WASHINGTON, 1 may (Xinhua) -- La guerra de palabras entre Washington y Moscú se intensificó el miércoles ante las últimas novedades de Venezuela.
El líder opositor venezolano Juan Guaidó, quien se ha proclamado a sí mismo como presidente interino, supuestamente llamó el martes al pueblo venezolano y a los militares a tomar las calles para así forzar a Nicolás Maduro, actual presidente venezolano, a dejar el poder, aunque la intentona fue frustrada por las fuerzas de seguridad.
En declaraciones del miércoles por la tarde, la Casa Blanca dijo que Estados Unidos denunció que Rusia "continúa apoyando" al gobierno de Maduro.
La institución agregó que "la Administración Trump ve la interferencia del gobierno ruso y el apoyo al régimen de Maduro como extremedamente problemáticos e ineceptables".
El informe da a entender que "el presidente Trump ha dejado en claro a Rusia que deben irse y prescindir del apoyo al régimen de Maduro".
Más temprano el miércoles, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que EEUU continuará aumentando las sanciones a Rusia debido a su comportamiento en torno al asunto de Venezuela.
En una entrevista para Fox Business Network, Pompeo expresó que "como el presidente ha dicho, tienen que irse y los rusos necesitan pagar el costo por lo que han hecho".
El mismo día, Pompeó instó a su homólogo ruso, Sergey Lavrov, a discutir la situación del país sudamericano.
Según el Departamento de Estado, Pompeo calificó el papel de Rusia en Venezuela como "desestabilizante" de la nación y "de la relación bilateral EEUU-Rusia" durante el llamado.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, denunció el miércoles el apoyo de Washington a la oposición venezolana en su intento de tomar el poder.
En la conversación telefónica con Pompeo, Lavrov señaló cómo está la reciente situación en Venezuela, donde la oposición intentó tomar el poder con el "evidente apoyo" de Estados Unidos, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
"La parte rusa subrayó que la interferencia de Washington en los asuntos internos de un estado soberano y la amenaza contra su liderazgo es una grave violación del derecho internacional", afirmó la declaración.
Lavrov agregó que solo el pueblo venezolano tiene derecho a determinar su destino y que la destructiva influencia externa no forma parte de un proceso democrático.