Por Juan Limachi
LIMA, 21 feb (Xinhua) -- La venta de emolientes en Perú es una tradición que se pierde en los tiempos ancestrales, se remonta a la época de los Incas, cuando se preparaban infusiones de hierbas aromáticas para acompañar la ingesta de sus alimentos.
Esta herencia milenaria aún sobrevive en las calles de las ciudades peruanas, con el nombre de emoliente, sobre carritos de madera o de metal, donde se ofrecen infusiones de diversas hierbas del campo, acompañado de granos andinos como la quinua y la maca.
Luis Gilberto Castro, representante Asociación San Pedro de Chorrillos, en la zona sur de Lima, acudió a la zona céntrica de la ciudad de Lima, para participar en un encuentro de "emolienteros", donde se desarrollaron concursos y números musicales.
"Trabajando como todos los días para el sostenimiento de nuestro hogar", declaró a Xinhua este joven trabajador que madruga todos los días de la semana para expender esta tradicional bebida.
Castro describió la fórmula y los ingredientes ancestrales que usa para elaborar esta cálida bebida que los peruanos beben desde tempranas horas, antes de ingresar a sus trabajos; y también en las tardes, cuando retornan a casa, después de una ardua jornada.
"Emoliente tradicional, con linaza, con boldo, uña de gato, tamarindo y limón", explicó, con nombres propios cada una de las yerbas andinas usadas en la preparación.
Según el vendedor, los clientes tienen sus preferencias, aunque la mayoría demanda la tradicional bebida de quinua, el llamado grano dorado de los incas.
"Nos piden mayormente para los riñones, la linaza y el boldo es recomendable para los riñones; para el hígado, lo que es el amargo, hampuri; la sábila es buena para la gastritis y para la úlcera y el asma", expresó.
El vendedor de emoliente indicó que trabaja desde hace siete años en este negocio, tres de ellos como ayudante, es decir, en proceso de aprendizaje.
Castro contó que radica en el distrito de Chorrillos desde hace cuatro años y anteriormente trabajaba con una paisana, aprendiendo los secretos del emoliente.
"Me enseñó una paisana mía. Nosotros somos cajamarquinos, yo vine a trabajar de Cajamarca y me encontré con una señora, llamada Iria Díaz, con ella aprendí a preparar el emoliente y la quinua también", recordó.
Puntualizó que la quinua es un alimento muy nutritivo y se prepara en combinación de fruta, con manzana, membrillo, piña y durazno. "Este es el desayuno del peruano".
"A base de quinua también se prepara ponche de habas, siete semillas y soya, todos productos naturales", detalló.
La señora Florencia Poma, opera en el cercado de Lima, en la céntrica Avenida Abancay, donde todas las mañanas ofrece el tradicional desayuno peruano.
"Todos los años celebramos el aniversario, el 20 de febrero, como de costumbre", explicó las motivaciones que tuvieron para reencontrarse cientos de "emolienteros", como son conocidos en este país andino.
Poma describió el perfil de sus clientes: trabajadores de fábricas, empleados públicos y transeúntes, que apuran el paso porque van tarde y toman al vuelo su emoliente.
"Los peruanos toman desayuno, a veces, por el camino. A veces, es lejos y vienen, toman quinua, dos panes con queso y son cosas nutritivas", anotó.
Poma sostuvo que "cuando se les hace tarde, los peruanos ya están acostumbrados a tomar esta bebida" al paso sin perder tiempo.
La expendedora de este reconfortante alimento también explicó que algunas personas piden bebidas medicinales para mejorar la salud.
"Depende de cada cliente, unos quieren curar su hígado y toman achicoria, porque ya saben que la achicoria cura. La achicoria nebuliza la sangre, mata la grasa, entonces toman primero eso, después toman su emoliente y después toman la quinua encima", sostuvo.
Poma lleva toda una vida, más de dos décadas, recorriendo las calles de la capital peruana, expendiendo emoliente y en este trayecto ha hecho muchos clientes fieles.
"Yo ya estoy vendiendo más de 22 años en la primera cuadra de la Av. Abancay. No tengo ninguna queja, Todos mis clientes me aprecian, porque les atiendo con mucho cariño", subrayó.
El emoliente es una institución en las calles de Lima, porque fue reconocida oficialmente como un patrimonio nacional por sus raíces ancestrales y por la función cultural en el seno de la sociedad peruana.
