ESPECIAL: El salar chileno de Yungay, lo más similar a Marte en la Tierra

Actualizado 2019-04-13 07:52:51 | Spanish. xinhuanet. com

CHILE-ANTOFAGASTA-CIENCIA

Imagen del 28 de marzo de 2019, de científicos trasladando una placa fotovoltaica bifacial durante la instalación de la Plataforma Solar del Desierto de Atacama, en el Salar de Yungay, a unos 80 kilómetros al sureste de Antofagasta, Chile. El Salar de Yungay, en pleno desierto chileno de Atacama, es catalogado por científicos como uno de los sitios más similares al planeta Marte en la Tierra por sus condiciones de aridez, sequedad y extrema radiación solar. (Xinhua/Jorge Villegas)

Por Cristóbal Chávez Bravo

ANTOFAGASTA, Chile, 12 abr (Xinhua) -- El Salar de Yungay, en pleno desierto chileno de Atacama, es catalogado por científicos como uno de los sitios más similares al planeta Marte en la Tierra por sus condiciones de aridez, sequedad y extrema radiación solar.

Caminar por los descampados de Yungay, a unos 80 kilómetros al sureste de Antofagasta, en el norte chileno y en medio del desierto más árido del mundo, es como estar en una película de ciencia ficción.

En el suelo los zapatos de los visitantes colisionan con minerales presentes antes de las primeras construcciones chilenas y, en el cielo, la radiación ultravioleta azota como en ningún lugar del mundo.

Y pese a las condiciones extremas, conviven microorganismos y la mínima humedad presente permite ver los astros con nitidez sin parangón durante las noches.

Por todo ello es el lugar predilecto para el estudio de la astrobiología.

"La estructura de las rocas, el tipo de suelo, el tipo de sales que encuentras, la alta radiación y la sequía extrema del lugar te hacen pensar que Yungay es uno de los sitios propicios para el estudio o vida en otros planetas, o moléculas orgánicas que hayan quedado de lo que alguna vez existió en ese planeta", aseguró Bernardita Valenzuela.

La investigadora asociada del Laboratorio de Microorganismos Extremófilos de la Universidad de Antofagasta detalló a Xinhua que estas mismas condiciones del desierto chileno están presentes en Marte.

Por esta razón, Yungay es considerado uno de los siete lugares análogos a Marte en la Tierra y hace 30 años la comunidad científica internacional la utiliza para realizar estudios.

"Esas características son muy atractivas para investigadores que están buscando indicios de vida en otros planetas", precisó Valenzuela.

Abundó que en Marte, en algún momento, existieron grandes masas de agua que se fueron acabando y dejaron salares vestigiales.

"Si tú logras identificar organismos vivos o moléculas que quedaron ahí de organismos que existieron hace mucho tiempo en los salares de Atacama, puedes configurar todos los equipos para poder detectarlos en otros sitios como Marte", abundó

Uno de los estudios más atractivos en Atacama es sobre microorganismos.

"Cuando uno mira a Yungay y todo lo que observa en las fotografías, piensas que no hay nada. Sin embargo, cuando tú haces un estudio a nivel de microbiología, es decir los organismos que tú visualmente no ves, los encuentras alojados en las rocas de sal", explicó la experta.

Valenzuela precisó que las rocas de sal son capaces de absorber humedad desde el aire y la incorporan en su interior y la dejan disponible para que habiten los extremófilos, los organismos que viven en condiciones extremas.

Por lo tanto, los organismos que están dentro de la roca son capaces de estar protegidos del sol, además de tener agua, un fenómeno que ayuda a estudiar los indicios de vida.

"Así como nosotros ocupamos gorros para protegernos del sol, los extremófilos metabolizan las sales pesadas en las piedras para poder sobrevivir", ejemplificó.

Estos microorganismos seguramente sobrevivirían a los cambios climáticos extremos que el ser humano no soportaría y que provocarían su extinción, vaticinó.

Por ese motivo, en la zona hay presentes grupos multidisciplinarios que estudian cuáles son las condiciones mínimas que tiene que tener un ecosistema, un planeta, una luna o Marte, para que exista vida.

En este sitio, la NASA prueba los vehículos investigadores o "rovers" que posteriormente lleva a misiones para buscar rastros de vida en otros planetas, tal como el "Curiosity" que realizó expediciones en Marte.

Las condiciones de Yungay también permiten desarrollar otros estudios, como los liderados por la Universidad de Antofagasta de Chile, que instaló en pleno desierto la Plataforma Solar del Desierto de Atacama, un centro de investigación aplicada de energía.

"En este centro de energía solar fotovoltaica se prueban distintos tipos de tecnologías existentes en el mercado y también las futuras tecnologías que se pueden emplear en zonas desérticas de alta radiación", comentó a Xinhua Edwards Fuentealba, director del Centro de Desarrollo Energético de Antofagasta (CDEA).

Uno de los objetivos de estos estudios es comenzar a probar las nuevas tecnologías del futuro, presentes hoy, "porque ya estamos implementándolas", dijo el experto.

Destaca las placas fotovoltaicas bifaciales, que es una sola celda que recibe la radiación por ambas caras.

"Dependiendo la posición del sol y la orientación de la placa se está estudiando cuál entrega mejor rendimiento", comentó.

La baja humedad y nula presencia de luminosidad artificial permite también el estudio de una de las ciencias predilectas en el norte chileno, la astronomía.

En Yungay se instaló "Ckoirama", el primer observatorio astronómico público de Chile y que tiene como misión formar a estudiantes e interesados en esta ciencia.

"Cuando unes astronomía, geología, biología sin duda tú piensas en cuales serían las que se necesitan para tener vida en otro planeta y todas esas condiciones están acá, entonces Yungay pasa a ser un laboratorio natural para el estudio de astrobiología".

