Por Juan Limachi
LIMA, 30 dic (Xinhua) -- Los peruanos iniciaron los rituales tradicionales de despedida del 2018 acudiendo a ferias donde realizan diversos rituales con sacerdotisas andinas y chamanes, sometiéndose a baños de florecimiento con flores, hoja de coca y granos.
El consultorio de "Doña Elena", se encuentra en la extensa Feria de los Deseos, ubicada en la céntrica Avenida de la Peruanidad, donde las sacerdotisas y expertas en leer la palma de las manos ofrecen sus servicios a decenas de clientes, que esperan pacientemente sus turnos.
María Luisa Calizaya, el nombre verdadero de esta sacerdotisa, explicó a Xinhua las particularidades de los personajes tradicionales que conforman la cosmovisión de los pobladores andinos.
"Aquí estamos viendo al sapito de la buena suerte, hay el chanchito que es del Año Nuevo Chino, también la Virgen de Copa Cabana (Bolivia)", subrayó.
Entremezclado con figuras ancestrales peruanas también sobresalen las figuras de los cerdos, como reflejo de la inserción de la cultura china en este país.
Con respecto a la figura mítica del Ekeko, un personaje tradicional andino con vestimenta indígena de colores llamativos, rojo, verde y negro, "Doña Elena" explicó su aspecto simbólico.
"Significa todo lleno, tiene dinero, tiene casa. Tiene todo. Tiene autos, hasta chelas (cervezas), todo para mantener completo la casa", subrayó.
Luego de recibir a algunos de sus clientes, quienes esperan sentados en la puerta de su establecimiento, detalló que ellos "piden casa, autos, viajes, protección, salud. Todo" para el nuevo año 2019.
Resaltó que se dedica a ofrecer fortuna a las personas viajando por pueblos y ciudades del Perú, Bolivia y México.
"Todos vienen aquí. Depende de la creencia, cultura andina, saben del Ekeko", anotó.
El Ekeko es un ser mitológico de los Andes, con raíces en Perú, Bolivia, Chile y la zona norte de Argentina, donde los habitantes consideran que provee abundancia cuando se rinde una ceremonia con ofrendas.
"Todo se sabe porque el Ekeko es de buena suerte. Todo se cumple ante él. Eso depende de la creencia. Hay que tener fe", anotó.
La sacerdotisa andina "Doña Elena" es originaria de Potosí (Bolivia) y todos los años en esta fecha viene a Lima para atender a sus clientes peruanos.
Entre la multitud de visitantes a esta feria, se encuentra el señor Alfredo Arce, del distrito limeño de San Isidro, quien acudió a este lugar para someterse a un ritual de buenos deseos para recibir el 2019.
"En lo personal, salud, prosperidad, estabilidad laboral y emocional. Para el resto, me imagino que cada cual pide de acuerdo a sus circunstancias, a su propio deseo", anotó.
Arce destacó que estas ceremonias están vinculadas a la cultura ancestral del Perú, en un país donde la cultura andina es muy fuerte.
"Es parte de nuestra idiosincrasia y siempre, muy a parte de la religión que uno profesa, siempre hay esa posibilidad de intentarlo, a ver qué pasa. Pero nunca dejar de creer en su propia fe. Yo soy católico y respeto cualquier culto. En este caso algo folklórico de nuestras raíces profundas de la sierra, no solo del altiplano, sino de diferentes zonas también se aplican diferentes rituales", anotó.
Adolfo Alvarez Durand, un hombre de edad madura, también acudió a someterse al ritual del cuy negro, un roedor originario del Perú, que es frotado por todo el cuerpo con la finalidad de limpiar a la persona de toda energía negativa.
Indicó que acudió a este ritual porque tiemblan sus pies y sus manos.
"Me está pasando. El cuy saca el susto, la maldad", subrayó con vehemencia, convencido de que este ritual lo ayudará a superar su enfermedad.
Durand espera su turno junto a otras diez personas que se cubren las cabezas con una colorida manta andina tradicional.
"Tengo fe que voy a mejorar", enfatizó con vehemencia, pese al temblor de sus manos y pies.