba.

"Vinimos en lo que se convirtió en el último crucero, es realmente decepcionante que se vaya hacia atrás en las relaciones. Vamos a ver cuánto dura y ver si los políticos en Estados Unidos piensan en las personas y abren de nuevo esta puerta", dijo por su parte Mock.

Asimismo Lucy Himstedt, otra pasajera de la embarcación, compartió con Xinhua el hecho de que por varios meses planificó junto a un grupo de amigas de la escuela primaria este viaje a la isla, para también celebrar que este 2019 todas cumplen 60 años de edad.

Un regalo colectivo que sólo unos días más tarde hubiera resultado imposible realizar, como le ocurrió a los casi 800.000 estadounidenses a quienes les cancelaron sus reservas y se vieron afectados por la decisión de Washington de prohibir "sin advertencia alguna" los viajes a Cuba.

La cifra fue divulgada este miércoles por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, en inglés), empresa que también reprochó el hecho de que casi un millón de norteamericanos no podrán disfrutar los viajes grupales a Cuba con fines culturales y recreativos, denominados 'de pueblo a pueblo'.

Una prohibición que perturba a Himstedt y a sus amigas, quienes afirmaron haber pasado momentos muy gratos en La Habana, donde compartieron con artistas locales y disfrutaron el contacto con los habitantes de la isla.

"Estoy muy decepcionada que al final estas decisiones políticas afectan a los cubanos, esos que viven del turismo y también a mis amigos y familiares que quieren visitar Cuba y ahora el gobierno de Trump se los impide", indicó a Xinhua.

Este 4 de junio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó la disposición de la Casa Blanca de prohibir que cruceros, veleros y embarcaciones similares, así como aviones privados y corporativos viajen a esta nación caribeña.

Además se difundió la suspensión de los viajes grupales culturales y educativos, con lo que se restringe la posibilidad abierta por Barack Obama de que los ciudadanos norteamericanos visitaran la isla si cumplían con algunas de las 12 categorías establecidas.

Dentro de ellas los viajes gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos, médicos, entre otros.

Una noticia que provocó el rechazo dentro de este país y también en Estados Unidos, como fue el caso de Cuba Educational Travel.

La firma con sede en la nación norteña, promueve los viajes educativos y culturales a la isla y su presidente, Collin Laverty, de inmediato publicó un comunicado oficial.

"Donald Trump, el empresario, envió a sus abogados y colegas a Cuba hace años en búsqueda de negocios. Como presidente ha caído en la trampa del intercambio político con congresistas de origen cubano y el teatro político de hacerse el duro con Castro", expresa el texto.

Según datos del Ministerio de Turismo de Cuba, las compañías de cruceros procedentes de Estados Unidos trajeron a la isla a 340.000 norteamericanos en 2018.

La cifra representa el doble que el año anterior y situó al país norteño como el segundo mercado emisor de visitantes a la nación caribeña con un total de 638.000 vacacionistas en total, incluyendo los que arribaron por vía aérea, sólo por detrás de Canadá.

El 2 de mayo de 2016 el suntuoso Adonia de Fathom, una filial de Carnival, entró a la bahía de La Habana procedente de Miami, Florida, y se convirtió en la primera embarcación autorizada a viajar a Cuba desde Estados Unidos en más de medio siglo.

Justo tres años más tarde, nuevamente desaparecen los cruceros del puerto capitalino y se abren las interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países.

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ESPECIAL: Estadounidenses "decepcionados" por nuevas medidas de Trump contra Cuba

Spanish.xinhuanet.com 2019-06-06 11:26:43

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 5 jun (Xinhua) -- La tarde de este miércoles partió del puerto de La Habana el crucero Empress of the Sea de la compañía estadounidense Royal Caribbean, y tanto sus pasajeros, que agitaban nostálgicos las manos, como los cubanos que desde la bahía los despedían, eran conscientes que protagonizaban un momento penoso.

La lujosa embarcación es la última que por el momento llegará a Cuba procedente de Estados Unidos, pues a partir de este 5 de junio entraron en vigor las más recientes medidas del presidente estadounidense, Donald Trump, que impide el arribo de cruceros, veleros, aviones privados y corporativos a la isla.

"Creo que los norteamericanos debemos tener el derecho de viajar a donde queramos, es un poco irónico que Trump nos está prohibiendo venir aquí cuando nosotros somos supuestamente la nación más libre del mundo", comentó a Xinhua, Kira Clark.