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ESPECIAL: El salar chileno de Yungay, lo más similar a Marte en la Tierra

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Imagen del 28 de marzo de 2019, de científicos trasladando una placa fotovoltaica bifacial durante la instalación de la Plataforma Solar del Desierto de Atacama, en el Salar de Yungay, a unos 80 kilómetros al sureste de Antofagasta, Chile. El Salar de Yungay, en pleno desierto chileno de Atacama, es catalogado por científicos como uno de los sitios más similares al planeta Marte en la Tierra por sus condiciones de aridez, sequedad y extrema radiación solar. (Xinhua/Jorge Villegas)

Por Cristóbal Chávez Bravo

ANTOFAGASTA, Chile, 12 abr (Xinhua) -- El Salar de Yungay, en pleno desierto chileno de Atacama, es catalogado por científicos como uno de los sitios más similares al planeta Marte en la Tierra por sus condiciones de aridez, sequedad y extrema radiación solar.

Caminar por los descampados de Yungay, a unos 80 kilómetros al sureste de Antofagasta, en el norte chileno y en medio del desierto más árido del mundo, es como estar en una película de ciencia ficción.

En el suelo los zapatos de los visitantes colisionan con minerales presentes antes de las primeras construcciones chilenas y, en el cielo, la radiación ultravioleta azota como en ningún lugar del mundo.

Y pese a las condiciones extremas, conviven microorganismos y la mínima humedad presente permite ver los astros con nitidez sin parangón durante las noches.

Por todo ello es el lugar predilecto para el estudio de la astrobiología.

"La estructura de las rocas, el tipo de suelo, el tipo de sales que encuentras, la alta radiación y la sequía extrema del lugar te hacen pensar que Yungay es uno de los sitios propicios para el estudio o vida en otros planetas, o moléculas orgánicas que hayan quedado de lo que alguna vez existió en ese planeta", aseguró Bernardita Valenzuela.

La investigadora asociada del Laboratorio de Microorganismos Extremófilos de la Universidad de Antofagasta detalló a Xinhua que estas mismas condiciones del desierto chileno están presentes en Marte.

Por esta razón, Yungay es considerado uno de los siete lugares análogos a Marte en la Tierra y hace 30 años la comunidad científica internacional la utiliza para realizar estudios.

"Esas características son muy atractivas para investigadores que están buscando indicios de vida en otros planetas", precisó Valenzuela.

Abundó que en Marte, en algún momento, existieron grandes masas de agua que se fueron acabando y dejaron salares vestigiales.

"Si tú logras identificar organismos vivos o moléculas que quedaron ahí de organismos que existieron hace mucho tiempo en los salares de Atacama, puedes configurar todos los equipos para poder detectarlos en otros sitios como Marte", abundó

Uno de los estudios más atractivos en Atacama es sobre microorganismos.

"Cuando uno mira a Yungay y todo lo que observa en las fotografías, piensas que no hay nada. Sin embargo, cuando tú haces un estudio a nivel de microbiología, es decir los organismos que tú visualmente no ves, los encuentras alojados en las rocas de sal", explicó la experta.

Valenzuela precisó que las rocas de sal son capaces de absorber humedad desde el aire y la incorporan en su interior y la dejan disponible para que habiten los extremófilos, los organismos que viven en condiciones extremas.

Por lo tanto, los organismos que están dentro de la roca son capaces de estar protegidos del sol, además de tener agua, un fenómeno que ayuda a estudiar los indicios de vida.

"Así como nosotros ocupamos gorros para protegernos del sol, los extremófilos metabolizan las sales pesadas en las piedras para poder sobrevivir", ejemplificó.

Estos microorganismos seguramente sobrevivirían a los cambios climáticos extremos que el ser humano no soportaría y que provocarían su extinción, vaticinó.

Por ese motivo, en la zona hay presentes grupos multidisciplinarios que estudian cuáles son las condiciones mínimas que tiene que tener un ecosistema, un planeta, una luna o Marte, para que exista vida.

En este sitio, la NASA prueba los vehículos investigadores o "rovers" que posteriormente lleva a misiones para buscar rastros de vida en otros planetas, tal como el "Curiosity" que realizó expediciones en Marte.

Las condiciones de Yungay también permiten desarrollar otros estudios, como los liderados por la Universidad de Antofagasta de Chile, que instaló en pleno desierto la Plataforma Solar del Desierto de Atacama, un centro de investigación aplicada de energía.

"En este centro de energía solar fotovoltaica se prueban distintos tipos de tecnologías existentes en el mercado y también las futuras tecnologías que se pueden emplear en zonas desérticas de alta radiación", comentó a Xinhua Edwards Fuentealba, director del Centro de Desarrollo Energético de Antofagasta (CDEA).

Uno de los objetivos de estos estudios es comenzar a probar las nuevas tecnologías del futuro, presentes hoy, "porque ya estamos implementándolas", dijo el experto.

Destaca las placas fotovoltaicas bifaciales, que es una sola celda que recibe la radiación por ambas caras.

"Dependiendo la posición del sol y la orientación de la placa se está estudiando cuál entrega mejor rendimiento", comentó.

La baja humedad y nula presencia de luminosidad artificial permite también el estudio de una de las ciencias predilectas en el norte chileno, la astronomía.

En Yungay se instaló "Ckoirama", el primer observatorio astronómico público de Chile y que tiene como misión formar a estudiantes e interesados en esta ciencia.

"Cuando unes astronomía, geología, biología sin duda tú piensas en cuales serían las que se necesitan para tener vida en otro planeta y todas esas condiciones están acá, entonces Yungay pasa a ser un laboratorio natural para el estudio de astrobiología".

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