ESPECIAL: Feria de la Alasita convoca a miles de bolivianos a alcanzar deseos

Spanish.xinhuanet.com   2019-01-23 05:01:30

Por René Quenallata Paredes

LA PAZ, 22 ene (Xinhua) -- El ancestral culto al Ekeko, dios indígena de la abundancia, convoca cada año a miles de bolivianos de diferentes regiones a la feria de la Alasita, con la intención de adquirir distintos objetos en miniatura para que con el tiempo se cumplan sus deseos.

La tradicional y esperada Alasita se desarrollará este año entre el 24 de enero y el 24 de febrero en la ciudad boliviana de La Paz.

La antropóloga Luz Castillo explicó a Xinhua que la tradición de origen precolombino del Ekeko y la Alasita, palabra esta última que en lengua aymara significa "cómprame", está muy arraigada en la sociedad boliviana y se le celebra con mucha devoción.

La feria de la Alasita es además una de las muestras artesanales más significativas de La Paz.

Por espacio de un mes, miles de bolivianos compran todo tipo de objetos en miniatura fabricados por hábiles artesanos, que representan a escala a los verdaderos con el deseo de que se materialicen en la realidad.

Castillo explicó que luego de esta transacción, las cosas en miniatura son consagradas mediante un ritual especial que las transforma en objetos simbólicos para expresar con ello una solución imaginaria a los deseos.

Quienes han adquirido estas miniaturas efectúan el tradicional ritual de distintas maneras según cada persona.

El ritual básico consiste en la "challa" (llegada), una rociada con alcohol, agua florida, vino, pétalos, serpentina, incienso y copal que son purificados con sahumerio, en medio de oraciones que mezclan tradiciones prehispánicas y católicas.

"La feria de la Alasita es una organización económica que contiene al mercado, a la reciprocidad y a la redistribución", comentó la entrevistada.

"En ella confluyen ofertantes y demandantes que realizan las transacciones de compra y venta de objetos miniaturizados", agregó.

Hay gente, por ejemplo, que busca automóviles, por cuya réplica artesanal en hojalata se puede llegar a pagar más de 20 dólares, mientras que otras personas compran alimentos para significar con ello que nunca falte comida en sus hogares.

Castillo narró que la gente compra pequeños billetes que asemejan bolivianos, dólares o euros para que nunca le falte dinero o para pagar deudas.

"Quien busca pareja debe recibir de regalo gallos para las mujeres y gallinas para los hombres, mientras que quien ya está casado, pero no tiene hijos, recibe pequeñas 'wawas' (bebés)", detalló la antropóloga.

En la llamada fiesta de la abundancia se exponen variados y particulares objetos en miniatura que van desde certificados de matrimonio y títulos académicos, hasta animales, autos, alimentos, muebles e inmuebles.

Los asistentes a la feria pueden incluso casarse, divorciarse o ambas cosas en forma representada en cuestión de minutos con los respectivos certificados.

Quien desea un terreno también puede adquirir la réplica del certificado de propiedad con nombre y datos propios.

Si alguna persona tiene pensado construir o edificar un inmueble puede comprar herramientas y material de construcción a pequeña escala.

Por su parte, la ministra de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca, explicó en entrevista con Xinhua que la tradicional Alasita arranca cada 24 de enero.

Desde la semana pasada incluso ya se instaló una feria previa en calles aledañas al centro de la ciudad de La Paz.

La ministra compartió que la Alasita se celebra en honor del Ekeko, representación aymara que simboliza la fecundidad, la alegría, la abundancia y la prosperidad.

Recordó que se trata de una práctica aymara que se hace con una amplia gama de objetos en miniatura, en representación simbólica de los anhelos de las personas.

La tradición se reproduce en varias ciudades de Bolivia, sobre todo en La Paz, aunque también existe en distintas zonas de países de la región como Argentina, Chile, Ecuador y Perú.

Inicialmente, los únicos participantes de este ritual comunitario fueron miembros de la etnia aymara, pero en la actualidad ya no es una celebración exclusiva de ellos y las propias vendedoras se prestan a realizar la "challa".

