LA PAZ, 18 ene (Xinhua) -- El gobierno boliviano declaró hoy desastre ambiental y alerta sanitaria en zonas y municipios del departamento de La Paz (oeste) por el deslizamiento del relleno sanitario de Alpacoma, con la dispersión más de 15.000 toneladas de basura y lixiviados.
La alcaldía de la ciudad de La Paz pidió a las autoridades municipales de Achocalla, colindante con la ciudad de La Paz, levantar el bloqueo en el ingreso al botadero, con el fin de evitar mayores afectaciones en la ciudad sede de gobierno por la acumulación de basura y contaminación.
El responsable del Programa Nacional de Salud Ambiental, dependiente del Ministerio de Salud, Daniel Cruz, explicó en conferencia de prensa que el peligro está en que los lixiviados tengan no sólo desechos biológicos, sino también químicos, que sean altamente tóxicos.
Señaló que el riesgo es que el material tóxico llegue al río Achocalla, o que penetre las capas subterráneas y se desplace a partir de ese estrato, dañando cultivos, el medio ambiente, propiedades y afectaciones a las personas.
Cruz recomendó que la población de esa área evite consumir el agua del río Achocalla, que no se la dé a los animales ni permita que los niños jueguen en su alrededor.
Por su parte, la directora del Instituto Nacional en Laboratorios de Salud, María René Castro, calificó la situación de emergencia, y recomendó a los pobladores del sector y zonas aledañas de La Paz que consuman agua embotellada, mientras no se sepa el impacto real de la contaminación.
Olor fétido, ardor en los ojos y la nariz, malestar físico y daños a la producción agrícola son algunos de los efectos reportados en el municipio de Achocalla tras el colapso de la macrocelda de emergencias del relleno sanitario de Alpacoma.
Lo que a lo lejos parece solamente una mancha negra en el cerro son "15.000 toneladas de residuos" que cayeron entre la tarde del martes y la madrugada del miércoles sobre un área de 15 kilómetros cuadrados, según un informe del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
El mar de desechos sólidos y líquidos lixiviados destruyó a su paso oficinas del relleno y sepultó equipos y maquinaria.
El relleno es operado por la empresa Tratamiento Especializado de Residuos Sólidos y Servicios SA.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, el deslizamiento de la macrocelda, ubicada en la parte superior del recinto, "ha comprometido cinco piscinas de lixiviados" que quedaron prácticamente sepultadas.
Además, la Planta de Tratamiento de Lixiviados (líquidos que se producen por la descomposición de la basura) se encuentra inhabilitada para continuar operaciones.
El daño en la infraestructura del relleno es irreversible, y los accesos, así como las plataformas, están comprometidos.
