RIO DE JANEIRO, 14 ene (Xinhua) -- Brasil finalizó 2018 con 1.408 pedidos de recuperación judicial realizadas por empresas, lo que representa un 0,8 por ciento menos que en 2017, mientras que el número de falencias de compañías fue el menor desde 2014 (1.459), según un informe divulgado hoy.
Los datos, presentados por la consultora especializada Serasa Experian, muestran una disminución de las peticiones que las empresas brasileñas realizaron a la Justicia para evitar su quiebra en los últimos años. En comparación con 2016, cuando hubo 1.863 peticiones, el récord hasta el momento, el descenso es del 24,4 por ciento.
Las micro y las pequeñas empresas lideraron las peticiones de administración judicial, con 871 casos, seguidas de las medias (327) y las grandes compañías (210).
Por su parte, en 2018 hubo 1.459 pedidos de falencia realizados en todo Brasil, lo que significa un 14,6 por ciento menos que en 2017 y el menor nivel desde 2014, cuando hubo 1.661 pedidos. En relación a 2016 (1.852), el descenso fue del 21,2 por ciento.
En total, se realizaron 761 pedidos de falencia por parte de micro y pequeñas empresas, 355 por parte de medias empresas y 343 por las grandes empresas.
Según Serasa Experian, el mantenimiento del índice de pedidos de recuperación judicial en 2018 se mantuvo similar a los de 2017, lo que demuestra el efecto prolongado del estancamiento de la economía brasileña, la mayor de América Latina y que todavía se recupera de la recesión sufrida entre 2015 y 2016, cuando su Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo casi siete puntos.
"El ritmo lento de una retomada, que quedó bien abajo de las expectativas, impactó el desempeño empresarial, afectando principalmente los micro y pequeños emprendedores, lo que generó retracción de los negocios y el aumento de las dificultades financieras", aseguró Serasa.