En diciembre de 2017, la feria de la Alasita fue declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

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ESPECIAL: Feria de la Alasita convoca a miles de bolivianos a alcanzar deseos

Spanish.xinhuanet.com 2019-01-23 05:01:30

Por René Quenallata Paredes

LA PAZ, 22 ene (Xinhua) -- El ancestral culto al Ekeko, dios indígena de la abundancia, convoca cada año a miles de bolivianos de diferentes regiones a la feria de la Alasita, con la intención de adquirir distintos objetos en miniatura para que con el tiempo se cumplan sus deseos.

La tradicional y esperada Alasita se desarrollará este año entre el 24 de enero y el 24 de febrero en la ciudad boliviana de La Paz.

La antropóloga Luz Castillo explicó a Xinhua que la tradición de origen precolombino del Ekeko y la Alasita, palabra esta última que en lengua aymara significa "cómprame", está muy arraigada en la sociedad boliviana y se le celebra con mucha devoción.

La feria de la Alasita es además una de las muestras artesanales más significativas de La Paz.

Por espacio de un mes, miles de bolivianos compran todo tipo de objetos en miniatura fabricados por hábiles artesanos, que representan a escala a los verdaderos con el deseo de que se materialicen en la realidad.

Castillo explicó que luego de esta transacción, las cosas en miniatura son consagradas mediante un ritual especial que las transforma en objetos simbólicos para expresar con ello una solución imaginaria a los deseos.

Quienes han adquirido estas miniaturas efectúan el tradicional ritual de distintas maneras según cada persona.

El ritual básico consiste en la "challa" (llegada), una rociada con alcohol, agua florida, vino, pétalos, serpentina, incienso y copal que son purificados con sahumerio, en medio de oraciones que mezclan tradiciones prehispánicas y católicas.

"La feria de la Alasita es una organización económica que contiene al mercado, a la reciprocidad y a la redistribución", comentó la entrevistada.

"En ella confluyen ofertantes y demandantes que realizan las transacciones de compra y venta de objetos miniaturizados", agregó.

Hay gente, por ejemplo, que busca automóviles, por cuya réplica artesanal en hojalata se puede llegar a pagar más de 20 dólares, mientras que otras personas compran alimentos para significar con ello que nunca falte comida en sus hogares.

Castillo narró que la gente compra pequeños billetes que asemejan bolivianos, dólares o euros para que nunca le falte dinero o para pagar deudas.

"Quien busca pareja debe recibir de regalo gallos para las mujeres y gallinas para los hombres, mientras que quien ya está casado, pero no tiene hijos, recibe pequeñas 'wawas' (bebés)", detalló la antropóloga.

En la llamada fiesta de la abundancia se exponen variados y particulares objetos en miniatura que van desde certificados de matrimonio y títulos académicos, hasta animales, autos, alimentos, muebles e inmuebles.

Los asistentes a la feria pueden incluso casarse, divorciarse o ambas cosas en forma representada en cuestión de minutos con los respectivos certificados.

Quien desea un terreno también puede adquirir la réplica del certificado de propiedad con nombre y datos propios.

Si alguna persona tiene pensado construir o edificar un inmueble puede comprar herramientas y material de construcción a pequeña escala.

Por su parte, la ministra de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca, explicó en entrevista con Xinhua que la tradicional Alasita arranca cada 24 de enero.

Desde la semana pasada incluso ya se instaló una feria previa en calles aledañas al centro de la ciudad de La Paz.

La ministra compartió que la Alasita se celebra en honor del Ekeko, representación aymara que simboliza la fecundidad, la alegría, la abundancia y la prosperidad.

Recordó que se trata de una práctica aymara que se hace con una amplia gama de objetos en miniatura, en representación simbólica de los anhelos de las personas.

La tradición se reproduce en varias ciudades de Bolivia, sobre todo en La Paz, aunque también existe en distintas zonas de países de la región como Argentina, Chile, Ecuador y Perú.

Inicialmente, los únicos participantes de este ritual comunitario fueron miembros de la etnia aymara, pero en la actualidad ya no es una celebración exclusiva de ellos y las propias vendedoras se prestan a realizar la "challa".

En diciembre de 2017, la feria de la Alasita fue declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

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