Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 30 ene (Xinhua) -- Bolivia registró por cuarto año consecutivo un déficit comercial de 935,6 millones de dólares en 2018, pese al aumento de un 8,7 por ciento en el valor de sus exportaciones, informó hoy el estatal Instituto Nacional de Estadística (INE).
El INE detalló que las ventas al exterior en 2017 sumaron 8.338 millones de dólares, frente al valor de las exportaciones de 9.060 millones de dólares del año anterior.
En tanto, las importaciones aumentaron un 7,4 por ciento, al pasar de 9.308,5 millones de dólares en 2017, a 9.995,9 millones de dólares en 2018.
Según estos datos, el saldo comercial en 2018 fue negativo en 935,9 millones de dólares.
Al respecto, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, Gary Rodríguez, explicó en entrevista con Xinhua que lo destacable es el crecimiento de las exportaciones principalmente de los productos tradicionales como la minería y los hidrocarburos.
"El horizonte exportador está mejorando, lo que beneficia a Bolivia por sus efectos multiplicadores desde ingresos a las reservas internacionales, generación de empleo y crecimiento. Seguiremos con déficit comercial el 2018, pero se prevé que se disminuya en cerca del 50 por ciento", indicó.
No obstante, Rodríguez lamentó que la economía de Bolivia dependa de la alta volatilidad de los precios del petróleo y los minerales, lo que "demuestra que el país es vulnerable a los precios internacionales".
En este sentido, Rodríguez explicó que la economía nacional depende de los factores externos, debido a una neurálgica "reprimarización" de la economía boliviana, con una ausencia sistemática de una mayor productividad y diversificación de la misma.
Además, recordó que desde 2015 hasta 2018 la balanza comercial consecutivamente ha sido negativa.
Rodríguez también consideró que esos déficits afectaron a la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) desde 2014, año en el que alcanzaron su valor más alto con 15.123 millones de dólares.
El experto alertó que el déficit comercial tiene su efecto negativo en las RIN, ya que pueden disminuir más en la medida en que las importaciones sigan creciendo, puesto que para cumplir con ese propósito el país requiere emplear más divisas.
Bolivia registra un déficit comercial consecutivo desde 2015, cuando este indicador alcanzó 843 millones de dólares.
Al año siguiente se disparó a 1.305 millones de dólares, su nivel más alto en la historia, y en 2017 sumó 970 millones.
Ante los consecutivos déficits comerciales que Bolivia arrastra desde 2015, expertos y empresarios plantearon alternativas para superarlas con una innovadora promoción selectiva de exportaciones, libre venta de excedentes, uso de biotecnología, vender productos no tradicionales, entre otros.
El presidente de la Cámara de Exportadores (Camex) de La Paz, Eduardo Bracamonte, explicó este miércoles a Xinhua que el déficit de los últimos años se debe a que no se modificó en el país el tipo de cambio del dólar para tener mayor competitividad.
De acuerdo con el empresario, otra causa de la balanza comercial negativa es resultado de un contexto externo desfavorable con precios deprimidos, restricciones a las exportaciones, control de producción y precios en el mercado interno.
Bracamonte recomendó al gobierno buscar nuevos mercados para la venta de gas natural como Paraguay, Uruguay y Perú.
Consideró importante diversificar la exportación de otros productos no tradicionales con demanda en otros países, con la finalidad de impulsar al sector de la agroindustria.
Para el líder de la Camex de La Paz es necesario gestar políticas públicas dirigidas a mejorar la productividad y la competitividad de Bolivia, frente a un problemático entorno marcado por un tipo de cambio fijo en el país desde 2011, respecto a las devaluaciones registradas desde entonces en Argentina, Brasil, Chile y Perú.
Señaló que frente a las devaluaciones de las monedas de los países vecinos es necesario incidir en la productividad y la competitividad sistémica para no seguir perdiendo terreno en el mercado interno y mercados externos.
Para el empresario, el mejoramiento del desempeño externo se debe efectuar con la combinación de una política de promoción selectiva de exportaciones y una política de sustitución competitiva de importaciones, a lo cual puede contribuir fuertemente la libre exportación de excedentes.