Por Berenice Taboada y Xi Yue
BEIJING, 4 feb (Xinhua) -- Mientras las familias chinas se reúnen para celebrar la víspera del Año Nuevo muchos latinoamericanos residentes en China también hacen preparativos para disfrutar de la misma festividad.
Conocida como "Fiesta de la Primavera", es la tradición más significativa de China y comienza el primer día del primer mes lunar y termina el día quince, cuando se celebra el Festival de los Faroles.
Cada vez son más los latinoamericanos residentes en China que aprovechan el feriado como una oportunidad para integrarse y disfrutar de la vasta cultura del país asiático y encontrar coincidencias entre las tradiciones orientales con las de sus respectivos países.
No solo practican los rituales más comunes como cocinar jiaozi (ravioles chinos), sino que viven actividades festivas típicas como la decoración de sus casas y la creencia en el horóscopo, entre otras.
Jessica, una cantante argentina que lleva cuatro años estudiando y trabajando en Beijing, ha celebrado tres veces el Año Nuevo Chino y en 2019 continuará la tradición.
Confiesa que antes de venir a Beijing el único ritual del Año Nuevo Chino que conocía era el baile de dragón que había visto en las películas.
Pero ahora admite que casi ha vivido todos los rituales típicos de la mayor festividad del país asiático, desde la preparación comunitaria de los tradicionales jiaozi con sus compañeras universitarias, hasta la colocación de pegatinas del carácter "Fu" en la puerta de su dormitorio para atraer la buena suerte.
En cuanto a las decoraciones, Nelly, mexicana que trabaja en la empresa tecnológica local Xiaomi, comparte su experiencia.
"Adorno mi casa con caracteres chinos, como los 'chunlian', que se refieren a versos de abundancia, felicidad y prosperidad escritos en carteles rojos y suelen pegarse en los marcos de las puertas de entrada durante la Fiesta de la Primavera", narra.
Durante el festival, tanto en las casas como en las calles, nunca falta el color rojo que se aplica a los papeles recortados, dibujos y los adornos de linternas porque se cree que ahuyenta los males, atrae la paz y la fortuna.
Nelly añade que otro ritual chino relacionado con el color de la prosperidad que practica es llevar algún elemento de color rojo consigo que vaya de acuerdo con su animal en el horóscopo.
"Según el horóscopo chino soy del Año del Perro, que fue el año pasado. Tuve mi listoncito rojo, como un signo para que no me fuera mal durante todo el año", detalla.
Además de las tradiciones más conocidas, Eduardo, un estudiante ecuatoriano de la Universidad de Comunicación de China, tuvo la oportunidad de ver las costumbres de la minoría étnica de Tujia en la provincia central de Hunan.
En 2017 fue con un amigo chino a la ciudad de Zhangjiajie en dicha provincia.
Lo que más le impresionó fue la costumbre de los jóvenes de "reunirse en diferentes puentes, utilizan grandes ollas de madera para pescar en el agua helada, el que más pesca gana la competencia del Año Nuevo Chino".
Pero los latinoamericanos que viven en China también aportan color a las fiestas de la nación asiática.
En el caso de Jessica, hace unos años se presentó con su grupo musical en la gala televisiva del festival, una velada tradicional del pueblo chino que durante toda la víspera exhibe espectáculos cómicos, acrobáticos, musicales y pirotécnicos.
"Cantamos una canción sobre el Año Nuevo Chino, lo hicimos en mandarín porque todos los integrantes lo hablamos con mucha fluidez", recuerda Jessica sobre esta "aventura fantástica" en la que vio que la audiencia no paraba de aplaudir y sacarles fotos.
Además, muchos latinoamericanos afirman que la Fiesta de la Primavera tiene conexiones y muchas semejanzas con las tradiciones de la Navidad de sus respectivos países.
Jessica opina que "juntarse con la familia y comer es el lema principal del festival de los chinos, igual que el de la Navidad para los argentinos".
Por su parte, Eduardo dice que aunque las fechas y los nombres entre el Año Nuevo Chino y la Navidad son diferentes, el representativo color rojo y el significado son los mismos.
"Es básicamente lo que hacemos en Navidad, estar en familia, compartir y cocinar juntos. Aquí en China es lo mismo", explica.
"Cada vez lo sentimos más propio, las costumbres chinas cada vez son más nuestras, se nos van pegando poco a poco", concluye el estudiante ecuatoriano.