Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 28 ene (Xinhua) -- Dirigentes indígenas y autoridades acompañaron hoy en Bolivia, desde la ciudad de La Paz, el lanzamiento oficial en Francia del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, confirmó el representante del área, Freddy Mamani Machaca.
El jefe de la Unidad de Coordinación para la Diplomacia de los Pueblos y los Pueblos Indígenas del Ministerio de Relaciones Exteriores explicó en entrevista con Xinhua que el lanzamiento es muy importante para Bolivia, país que ha demostrado con orgullo ser indígena.
El lanzamiento oficial del Año Internacional de las Lenguas Indígenas se llevó a cabo este lunes en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París, Francia.
La ceremonia oficial en Francia fue acompañada en forma paralela desde la sede de la cancillería boliviana en La Paz por representantes indígenas.
"Reafirmamos el respeto a las lenguas reconocidas por la Constitución, y nos comprometemos a intensificar las campañas y estrategias para fortalecer la conservación de nuestras lenguas indígenas que se ven amenazadas por la extinción", aseveró Mamani Machaca.
Bolivia reafirmó de esta manera el respeto a sus 36 lenguas reconocidas por la Constitución.
La reafirmación se hizo para llamar la atención sobre la extinción de lenguas y la necesidad apremiante de adoptar medidas urgentes para conservarlas, revitalizarlas y promoverlas.
Mamani Machaca explicó que pueblos como el aymara, el quechua y el guaraní tienen grandes fortalezas, mientras que otros están en riesgo de perder sus lenguas.
Invocó a pueblos bolivianos originarios, organizaciones sociales e instituciones del Estado a fortalecer acciones en el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
La finalidad es llamar la atención sobre la pérdida de lenguas nativas, lo que trae consigo la necesidad de conservarlas, revitalizarlas y fomentarlas.
Las lenguas indígenas, mermadas desde la época de la colonia por la imposición oficial del español, en la actualidad resultan vulnerables ante circunstancias como la globalización y las nuevas tecnologías.
El director del Instituto de Estudios Bolivianos de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Ignacio Apaza, explicó a Xinhua los pormenores de esta vulnerabilidad.
El experto en lingüística y lenguas nativas dijo que esta conclusión sobre peligro de extinción se deriva de categorías de la UNESCO que fija niveles en situación vulnerable y crítica, hasta extinta.
"En Bolivia, las culturas indígenas se ven avasalladas y cada vez se ven restringidas a continuar con su lengua, pese a los esfuerzos del gobierno que está encarando una serie de acciones que lograron revitalizar el aymara, el quechua y el guaraní", dijo Apaza.
La Constitución boliviana reconoce de manera oficial tanto el español como todos los idiomas indígenas del país: 36 en total.
Los más hablados son el quechua, utilizado por el 28 por ciento de la población, así como el aymara (18 por ciento) y el guaraní (1 por ciento).
Los otros reconocidos son araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guarasuawe, guarayu, itonama, leco, machajuyai-kallawaya, machineri, maropa, mojeño-trinitario y mojeño-ignaciano.
Se reconocen también moré, mosetén, movima, pacawara, puquina, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uruchipaya, weenhayek, yaminawa, yuki, yuracaré y zamuco.
Tres de las 36 lenguas están extintas porque no presentan señales de vida, mientras que otras tres están en situación crítica y las demás son vulnerables a la extinción, según la Unidad de Política Intercultural del Ministerio de Educación.
Las tres lenguas extintas son puquina, guarasuwe y toromona, al pertenecer a un pueblo no contactado.
En el caso del machineri, yaminawa y araona "en situación crítica", solo las personas de viejas generaciones la hablan.
Un total de 30 lenguas indígenas presentan nivel vulnerable y en peligro en Bolivia.
Ello significa que la mayoría de los niños la hablan, pero su uso se restringe a determinados ámbitos como el hogar, aunque en otros casos los pequeños tampoco manejan la lengua originaria, según criterios de la UNESCO. Fin