LIMA, 23 feb (Xinhua) -- Niños y jóvenes peruanos de entre siete y 18 años de edad con síndrome de Down y autismo tienen la posibilidad de integrarse a la sociedad mediante el deporte.
El fútbol es uno de los espacios que acoge a estos niños y jóvenes en Lima, la capital peruana, con la Academia Deportiva Cantolao, que desde 2013 decidió iniciar un proyecto para abrir las puertas a los menores de edad con síndrome de Down y autismo, bajo el principio de que su condición no representan limitación alguna.
El entrenador del equipo de fútbol integrado por niños y adolescentes con estas condiciones, Edwin Aranguren, dijo a Xinhua que para lograr su integración se utilizan diferentes métodos basados en "la aceptación, el amor y el cariño".
"El objetivo básico es que ellos puedan despertar sus capacidades, que ellos puedan ir avanzando día a día con los trabajos que uno hace y realiza", explicó Aranguren.
El entrenador destacó la importancia de entender que estos niños "no son discapacitados".
Según Aranguren, los menores con síndrome de Down y autismo son "como una cajita de Pandora que día a día nos van sorprendiendo".
El profesor sostuvo que no existen limitaciones cuando se le "pone muchas ganas al fútbol".
Aranguren explicó que la idea es "luchar desde el principio, tenerlos en cuenta desde que nacen" y llevarlos a sus respectivas terapias, para que "puedan ser mejores en todos los sentidos, no sólo en el ámbito social, sino en el ambiente familiar y deportivo".
Por su parte, el director de las filiales del club de fútbol Academia Deportiva Cantolao en Perú, Bruno Enriques, afirmó que el propósito de este proyecto es lograr la "inserción de ellos a la sociedad", así como crear una "conciencia de grupo" a través del desarrollo mental-deportivo de los niños y jóvenes con esta condición.
Enriques explicó que se busca que esta idea trascienda y que el desarrollo de los infantes y jóvenes con condiciones diferentes "sea valorado por el resto de la sociedad peruana, en la que hoy en día vemos una segregación en esos aspectos".
"Es una idea que nos permite trabajar, y que el trabajo sea más visto ya en edades en que los menores requieren otra atención", apuntó el director deportivo.
En este contexto, Carmen Dunátegui, abuela de Triago Trigio, un niño de cinco años con autismo, reconoció el alcance de la iniciativa deportiva y consideró que de esta manera se realiza una inclusión que permite a los infantes crecer como personas.
"Es un gran logro. Para mí es una experiencia única y siempre lo estoy apoyando (a su nieto) en todas las actividades que se presenten para él. Todas sus posibilidades que le pueda brindar, siempre voy a estar ahí apoyando", indicó Dunátegui a Xinhua.
Llamó a la ciudadanía a dar todo para apoyar a los niños y jóvenes con esta condición, quienes no "son menos que nosotros".
La abuela de Trigio destacó el rol de los padres en el avance de sus hijos e insistió en la necesidad de que desde las instituciones y desde el Estado se promuevan más talleres de preparación para que los menores puedan "explotar" sus habilidades para que tengan "posibilidad de desenvolverse" en diferentes ámbitos.
Este proyecto deportivo de inclusión se ha vuelto un referente para sus integrantes y para la sociedad peruana, ya que es la primera escuela de la Academia Deportiva Cantolao que funciona orientada a impartir fútbol para menores de edad con síndrome de Down y autismo.
Entre los planes de la directiva de la Academia Cantolao de Lima está el seguir preparando a los pequeños para que a futuro se conforme un grupo más grande y puedan salir a competir en el extranjero frente a otros deportistas con las mismas condiciones. Fin