La joven estadounidense fue una de las pasajeras del Empress of the Sea, quien junto a su familia disfrutó durante los últimos dos días de una estancia "extraordinaria" en La Habana, por eso reconoció sentirse contrariada cuando supo la decisión del mandatario.

"Realmente no estoy sorprendida, es decepcionante, Cuba es un país al que nos hubiese interesado regresar, pero ahora no podemos", lamentó.

Al igual que Clark, Nick Ferraro y Brian Mock, otros dos turistas estadounidenses que conocieron la capital caribeña gracias al crucero de Royal Caribbean, manifestaron su desacuerdo con la aplicación de estas regulaciones.

"Son muy decepcionantes y no hay razón alguna para aplicarlas. Nuestro viaje aquí ha sido maravilloso, el pueblo cubano es muy amistoso, hemos compartido sus valores culturales, patrimoniales y educativos", destacó Ferraro.

Mientras criticó la decisión de Trump de limitar el derecho de los ciudadanos estadounidenses de visitar libremente el país que estimen pertinente, incluida Cuba.

"Vinimos en lo que se convirtió en el último crucero, es realmente decepcionante que se vaya hacia atrás en las relaciones. Vamos a ver cuánto dura y ver si los políticos en Estados Unidos piensan en las personas y abren de nuevo esta puerta", dijo por su parte Mock.

Asimismo Lucy Himstedt, otra pasajera de la embarcación, compartió con Xinhua el hecho de que por varios meses planificó junto a un grupo de amigas de la escuela primaria este viaje a la isla, para también celebrar que este 2019 todas cumplen 60 años de edad.

Un regalo colectivo que sólo unos días más tarde hubiera resultado imposible realizar, como le ocurrió a los casi 800.000 estadounidenses a quienes les cancelaron sus reservas y se vieron afectados por la decisión de Washington de prohibir "sin advertencia alguna" los viajes a Cuba.

La cifra fue divulgada este miércoles por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, en inglés), empresa que también reprochó el hecho de que casi un millón de norteamericanos no podrán disfrutar los viajes grupales a Cuba con fines culturales y recreativos, denominados 'de pueblo a pueblo'.

Una prohibición que perturba a Himstedt y a sus amigas, quienes afirmaron haber pasado momentos muy gratos en La Habana, donde compartieron con artistas locales y disfrutaron el contacto con los habitantes de la isla.

"Estoy muy decepcionada que al final estas decisiones políticas afectan a los cubanos, esos que viven del turismo y también a mis amigos y familiares que quieren visitar Cuba y ahora el gobierno de Trump se los impide", indicó a Xinhua.

Este 4 de junio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó la disposición de la Casa Blanca de prohibir que cruceros, veleros y embarcaciones similares, así como aviones privados y corporativos viajen a esta nación caribeña.

Además se difundió la suspensión de los viajes grupales culturales y educativos, con lo que se restringe la posibilidad abierta por Barack Obama de que los ciudadanos norteamericanos visitaran la isla si cumplían con algunas de las 12 categorías establecidas.

Dentro de ellas los viajes gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos, médicos, entre otros.

Una noticia que provocó el rechazo dentro de este país y también en Estados Unidos, como fue el caso de Cuba Educational Travel.

La firma con sede en la nación norteña, promueve los viajes educativos y culturales a la isla y su presidente, Collin Laverty, de inmediato publicó un comunicado oficial.

"Donald Trump, el empresario, envió a sus abogados y colegas a Cuba hace años en búsqueda de negocios. Como presidente ha caído en la trampa del intercambio político con congresistas de origen cubano y el teatro político de hacerse el duro con Castro", expresa el texto.

Según datos del Ministerio de Turismo de Cuba, las compañías de cruceros procedentes de Estados Unidos trajeron a la isla a 340.000 norteamericanos en 2018.

La cifra representa el doble que el año anterior y situó al país norteño como el segundo mercado emisor de visitantes a la nación caribeña con un total de 638.000 vacacionistas en total, incluyendo los que arribaron por vía aérea, sólo por detrás de Canadá.

El 2 de mayo de 2016 el suntuoso Adonia de Fathom, una filial de Carnival, entró a la bahía de La Habana procedente de Miami, Florida, y se convirtió en la primera embarcación autorizada a viajar a Cuba desde Estados Unidos en más de medio siglo.

Justo tres años más tarde, nuevamente desaparecen los cruceros del puerto capitalino y se abren las interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países.

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