Imagen del 30 de enero de 2019, de las pacientes oncológicas Sofía Iquira (i), Adelina Mirta (2-i), Erimar Salas (2-d) y Nancy Novoa (d), participando en un taller de arte en la sede de la fundación "Donde Quiero Estar", en Buenos Aires, Argentina. (Xinhua/Martín Zabala)
BUENOS AIRES, 3 feb (Xinhua) -- La fundación "Donde Quiero Estar" de Argentina propone utilizar el arte y la reflexología como herramientas de ayuda para personas que enfrentan dolorosos tratamientos contra el cáncer.
La creadora y presidenta de la fundación, Vicky Viel Temperley, recibió a Xinhua en la sede de la instancia en el barrio de Belgrano, en la zona norte de Buenos Aires, en el marco del Día Mundial Contra el Cáncer, que se efectúa cada 4 de febrero.
En la actualidad, unas 8,2 millones de personas mueren de cáncer en todo el mundo cada año, de las cuales cuatro millones lo hacen de forma premadura, con edades comprendidas entre 30 y 69 años, según datos del Instituto Nacional del Cáncer (INC).
En Argentina, más de 60.000 personas fallecen anualmente a causa de esta enfermedad, en que tumores malignos constituyen la principal causa de decesos entre pacientes de 40 a 64 años.
Viel Temperley puntualizó que la idea del proyecto surgió a raíz de la enfermedad de su tercer hijo, Santiago, quien tuvo un tumor cerebral.
"Santiago estuvo dos años en el Hospital Italiano y me enseñaron a hacerle reflexología. Una vez que Santiago muere, después de un largo proceso de duelo, desarrollo este programa", narró la entrevistada.
Dijo que en 2006 acercó un proyecto al Hospital de Clínicas de Buenos Aires que no tenía nada que ver con esto.
"Era para embarazadas, y al equivocarme de piso, me dieron la posibilidad de trabajar en salas de quimioterapia", narró Viel Temperley.
"Ahí es donde tuve la idea de hacer masajes a las personas que estaban con cáncer de mamas y útero, y enseñarles a los acompañantes y a los familiares esta herramienta para aliviar a sus compañeros en sus casas", recordó.
La fundación "Donde Quiero Estar" se dedica a acompañar a las personas con cáncer y a sus familias durante todo el proceso de la enfermedad desde el diagnóstico.
"Hacemos foco especialmente al momento de la quimioterapia. La idea es transformar esa espera pasiva en una actividad creativa y compartida", mencionó.
Comentó que con los talleres que se realizan, "todos se involucran en el momento de la aplicación de la medicación".
"Los pacientes llegan y por un brazo reciben la medicación, por el otro brazo nace una obra de arte", dijo.
"Ellos pintan y pueden expresar aquellos sentimientos que no se pueden decir con palabras: el miedo, la tensión, el dolor. Y al mismo tiempo que realizan una obra de arte, reciben sesiones de reflexología. Todo esto es en simultáneo", compartió.
Expuso que además ven "realidad virtual" que les permite trasladarse hacia otro lugar, "porque la verdad es que nadie desea estar en un hospital y menos en una sala de quimioterapia".
"La realidad virtual da esa sensación de poder elegir un lugar, viajar y estar casi de una manera real", añadió Viel Temperley.
La responsable de la fundación remarcó que el arte ofrece la posibilidad a través de los colores de cambiar "ese perfume".
"Los pacientes están siempre con la medicación y esa medicación tiene una sensación", comentó.
"Con el arte, lo que uno hace es cambiar radicalmente y estar dentro de una obra, viajar y trasladarse, hacer algo nuevo. Lo que sana el alma y el espíritu es la creatividad", agregó la responsable de "Donde Quiero Estar".
Respecto a la reflexología apuntó que "los masajes en los pies producen (a los pacientes) una sensación mágica de estar acompañados".
"Hay un otro que nos está sujetando, conteniendo emocionalmente, todo a lo largo de la quimioterapia y más allá, porque dados de alta los pacientes vienen a la fundación a recibir sesiones de reflexología", señaló.
Durante la visita de Xinhua, pacientes en camillas recibieron sesiones de reflexología, luego de lo cual pintaron y se probaron cascos de realidad virtual para distraerse mientras recibían la quimioterapia.
La paciente Adelina Mirta Xaubet, quien se trata de un mieloma múltiple en el Hospital de Clínicas, contó a Xinhua que comenzó a pintar mandalas, pero lo que más la impactó "fue la reflexología".
"Nunca lo había hecho, es algo muy nuevo, una cosa que realmente me sacó de un momento en el que estuve mal desde el primer día", mencionó.
"Después de varias 'quimios', una de las voluntarias me dio una manta y me dejó pintar", expresó a Xinhua.
Comentó que luego se puso a pintar: "Me metí en el tema y al rato una enfermera me dice 'ya está la medicación, ya te pasamos la quimioterapia'".
"Ahí reaccioné. Me había metido tanto en la pintura que no sentí ni cuando me sacó la aguja. Ahí me di cuenta de que el arte cura", contó la mujer.
Xaubet sostuvo que durante el tratamiento "es todo un momento especial, porque te aplican (químicos)".
"Cuando comencé a pintar, a atreverme con los pinceles, me iba de la quimioterapia, me iba hasta del lugar, porque me metía ahí a pintar", reveló.
Con el programa, sistematizado y replicado en otros 16 hospitales, además del Clínicas, los pacientes "quedan agradecidos".
La responsable por su parte expuso que así los pacientes no se quieren ir al momento de la quimioterapia, "quieren continuar recibiendo masajes y contención", además de que comparten experiencias.
"Sentir que pertenecen a un grupo de pares es lo que da mucho alivio y esperanza, que es lo que necesitan las personas que están atravesando un momento tan duro como es estar en tratamiento oncológico", dijo.
"Se transforman en artistas, son protagonistas de su propia recuperación", compartió la entrevistada en la conversación.
"Me gustaría decir en el Día Internacional del Cáncer que estemos muy atentos, que hoy el cáncer se puede curar, se puede tratar, se puede evitar", completó.
Agregó que para eso es necesario tomar conciencia, "que todos hablemos de cáncer para desestigmatizar a la palabra cáncer y no tener tanto miedo a la muerte. Es muy importante hablar del cáncer", enfatizó.
