NEUQUEN, 17 marzo, 2019 (Xinhua) -- Personas visitan la "Casa de Té Arrayán" en el Parque Nacional Lanín, en la ciudad de San Martín de los Andes, en la provincia de Neuquén, Argentina, el 17 de marzo de 2019. Una casa de té abierta en la Patagonia argentina desde el año 1939 reúne la tradición inglesa con detalles chinos, lo que cautiva a turistas de Europa y Asia que concurren al lugar atraídos por los comentarios acerca de la atención, las exquisiteces que se ofrecen allí y las maravillosas vistas del lago Lácar. (Xinhua/Martín Zabala)
SAN MARTIN DE LOS ANDES, Argentina, 17 mar (Xinhua) -- Una casa de té abierta en la Patagonia argentina desde el año 1939 reúne la tradición inglesa con detalles chinos, lo que cautiva a turistas de Europa y Asia que concurren al lugar atraídos por los comentarios acerca de la atención, las exquisiteces que se ofrecen allí y las maravillosas vistas del lago Lácar.
Ubicado en uno de los cerros que rodean la ciudad de San Martín de los Andes en la provincia de Neuquén, el establecimiento "Casa de Té Arrayán" se encuentra dentro del Parque Nacional Lanín, unos 1495 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires.
"La historia data del año 1936, cuando una joven inglesa de 29 años, Renée Dickinson, llegó a la Patagonia a buscar a su hermano, que estaba trabajando como mayordomo en una estancia. Renée se perdió y terminó en este maravilloso lugar. Contemplando el lago Lácar, dijo que éste sería su lugar en el mundo y que se quedaría aquí", contó su responsable, Mariel Dellature, a Xinhua.
La encargada del local enfatizó que Dickinson "soñaba con hacer una casa de té y atender a los turistas. Consiguió que le vendieran las tierras, las cuales compró con el dinero de la venta de sus joyas".
"La casa se inauguró en 1939 y mantiene todo original de esa época, excepto los vidrios, ya que hace un par de años se colocaron nuevos vidrios dobles, por el intenso viento y frío de la zona", precisó.
La construcción estuvo a cargo del arquitecto Cullen, discípulo del reconocido arquitecto argentino Alejandro Bustillo. En 1995 el lugar fue declarado patrimonio histórico, arquitectónico y cultural, ya que al día de hoy conserva una de las fachadas más antiguas del pueblo, con detalles ingleses, tanto en la arquitectura como en la vajilla y la atención.
En cuanto a la conexión con China, cuyos turistas son esperados por la casa, Dellature dijo que la generó la sommelier y 'tea blender' Ornella Aristizábal, propietaria, junto a su padre, del lugar.
"Ella hizo todo el desarrollo de los blends, luego de un arduo estudio. Tenemos un producto maravilloso, la gente nos felicita y se va muy contenta. Contamos con 20 blends distintos, todos con nombres de mujer, desde Renée Dickinson, la fundadora, hasta todo el árbol genealógico de la familia", destacó.
Dellature puntualizó que uno de los veinte blends, el llamado "Isabella", está hecho con "té Pu'er, de origen asiático, chino", el tradicional té rojo de Yunnan, provincia sudoeste de China. Esa variedad se ofrece con un agregado de naranja, cardamomo, canela, pimienta rosa y leves notas de anís.
"Tenemos muchos turistas extranjeros, más que nada en el mes de enero. Contamos con muchos clientes europeos, del Oriente, que se maravillan con el servicio y el lugar, y notamos que son gente muy educada y agradecida por el servicio y la atención que les brindamos", explicó.
Otro blend famoso del lugar es el denominado "Miguela", realizado con yerba mate, la tradicional infusión de Argentina, que "se consume mucho", según Dellature.
También hay algunos con sabores de Sudáfrica, Sri Lanka y Japón, que se combinan con flores y frutos que crecen naturalmente en el bosque y las praderas de la Patagonia.
Con el paso de los años, la casa de té se ha convertido en uno de los puntos turísticos más llamativos de la Patagonia, que todos los días deleita a los visitantes con la mejor vista de los atardeceres, convirtiéndose en una icónica postal de San Martín de los Andes.
"Estamos abiertos a recibir a todos, estamos muy contentos, somos apasionados y nos gusta mucho estar aquí, brindar este servicio, con el típico protocolo inglés", expresó Dellature.
