BRASILIA, 30 may (Xinhua) -- Brasil necesita superar el desequilibrio fiscal y aumentar la productividad para volver a crecer, recomendó hoy la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía.
La Secretaría de Política Económica señaló, en un comunicado, que la reforma de pensiones representa el primer desafío a ser superado para estabilizar las cuentas públicas, reducir las incertidumbres macroeconómicas y abrir camino a nuevas inversiones.
"El país se encuentra en un ambiente de crisis fiscal, desempleo elevado y productividad estancada, resultados perversos de políticas equivocadas adoptadas en la última década", indicó la entidad dependiente del Ministerio de Economía.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística informó este jueves que el Producto Interno Bruto (PIB) de enero a marzo se contrajo un 0,2 por ciento en relación al último trimestre del año pasado, y subió un 0,5 por ciento en relación al primer trimestre de 2018.
De acuerdo con la Secretaría de Política Económica, el gobierno elabora e implementa una serie de medidas para mejorar la productividad, entre las cuales destacó la reforma tributaria, la apertura comercial, el perfeccionamiento del mercado financiero y de capitales, y los programas de concesión y privatización en el área de infraestructura.
También son importantes la adopción de medidas para liberar el mercado de petróleo y gas con el fin de reducir el costo de la energía, el combate a la corrupción y al despilfarro en el sector público y la eliminación de las deserciones tributarias y de los subsidios ineficaces.
La mayor parte de esas acciones, sin embargo, sólo podrán avanzar después de la aprobación de la reforma de pensiones, indicó la Secretaría.
La Secretaría de Política Económica consideró que el resultado del PIB del primer trimestre se debe a "la combinación de políticas equivocadas en el pasado y a choques a corto plazo".
La mala asignación de recursos, promovida por políticas de estímulos en gobiernos pasados, resultó en el deterioro de las cuentas públicas, mayor incertidumbre económica, en la caída de la productividad y de las inversiones y en el aumento del desempleo, agregó.
Entre los factores a corto plazo que comprometieron la actividad en el primer trimestre, el organismo mencionó las lluvias del inicio del año que afectaron al agronegocio, la crisis en Argentina que redujo las exportaciones de la industria y la incertidumbre internacional sobre el comercio exterior.
