ESPECIAL: Un pintor cubano con profundas raíces en China

Actualizado 2019-05-11 23:17:41 | Spanish. xinhuanet. com

Por Raúl Menchaca

CUBA-HABANA-CHINA-PINTOR

Imagen del 7 de mayo de 2019, del pintor de 70 años, Alfredo Chong, mostrando una de sus esculturas, en La Habana, capital de Cuba. Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural. Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 11 may (Xinhua) -- Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural.

Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china.

"Soy hijo de chino y cubana y aunque me siento un cubano más, no puedo esconder la herencia cultural que me dejó mi padre", dijo el pintor cubano a Xinhua.

Originario de la sureña provincia china de Guangdong, su padre, Chong Yiman, era un campesino que migró a los 19 años (en 1921), atraído por las historias de un tío que viajó antes y se asentó en la ciudad de Holguín, a unos 670 kilómetros al este de La Habana.

Como todo migrante, la vida del joven chino fue difícil primero en la capital cubana, donde trabajó como barbero y aprendió español; después vivió en Holguín y por último en Camagüey, en el centro de la isla, donde logró ser propietario de una bodega, el tradicional expendio cubano de productos de primera necesidad.

Un incendio arrasó con la bodega y Chong tuvo que empezar de cero hasta levantar un modesto restaurante el cual atendía junto a su esposa cubana y sus cinco hijos.

En ese ambiente de laboriosidad y esfuerzo creció el pintor, que después estudió en la Universidad habanera, donde conoció a su esposa Magaly Díaz, también bióloga y profesora universitaria, con quien está casado desde hace 43 años y tiene dos hijos.

"Mi padre me influyó mucho, pero especialmente desde el punto de vista filosófico e inculcándome un gran amor a la naturaleza, a todo lo vivo, a darle mucho valor a las cosas aún cuando sean pequeñas, como los insectos", explicó el artista.

No obstante, Chong consideró que llegó tarde a la pintura, pues comenzó cuando tenía unos 50 años, como una necesidad de expresar el rico mundo interior que posee.

El hecho de llegar tarde al arte lo convirtió en un creador, que de manera constante, experimenta con técnicas, colores y texturas en busca de una definición precisa del camino a transitar.

"Una gran parte de los cuadros míos están pintados en blanco y negro, porque me interesa mucho lograr las texturas y lograr que las cosas no sean exactamente como son, sino crear una fantasía en el ojo del espectador", afirmó.

A la mirada del espectador no escapa la tendencia a pintar en un formato vertical, con una distribución de la figura de una forma muy típica en los cuadros chinos, es decir, generalmente dejando un espacio libre para que haya libertad visual y "para que pueda 'respirar' el cuadro".

Mención aparte merecen las esculturas en papel maché, casi todas dedicadas a figuras relacionadas con el barrio chino habanero,"como humilde homenaje a tantos emigrantes chinos que de una manera u otra llegaron a Cuba", según explicó el artista.

Ese homenaje constante, unido a la herencia cultural legada por su padre, fue la motivación de la exposición "El hijo del emigrante", última muestra personal del artista en junio del pasado año.

Además acaba de exponer en la XIII Bienal de La Habana, que concluye el próximo domingo, la escultura "Nostalgia lejana", en la que reproduce la imagen de un anónimo emigrante que siempre se sentaba en una de las aceras del barrio chino de La Habana.

Otra obra que honra a los emigrantes chinos es "El portador de cultura", una pieza que recrea a un vendedor de hortalizas de los que abundaron por las calles de la capital cubana.

Miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), ahora Chong está enfrascado en la preparación de la exposición "Pretextos", una colección en la que pretende mostrar de manera artística las justificaciones de los poderosos para apoderarse de la riqueza.

CUBA-HABANA-CHINA-PINTOR

Imagen del 6 de mayo de 2019, del pintor de 70 años, Alfredo Chong, mostrando una de sus pinturas en su casa en La Habana, capital de Cuba. Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural. Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china. (Xinhua/Joaquín Hernández)

CUBA-HABANA-CHINA-PINTOR

Imagen del 7 de mayo de 2019, del pintor de 70 años, Alfredo Chong, mostrando una de sus esculturas, que revela los rasgos y el quehacer de la cultura China, en La Habana, capital de Cuba. Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural. Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china. (Xinhua/Joaquín Hernández)

CUBA-HABANA-CHINA-PINTOR

Imagen del 6 de mayo de 2019, de Magaly Díaz, esposa del pintor de 70 años, Alfredo Chong, observando una pintura de su esposo exhibida en una pared de su casa, en La Habana, capital de Cuba. Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural. Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china. (Xinhua/Joaquín Hernández)

 
Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico:spanish@xinhuanet.com
分享
Xinhuanet

ESPECIAL: Un pintor cubano con profundas raíces en China

Spanish.xinhuanet.com 2019-05-11 23:17:41

Por Raúl Menchaca

CUBA-HABANA-CHINA-PINTOR

Imagen del 7 de mayo de 2019, del pintor de 70 años, Alfredo Chong, mostrando una de sus esculturas, en La Habana, capital de Cuba. Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural. Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 11 may (Xinhua) -- Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural.

Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china.

"Soy hijo de chino y cubana y aunque me siento un cubano más, no puedo esconder la herencia cultural que me dejó mi padre", dijo el pintor cubano a Xinhua.

Originario de la sureña provincia china de Guangdong, su padre, Chong Yiman, era un campesino que migró a los 19 años (en 1921), atraído por las historias de un tío que viajó antes y se asentó en la ciudad de Holguín, a unos 670 kilómetros al este de La Habana.

Como todo migrante, la vida del joven chino fue difícil primero en la capital cubana, donde trabajó como barbero y aprendió español; después vivió en Holguín y por último en Camagüey, en el centro de la isla, donde logró ser propietario de una bodega, el tradicional expendio cubano de productos de primera necesidad.

Un incendio arrasó con la bodega y Chong tuvo que empezar de cero hasta levantar un modesto restaurante el cual atendía junto a su esposa cubana y sus cinco hijos.

En ese ambiente de laboriosidad y esfuerzo creció el pintor, que después estudió en la Universidad habanera, donde conoció a su esposa Magaly Díaz, también bióloga y profesora universitaria, con quien está casado desde hace 43 años y tiene dos hijos.

"Mi padre me influyó mucho, pero especialmente desde el punto de vista filosófico e inculcándome un gran amor a la naturaleza, a todo lo vivo, a darle mucho valor a las cosas aún cuando sean pequeñas, como los insectos", explicó el artista.

No obstante, Chong consideró que llegó tarde a la pintura, pues comenzó cuando tenía unos 50 años, como una necesidad de expresar el rico mundo interior que posee.

El hecho de llegar tarde al arte lo convirtió en un creador, que de manera constante, experimenta con técnicas, colores y texturas en busca de una definición precisa del camino a transitar.

"Una gran parte de los cuadros míos están pintados en blanco y negro, porque me interesa mucho lograr las texturas y lograr que las cosas no sean exactamente como son, sino crear una fantasía en el ojo del espectador", afirmó.

A la mirada del espectador no escapa la tendencia a pintar en un formato vertical, con una distribución de la figura de una forma muy típica en los cuadros chinos, es decir, generalmente dejando un espacio libre para que haya libertad visual y "para que pueda 'respirar' el cuadro".

Mención aparte merecen las esculturas en papel maché, casi todas dedicadas a figuras relacionadas con el barrio chino habanero,"como humilde homenaje a tantos emigrantes chinos que de una manera u otra llegaron a Cuba", según explicó el artista.

Ese homenaje constante, unido a la herencia cultural legada por su padre, fue la motivación de la exposición "El hijo del emigrante", última muestra personal del artista en junio del pasado año.

Además acaba de exponer en la XIII Bienal de La Habana, que concluye el próximo domingo, la escultura "Nostalgia lejana", en la que reproduce la imagen de un anónimo emigrante que siempre se sentaba en una de las aceras del barrio chino de La Habana.

Otra obra que honra a los emigrantes chinos es "El portador de cultura", una pieza que recrea a un vendedor de hortalizas de los que abundaron por las calles de la capital cubana.

Miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), ahora Chong está enfrascado en la preparación de la exposición "Pretextos", una colección en la que pretende mostrar de manera artística las justificaciones de los poderosos para apoderarse de la riqueza.

CUBA-HABANA-CHINA-PINTOR

Imagen del 6 de mayo de 2019, del pintor de 70 años, Alfredo Chong, mostrando una de sus pinturas en su casa en La Habana, capital de Cuba. Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural. Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china. (Xinhua/Joaquín Hernández)

CUBA-HABANA-CHINA-PINTOR

Imagen del 7 de mayo de 2019, del pintor de 70 años, Alfredo Chong, mostrando una de sus esculturas, que revela los rasgos y el quehacer de la cultura China, en La Habana, capital de Cuba. Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural. Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china. (Xinhua/Joaquín Hernández)

CUBA-HABANA-CHINA-PINTOR

Imagen del 6 de mayo de 2019, de Magaly Díaz, esposa del pintor de 70 años, Alfredo Chong, observando una pintura de su esposo exhibida en una pared de su casa, en La Habana, capital de Cuba. Aunque nació en Cuba hace 70 años, el pintor Alfredo Chong reconoce sin ambages la influencia de la cultura china en su vida y, especialmente, en su obra pictórica y escultural. Chong, un jubilado y graduado de Biología y Entomología en la Universidad de La Habana, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a pintar y hacer esculturas de pequeño y gran formato con papel maché, obras en las que casi siempre hay motivos o influencias de la cultura china. (Xinhua/Joaquín Hernández)

010020070760000000000000011105031380513301